Sexo tras el parto: cuándo y cómo retomar las relaciones

La llegada de un bebé es una gran alegría, pero las secuelas del embarazo y el nuevo rol de padres pueden afectar a la relación de pareja. Os damos todas las claves para que sigáis disfrutando del sexo tras el parto.
Pareja practicando sexo tras el parto

Por: María Jiménez Albundio

Psicóloga y sexóloga clínica especialista en infertilidad

Actualizado: 18 de noviembre de 2024

Por fin, tras nueve meses de espera, llegó el ansiado momento. Ya tenemos a nuestro bebé en los brazos y… ¿ahora qué? Pues ahora toca recuperarse físicamente de todos los cambios acontecidos en nuestro cuerpo, que no han sido pocos, y adaptarse psicológicamente a una nueva e inquietante función que ahora tenemos que desempeñar: la maternidad y la paternidad.

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Sin duda, el nacimiento de un hijo es un acontecimiento tan emocionante como estresante, pues ahora se ha colado en casa un simpático intruso que llega a revolucionar nuestro hogar, a robarnos nuestro tiempo y nuestra energía, e incluso… ¡se muda a nuestra habitación!

Toda esta transición supondrá un apasionante reto al que hacer frente para ambos progenitores, y en este artículo queremos explicarte cómo esta nueva etapa puede llegar a influir en la relación de pareja y en las relaciones íntimas, y ofrecerte los mejores consejos para que tu pareja y tú sigáis disfrutando del sexo tras el parto.

Cuándo retomar las relaciones sexuales tras el parto

Tras el parto el cuerpo de la mujer necesita recuperarse poco a poco de todas las huellas que en él se han plasmado durante los nueve largos meses de embarazo, antes de retomar las relaciones sexuales; esto es lo que se conoce como cuarentena, que dura unas seis semanas, y que es el tiempo que los especialistas recomiendan esperar antes de la primera relación sexual con penetración, para que la mujer se encuentre completamente recuperada de las secuelas del embarazo y el parto.

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Sexo tras el parto

Debemos dejar el tiempo necesario para que la vagina recupere su estado anterior y para que el útero comience a contraerse volviendo a su tamaño habitual. Durante este tiempo se segregarán los llamados loquios o restos del embarazo, originando el característico sangrado vaginal de esta etapa. Además, el parto ocasionó determinadas secuelas que ahora deben sanar, como las cicatrices debidas a la episiotomía o incisión vaginal, o las cicatrices que quedan en abdomen y útero cuando es necesario practicar una cesárea. En este último caso la convalecencia será más larga, porque se trata de una intervención quirúrgica.

Cuando todos los síntomas del posparto cesen, lo que como hemos dicho llevará alrededor de seis semanas, se podrán reanudar de forma progresiva las relaciones sexuales con penetración, siempre y cuando no existan complicaciones subyacentes de distinta índole. Tras una revisión, el médico comprobará si el cuerpo está recuperado para retomarlas con tranquilidad.

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Sexo tras dar a luz: cambios físicos y psicológicos

Pasadas esas seis semanas de cuarentena –un periodo de tiempo orientativo que dependerá de cada caso–, probablemente el médico nos dé luz verde para retomar con paciencia las relaciones sexuales, pero la mujer sufre diversos cambios, tanto físicos como psicológicos, que es necesario tener en cuenta para tal ocasión. Cada persona y cada historia es diferente, y los ritmos varían en función de las circunstancias, pero en general es importante tener en cuenta los siguientes factores y cambios físicos y psicológicos que pueden afectar al sexo tras el parto:

Aspectos físicos

  • Sensibilidad genital: puede que las primeras veces la mujer experimente ciertas molestias durante el coito. Esto es normal, siempre y cuando no sean especialmente dolorosas, persistentes, o se advierta cierto sangrado durante o tras las mismas. Si esto ocurre no dudes en contactar con tu médico.
  • Cambios hormonales: tras el parto se experimenta una disminución de estrógenos y un aumento de prolactina, lo cual puede ocasionar un descenso en el deseo sexual y cierta sequedad vaginal. Estos cambios hormonales son transitorios y con el tiempo tus niveles hormonales se regularán.
  • Cansancio y falta de energía: el cuidado del bebé requiere un gran esfuerzo y la inversión de largas horas que, muchas veces, se roban al sueño. Por ello, puede que dormir se convierta en tu prioridad cuando tengas la ocasión, disminuyendo drásticamente tu apetito sexual. Para contrarrestarlo, aprovecha cada momento libre para dormir o descansar, y así reservar tiempo también para la intimidad con tu pareja.

