Aunque se hayan seguido todas las recomendaciones y el parto se haya desarrollado satisfactoriamente, sigue existiendo el riesgo de que se produzcan alteraciones en los músculos del suelo pélvico.
La doctora García Gálvez nos explica los síntomas que pueden alertar a una mujer de que estos músculos se han visto afectados por el embarazo o el parto: “es fácil que las mujeres tras el parto adviertan una sensación de peso, otras veces dicen tener como 'más abierto' el introito (entrada de la vagina), e incluso al asearse perciben 'bulto vaginal'. Son distintas formas de percibir un debilitamiento, desinserción de fibras musculares del suelo pélvico, que va desde molestias inespecíficas hasta el prolapso, que consiste en que los órganos que el suelo pélvico sujeta se descuelgan o 'hernian' a través de la vagina; puede ser la vejiga (se hablaría de un cistocele), el útero o el recto (seria un rectocele).”
El Instituto Dexeus de Barcelona, comprobó que tan solo el 18% de las mujeres se someten a una revisión de suelo pélvico tras haber dado luz. La rutinaria revisión posparto, además, y según la doctora García Gálvez, “se limita a evaluar los puntos de la episiotomía, y a recomendar los ejercicios de Kegel si la mujer refiere incontinencia urinaria leve o molestias que muchas veces se sabe que desaparecen espontáneamente a los tres meses del parto.”
Unidades de suelo pélvico
Para detectar el posible deterioro de los músculos del suelo pélvico, y tratar todas aquellas patologías asociadas, se han creado recientemente las Unidades de Suelo Pélvico, integradas en muchos hospitales españoles, y compuestas por un equipo multidisciplinar que incluye ginecólogos, urólogos, sexólogos, fisioterapeutas… El objetivo de estas Unidades es doble, ya que se encargan también de prevenir el daño con programas preparto, destinados especialmente a las embarazadas con factores de riesgo, como la edad, el sobrepeso, embarazo múltiple, pérdidas tempranas de orina en los primeros meses de la gestación…
Tras el parto, como señala la doctora García Gálvez, es preciso “realizar una exhaustiva valoración y rehabilitación, sobre todo si se van a tener mas bebés” y “en determinados casos (partos complicados, incontinencia urinaria que persiste más allá de tres meses...)”. El problema, continúa la ginecóloga, es que “esta valoración puede llevar hasta 45 minutos con aparatos adecuados, y no todos los centros gozan de estos medios”, de ahí que el nacimiento de estas nuevas Unidades suponga un gran avance en la prevención y tratamiento de las alteraciones del suelo pélvico y sus consecuencias asociadas.
