Requisitos para ser donante de semen
Actualizado: 28 de junio de 2022
En los países latinoamericanos, la legislación que regula la donación de semen es muy inespecífica aún, aunque poco a poco se van estableciendo algunas normas y se va avanzando al respecto. En España ya existe, desde el año 1988, la Ley de Reproducción Asistida, a la que progresivamemente se ha añadido un completo marco jurídico regulador que contempla aspectos concretos del proceso de donación de gametos (semen y óvulos) como son la calidad, la seguridad, la obtención, el procesamiento, la preservación, el almacenamiento (bancos de semen) y la distribución.
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De hecho, se establece también por ley la creación y organización del Registro Nacional de Donantes de Gametos y Preembriones, dependiente del Ministerio de Sanidad, donde deben constar los datos de todas las donaciones realizadas en España (para controlar todo el proceso y evitar un posible negocio de semen).
Así pues, se establecen los siguientes requisitos para poder donar semen:
- Una edad mínima de 18 años y máxima de 50 años. Por ley se establece este tope, aunque en realidad los donantes que se suelen seleccionar son más jóvenes; “raramente se admiten mayores de 35 años”, atestigua el embriólogo del laboratorio valenciano FIV Luis Gijón Tévar. En la práctica, la media de edad del donante habitual es de 23-25 años.
- Tener buena salud tanto física como psicológica, y plena capacidad de obrar.
- Que ni el donante ni sus familiares directos padezcan desórdenes genéticos conocidos ni otras enfermedades hereditarias. Para comprobarlo se lleva a cabo un análisis cromosómico o cariotipo. El experto Luis Gijón puntualiza que “enfermedades hereditarias como diabetes o hemofilias directamente descartan la donación de gametos. Y a nivel psicológico se descartan desórdenes que tienen un componente hereditario como el TDAH, el síndrome bipolar o la incidencia repetida de trastornos psicológicos en la familia”.
- No dar positivo en las pruebas de hepatitis vírica, sífilis, herpes, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), citomegalovirus, gonorrea o clamidia. Mediante cultivos de sangre, semen y orina se evalúa que no se padezcan infecciones bacterianas. Además, la Ley de Reproducción Asistida especifica que el semen del donante no puede ser usado hasta haber pasado dos análisis de VIH negativos.
- Poseer un semen de alta calidad, lo que se valora mediante un análisis de esperma o seminograma; y que soporte bien el proceso de criopreservación (congelado y descongelado). En este punto el embriólogo del FIV destaca que “la congelación de semen se ha ido mejorando mediante nuevos medios crioprotectores que permiten una mayor supervivencia de espermatozoides a las bajas temperaturas en las que se conservan”.
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Además, el acto de donación de semen es anónimo por ley. Por tanto, el receptor no puede elegir al donante (ni puede ser un familiar suyo), aunque sí que puede conocer algunos de sus datos como las características físicas, la raza, la estatura, o incluso su ocupación. Sin embargo, la propia legislación establece excepciones sobre cuándo se puede conocer la identidad del donante: “según la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida: sólo en circunstancias extraordinarias que comporten un peligro cierto para la vida o la salud del hijo podrá revelarse la identidad de los donantes. Aunque incluso dentro de estos casos dicha revelación tendrá carácter restringido, y no implicará en ningún caso publicidad de la identidad de los donantes”, puntualiza el embriólogo de la clínica FIV.
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Calidad espermática del donante de semen
La Organización Mundial de la Salud establece que la normalidad seminal es de 1,5 mililitros de volumen, 15 millones de espermatozoides por mililitro, una movilidad progresiva del 32% y, al menos, un 4% de espermatozoides normales. Sin embargo, en el caso de los donantes de semen hay que ir un poco más allá, tanto en cantidad como en calidad.
Según especifica Luis Gijón Tévar, “la muestra para donación debe ser cinco veces superior, tener al menos unos 80-100 millones de espermatozoides, superar el 50% de la movilidad, y que estos no presenten un elevado porcentaje de formas anormales”. Y es que respecto a la forma, la propia Organización Mundial de la salud establece la morfología del espermatozoide adecuada cuando es simétrico, liso, oval, con la cola recta, el núcleo fijo y de color transparente.
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Así, tanto si el hombre quiere ser donante de semen como si simplemente se preocupa por tener una buena salud espermática para minimizar los problemas reproductivos, debe cuidar algunos detalles. Factores como el estrés, la contaminación ambiental, el alcohol, el tabaco, la ingesta de ciertos medicamentos, la exposición genital a un calor excesivo, e incluso el uso de ropa interior ajustada, parecen influir en el descenso de la calidad espermática.
Por supuesto, también es imprescindible llevar una dieta saludable (hay varios estudios al respecto que indican desde que los lácteos enteros afectan negativamente, hasta que los alimentos ricos en vitamina C, zinc, o los ácidos grasos omega 3 y 6 son muy beneficiosos), y evitar la obesidad. En cuanto al ejercicio físico, estaría aconsejado el moderado mientras que, al parecer, los atletas de élite tienen peor calidad seminal.
Creado: 23 de marzo de 2015