Embarazo múltiple
En las dos últimas décadas ha aumentado espectacularmente el número de embarazos múltiples a consecuencia, sobre todo, del uso de técnicas de fertilidad. Pero también la genética y la edad de la madre influyen. Conoce sus riesgos y qué cuidados requiere.

Posibles complicaciones de un embarazo múltiple

Actualizado: 28 de junio de 2022

Si esperas más de un bebé, tu embarazo se considera de alto riesgo. Aunque actualmente la mayoría de estos embarazos llegan a término, y los bebés nacen sanos, es importante que te informes sobre las posibles complicaciones que pueden surgir a lo largo de la gestación, y que afectan tanto a la madre como a los bebés. Las más frecuentes son:

  • Aborto. Aumenta el riesgo de muerte intrauterina para todos los fetos. Otra posibilidad es que uno de los embriones no llegue a desarrollarse y se reabsorba y, en este caso, el superviviente no suele tener problemas para continuar su desarrollo.
  • Parto prematuro (lo que aumenta la morbilidad y la mortalidad de los bebés). Cuantos más fetos, mayor es el riesgo de parto pretérmino. La mayoría de los partos múltiples se producen antes de la semana 40 de gestación, normalmente entre la 35 y la 37, y los bebés prematuros pueden tener problemas de salud y requieren cuidados especiales.
  • Preeclampsia precoz.
  • Diabetes gestacional.
  • Anemia.
  • Retraso en el crecimiento intrauterino. Puede que uno o ambos bebés no crezcan todo lo que deberían si las condiciones no son adecuadas. En general, en un parto múltiple los bebés suelen ser más pequeños, sobre todo si comparten placenta. También puede ocurrir que uno de los niños sea bastante más pequeño que el otro.

PUBLICIDAD

Problemas en el parto
  • Cesárea. Con frecuencia los fetos están mal colocados, y es preciso el parto por cesárea.
  • Aumento del riesgo de malformaciones del feto, especialmente defectos del tubo neural y cardiopatías.
  • Síndrome de transfusión feto-fetal (solo en gemelos que comparten placenta).
  • Dilatación más lenta: en un embarazo múltiple las contracciones pueden ser menos intensas y la dilatación más lenta. Esto se debe a que la matriz está muy distendida, y los músculos uterinos pierden flexibilidad y la capacidad de provocar las contracciones necesarias.
  • Cordones enredados: puede ocurrir cuando los fetos comparten bolsa.
  • Prolapso de cordón umbilical: cuando el cordón se adelanta al nacimiento del segundo bebé hay peligro de que el cordón quede comprimido y el bebé no reciba suficiente oxígeno.
  • Desprendimiento de placenta: puede suceder tras el nacimiento del primer bebé.
  • Retención de placenta.
  • Hemorragia posparto: se produce cuando el útero está muy dilatado y no puede contraerse.

PUBLICIDAD

Creado: 6 de mayo de 2011

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

Ver artículos de esta sección