La línea alba suele surgir hacia el cuarto mes de embarazo –aunque a algunas gestantes puede salirles en el quinto o sexto mes– y consiste en una mancha vertical que empieza en el pubis y termina en el ombligo y a veces incluso más arriba. En realidad se trata de una línea que ya está ahí antes del embarazo, solo que debido a su color es casi imperceptible, sin embargo, los cambios hormonales que conlleva el embarazo –estrógenos y progesterona– desencadenan variaciones en la melanina, sustancia encargada de pigmentar la piel para protegerla de los rayos ultravioleta, que la oscurecen haciéndola visible.
Esta marca, también conocida como línea nigra a veces va acompañada de una mayor cantidad de vello, y suele notarse más en las embarazadas de tez morena. La línea alba del embarazo es una condición benigna y no representa un riesgo para la salud. No requiere ningún tratamiento específico y después del parto tiende a desvanecerse gradualmente a medida que los niveles hormonales vuelven a la normalidad.
Consejos para la línea alba
- La línea alba es una marca que cuya aparición no se puede evitar en esta etapa, por lo que no se debe utilizar cremas blanqueadoras ni ningún producto que pretenda eliminarla.
- Tras el parto, los niveles hormonales tenderán a regularizarse y la mancha y el exceso de vello desaparecerán sin hacer nada.
- Es conveniente, no obstante, utilizar protectores solares en caso de tomar el sol para conseguir minimizarla y que no se oscurezca más.
- Igualmente, en las horas de máxima intensidad solar evita la exposición directa en la zona.
- Muchas mujeres la lucen con orgullo, así que si es tu caso, adelante.