La vitrificación de óvulos está, pues, especialmente indicada para aquellas mujeres que quieran o necesiten posponer el embarazo. Se trata, según los especialistas, de una nueva forma de planificación familiar, ya que permite a las usuarias decidir cuándo tener un bebé, además de ofrecerles una ventaja adicional, y es que detiene el envejecimiento de los óvulos que se congelan, cuya edad en el momento de ser utilizados será la que tenía la donante cuando fueron vitrificados.
Así, las principales indicaciones de la vitrificación de óvulos son:
- Mujeres jóvenes, preferiblemente entre 30 y 35 años, que hayan decidido posponer el embarazo, por motivos sociales, económicos, profesionales…
- Mujeres a las que se les haya diagnosticado una enfermedad, generalmente algún tipo de cáncer, y que deban seguir un tratamiento médico que pueda lesionar su capacidad reproductiva.
- Pacientes que vayan a someterse a cirugía en el aparato reproductor, por ejemplo a causa de una endometriosis, porque estas intervenciones suelen implicar la pérdida de tejido ovárico o una reducción de la reserva folicular, que podrían tener como consecuencia un fallo ovárico precoz.
- En mujeres con baja respuesta ovárica –aquellas que no producen suficientes óvulos tras una estimulación ovárica–, con el objetivo de conseguir una cantidad de ovocitos suficiente para realizar una fecundación in vitro.
- En los casos en que sea preciso un diagnóstico genético preimplantacional, porque también se necesitarían más óvulos de lo habitual, para fecundarlos y posteriormente seleccionar aquellos sanos y viables antes de su implantación en el útero.
- Para aquellas pacientes en las que, por diversos motivos, sea preciso realizar la transferencia de los embriones en un ciclo distinto al de la obtención de los ovocitos.
- Para crear bancos de óvulos, y agilizar la donación cuando la paciente no disponga de óvulos propios y necesite una donante compatible.