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Pareja practicando sexo en la cama

Aspectos psicológicos

  • Temor al dolor: la idea de mantener de nuevo relaciones sexuales con penetración puede dar lugar a cierto nerviosismo y temor a las molestias que ello pueda producir, evitando así los encuentros íntimos. Por ello, es importante tener paciencia, y empezar poco a poco.
  • Ansiedad o depresión: es posible experimentar sentimientos transitorios de ansiedad, de depresión (la famosa depresión posparto), o una mezcolanza de sentimientos encontrados por la asunción del nuevo papel al que hacemos frente. Si esta situación se alarga, debes consultar al médico para que te ayude a solucionarlo.
  • Baja autoestima: tras dar a luz, el cuerpo de la mujer sufre algunos cambios que pueden hacer que se sienta menos atractiva, y crearle todo tipo de inseguridades que bloquean así su deseo. Si se siente deseada y querida por su pareja, le resultará más fácil superar esta etapa.
  • Atención focalizada: el bebé acapara toda nuestra atención, lo que en ocasiones nos puede hacer descuidar en cierta manera las relaciones de pareja y restar naturalidad a nuestras relaciones íntimas, ya sea por miedo a molestar al niño, o bien porque su presencia nos abruma. Saber organizarse, y tomarse el cuidado del bebé como ‘cosa de dos’, son las claves para que nadie se sienta excluido.

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Disfrutar del sexo tras el parto

Diez claves para disfrutar del sexo tras el parto

Estas son las diez claves esenciales para disfrutar de un sexo sano tras el parto, considerando esta etapa como una posibilidad de crecimiento, tanto en la esfera personal como en la relación de pareja:

  1. Tened paciencia y no seáis demasiado exigentes con vosotros mismos ni con vuestra pareja; solamente necesitáis tiempo para explorar y adaptaros de la mejor manera posible a esta nueva situación.
  2. Una buena comunicación en la pareja será indispensable en esta etapa para comprenderos y apoyaros mutuamente; recordad que cada uno tiene sus propias inquietudes y avanza a un ritmo diferente. Conocerlo os ayudará a entenderos mutuamente y a tener en cuenta las necesidades de ambos.
  3. Daos muestras de cariño. Que las relaciones sexuales no sean recomendables, o todavía no os sintáis preparados para dar ese paso, no significa que no podáis abrazaros, acariciaros y dedicaros bonitas palabras, reforzando así la relación de pareja y fomentando la autoestima y la seguridad entre vosotros.
  4. Buscad momentos para estar juntos. Aunque a priori parezca una ardua tarea seguro que encontráis oportunidades para dedicaros a vosotros mismos y compartir unos bonitos instantes en pareja, de forma que ninguno de los dos se sienta desplazado por la llegada del bebé.
  5. La presencia del bebé en la habitación puede que os incomode al principio, pero sólo es cuestión de tiempo y habituación. No obstante, procurad buscar el momento en el que el bebé tenga todas sus necesidades cubiertas para que las interrupciones que se puedan dar sean nulas o mínimas. De esta forma podréis evadiros más fácilmente.
  6. Recordad que las relaciones sexuales no se limitan al coito o penetración, sino que abarcan un elenco de posibilidades mucho más amplio, así que podéis disfrutar con otras prácticas sexuales que os vayan dando confianza y vayan despertando el deseo entre ambos.
  7. Durante el coito, llevad a cabo movimientos suaves que os permitan atender a las sensaciones que experimentáis, y utilizad lubricantes que ayuden a combatir la sequedad vaginal.
  8. Adoptad posturas sexuales más adecuadas durante esta etapa: las posiciones laterales y aquéllas en que la mujer está encima, de forma que controla la situación, suelen ser las más idóneas.
  9. Poner en forma los músculos vaginales con los denominados ejercicios de Kegel es más que recomendable, pues después del parto éstos suelen debilitarse ocasionando así diversos problemas.
  10. Métodos anticonceptivos. Consultad con vuestro médico el método más indicado para vosotros.

Creado: 23 de septiembre de 2013

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