Síntomas del parto
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Hay una serie de signos que pueden ayudar a la mujer a reconocer la proximidad del parto en los días u horas previas, y que la ayudarán a reconocer, sobre todo en embarazadas primerizas, que la hora de dar a luz se acerca y conviene estar preparada para ir al hospital:
Desprendimiento del tapón mucoso
Cuando el cuello del útero comienza a dilatarse se produce el desprendimiento del tapón mucoso, una sustancia espesa y viscosa, secretada por las glándulas del canal cervical, que bloquea la entrada al cuello del útero para proteger al feto de posibles infecciones. Lo normal es que notes cuando lo expulses por la vagina por su aspecto de mucosidad gelatinosa cubierta de sangrado, sin embargo, para algunas mujeres con gran cantidad de flujo en el último trimestre podría pasar desapercibido.
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No es imprescindible acudir al hospital si únicamente se desprende el tapón, porque en ocasiones lo hace varios días antes del parto, pero es conveniente consultar con el médico porque, al desaparecer, el útero queda más expuesto a posibles infecciones.
Rotura de la bolsa de aguas
La bolsa de líquido amniótico se rompe debido a la presión ejercida por la cabeza del feto, o a causa de las primeras contracciones. La rotura de la bolsa con expulsión de líquido amniótico, lo que popularmente se conoce como romper aguas, puede producirse antes del parto o durante la primera fase del mismo, y en este caso sí es necesario acudir al hospital. Una ligera pérdida, (la cantidad que puede absorber una compresa), no tiene importancia, pero es recomendable acudir igualmente a la clínica para realizar un control.
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Las contracciones generalmente aparecerán entre 12 y 14 horas después de la rotura de la bolsa. En caso contrario, el médico puede inducir el parto para evitar posibles complicaciones.
Descenso del bebé
Durante el último mes del embarazo, el ginecólogo comprueba si el feto está encajado, es decir, si su cabeza ha descendido hasta el punto más bajo de la pelvis, donde se coloca para recorrer el canal del parto cuando llega el momento. En las primerizas esto ocurre generalmente unas semanas antes del parto, pero en las mujeres que han tenido más hijos el encajamiento se produce frecuentemente poco antes del inicio del parto. Puedes notarlo porque aunque percibes un mayor peso en la zona pélvica, sentirás que respiras mejor o tienes menos molestias digestivas, ya que desciende la presión en tu caja torácica.
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Contracciones regulares
La aparición de contracciones de intensidad creciente, que se producen a intervalos regulares, indica que ha comenzado la dilatación y, con ello, el proceso del parto.
Las contracciones de parto son muy regulares, suceden cada 5 minutos, o menos, y duran entre 30 y 70 segundos cada una
Es preciso no confundir estas contracciones con las contracciones de Braxton-Hicks o falsos dolores de parto que comienzan en el último trimestre del embarazo, o incluso antes. El objetivo de las contracciones de Braxton-Hicks (que no son dolorosas y tienen un ritmo irregular) es preparar al útero para el parto.
Para distinguir un parto verdadero de uno falso, se recomienda cronometrar las contracciones. En el caso de un falso parto, las contracciones se suceden a intervalos irregulares y pasan más de 5 minutos entre una y otra. Las contracciones de parto, por el contrario, son muy regulares, suceden cada 5 minutos, o menos, y duran entre 30 y 70 segundos cada una. Además, no desaparecen aunque la mujer cambie de posición o camine.
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Cambios en el cuello del útero
En los días anteriores al parto, el cuello del útero empieza a ablandarse, para posteriormente, según se acerca el momento definitivo, comenzar a hacerse más fino, acortándose y dilatándose, algo que comprobará el médico mediante un examen vaginal, para saber cuánto has dilatado y si el momento del inicio del trabajo de parto ha comenzado o conviene esperar.
Creado: 3 de noviembre de 2010