Madres de alquiler: costes, requisitos y aspectos legales
En la última década ha crecido el número de parejas que recurren a un vientre de alquiler como opción para cumplir su sueño de ser padres. Conoce más sobre este proceso complicado, costoso y prohibido en muchos países.
Periodista especializada en Salud, Embarazo, Infancia y Tercera Edad
Actualizado: 1 de abril de 2023
La gestación por sustitución, coloquialmente conocida como madres de alquiler, vientre de alquiler o maternidad subrogada, es una práctica, cada vez más extendida, mediante la cual una mujer accede a gestar un bebé y a renunciar a su filiación, es decir a todos sus derechos, incluidos los de madre, a favor de otra persona o pareja. Se trata de un proceso que implica numerosas complicaciones, no sólo éticas o económicas, sino también legales, ya que está prohibida en la mayoría de los países, entre ellos España. A pesar de ellos, hay muchos españoles, como el reciente caso de Ana Obregón, que acucen a otros países donde sí está permitida para obtener a su hijo de esta manera.
La madre gestante es también la madre biológica porque aporta el óvulo.
La madre contratante es la madre biológica porque se introduce su óvulo.
El óvulo se obtiene por donación anónima de una tercera mujer.
El padre contratante es el padre biológico porque aporta los gametos.
El material genético masculino procede de un donante.
Aunque el proceso es el mismo, la maternidad subrogada puede ser fruto de un contrato en el que se establece un precio o puede deberse a una acción altruista, generalmente propia de un familiar o pariente.
Cuando se realiza mediante compensación económica, son los interesados o contratantes los que corren con todos los gastos que pueda conllevar el embarazo y el parto, así como cualquier complicación que tuviera lugar, por lo que podemos decir que se trata de un proceso costoso
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¿Por qué se recurre a las madres de alquiler?
La tasa de éxito de la reproducción asistida en España es muy elevada, sin embargo no todas las parejas con problemas de fertilidad consiguen alcanzar su objetivo a través de los distintos medios que se ponen a su disposición, por lo que la demanda de las madres de alquiler o gestación por sustitución se está convirtiendo en una opción que cada vez se tiene más en cuenta.
Además de estas personas que llevan sometiéndose mucho tiempo a largos procesos de reproducción sin resultados positivos, también suelen inclinarse por esta alternativa las familias homoparentales que desean tener hijos y encuentran muchas trabas para adoptar o, simplemente, quieren que al menos un miembro de la pareja sea padre biológico.
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Pero, sin duda, el vientre de alquiler es una elección muy interesante en caso de mujeres sin útero, que tienen enfermedades congénitas o que padecen patologías en las que se desaconseja la gestación. Incluso para aquellos hombres solteros que quieren formar una familia.