La vitrificación de óvulos es una técnica que consiste en congelar y mantener los ovocitos a una temperatura de -196ºC, con el objetivo de preservar la fertilidad de las mujeres que desean o necesitan posponer el embarazo.
De acuerdo con los especialistas en técnicas reproductivas, los resultados de la vitrificación de óvulos en la práctica clínica son excelentes, por lo que ha demostrado ser una alternativa sumamente eficaz para todas las mujeres que necesiten preservar su fertilidad, ya que, una vez desvitrificados, estos óvulos no solo tienen la misma calidad que los ovocitos frescos, sino que su supervivencia alcanza tasas del 97%.
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Esta técnica ha supuesto también un gran avance para las pacientes que deben recurrir a la donación de óvulos. En estos casos, es preciso que exista una cierta compatibilidad entre donante y receptora, y el tiempo de espera puede alargarse cuando no se encuentra una donante adecuada. Gracias a la vitrificación de ovocitos, se han creado bancos de óvulos en los que se conservan los ovocitos congelados de numerosas donantes, algo que sin duda agiliza el proceso antes descrito.
Se han realizado estudios con el objetivo de evaluar los resultados que se consiguen con los óvulos criopreservados, en comparación con los ovocitos frescos, tanto en el caso de utilizar los de la propia paciente, como cuando se trata de emplear los de una donante. Según los datos extraídos de estas investigaciones, el proceso de vitrificación no afecta a la viabilidad de los ovocitos, que no presentan diferencias significativas en la tasa de fecundación, y tampoco afecta a la calidad de los embriones resultantes. El éxito de la implantación y las tasas de embarazo conseguidas son similares en ambos casos.
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La edad de la madre sí afecta a la supervivencia del embrión, pero los resultados en este caso son semejantes cuando se emplean ovocitos frescos, porque las posibles complicaciones del embarazo estarían relacionadas con el proceso natural de envejecimiento de la mujer, y no con la calidad del óvulo. En cuanto a los bebés nacidos a partir de óvulos criopreservados, no se han observado diferencias con respecto a posibles problemas de salud ni menor peso, comparados con los bebés nacidos de ovocitos frescos.
En 2007, la clínica IVI puso en marcha el ‘Plan de Preservación de la Fertilidad’, basado en la vitrificación de óvulos, que ha ofrecido a más de 200 pacientes con un diagnóstico de cáncer la posibilidad de conservar sus ovocitos de forma gratuita, antes de seguir un tratamiento que podría afectar a su fertilidad. Así, cuando llegue el momento, estas personas podrán ser padres sin necesidad de recurrir a donantes anónimos, y con la garantía de que la criopreservación no afectará a la calidad del embrión ni a la salud del futuro bebé.