Una vez que has dado a luz y tienes a tu hijo en casa, todo son atenciones para él y en este ámbito debes seguir practicando una correcta higiene postural con tu bebé para continuar manteniendo a raya todas esas molestias y dolores que pueden surgir, especialmente en la espalda.
En general, has de aplicar todas las normas que has ido aprendiendo durante el embarazo, y que se explican en los apartados anteriores. Por ejemplo, al dar el pecho o el biberón, hazlo sentada, con la espalda bien apoyada, y en una postura confortable. Un cojín de lactancia te puede resultar de mucha ayuda, puesto que te permitirá descansar los brazos y evitará que toda la zona de la espalda y las lumbares estén en tensión.
Postura correcta para coger al bebé
Y para coger al bebé procede de la misma manera que al alzar cualquier otro objeto, es decir, con la espalda recta y flexionando las rodillas, siendo las piernas las que asumen el esfuerzo. El recién nacido aún pesa poco, pero conforme vaya creciendo será más difícil coger a tu bebé, con lo que hacerlo bien desde el principio luego será muy de agradecer. Una vez que tengas al bebé en brazos, haz que su peso recaiga en tus brazos y muñecas.
Un portabebés, usado de forma adecuada, será también una buena opción para transportar a tu pequeño.
Y, para bañarlo, cuida la postura cada vez que te agachas, siempre flexionando las rodillas. Lo ideal es que las bañeras y los vestidores sean altos y no requieran del esfuerzo de la espalda. En general, ten en cuenta las normas de higiene postural que has ido aprendiendo en cuanto a actividades que requieren estar de pie un tiempo prolongado.