Los métodos naturales de planificación familiar como el Billings suelen despertar bastante controversia, ya que detrás de su promoción y uso por lo general suelen estar organizaciones religiosas que están en contra de los métodos anticonceptivos artificiales, y que ven en esta forma de controlar la natalidad una solución a los embarazos no deseados sencilla, inocua, y que no compromete la moral de los que lo usan; solución que, además, cuenta con el respaldo de cierta parte del sector médico.
Entre los argumentos que esgrimen quienes están a favor encontramos:
- No se trata de métodos invasivos, ya que en ningún momento la mujer debe tomar ningún tipo de medicamento, con lo que se evitan los efectos secundarios que estos pueden implicar.
- Son más baratos que los artificiales.
- Tienen un porcentaje de efectividad estimado, según algunos estudios, del 30% aproximadamente.
Dejando a un lado el matiz religioso que tiene asociado este método anticonceptivo, también hay voces que se alzan en su contra por las siguientes razones:
- El porcentaje de embarazos con estos métodos es bastante elevado, ya que exige mucha disciplina y rigurosidad en el seguimiento y observación del ciclo menstrual. De hecho, no es aconsejable para aquellas mujeres cuyo ciclo menstrual es muy irregular.
- No está recomendado para personas que no tienen pareja estable, ya que estos métodos en absoluto previenen el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
- El flujo menstrual no siempre es regular y varía en ciertas circunstancias como, por ejemplo, durante el embarazo y la lactancia, en la adolescencia y menopausia, o si la mujer toma alguna medicación o se encuentra sometida a altos niveles de estrés.