Practicar yoga o Pilates durante la gestación te ayudará a estar en forma y a aliviar ciertas molestias típicas del embarazo. Además, sobre todo el yoga, será un gran aliado para encontrarte mejor mental y emocionalmente.
A nivel físico, pero sobre todo emocional, el yoga posibilita un alumbramiento menos complicado y una maternidad con menos estrés y ansiedad. Gracias a que esta disciplina nos provee de más energía, nos ayudará a tener un mejor estado de ánimo.
La forma de trabajo que plantea el yoga consigue que en el momento del parto surjan de manera espontánea posiciones y movimientos que favorecen el proceso. La formadora, profesora de yoga y fundadora de Oyoga Sevilla (www.oyoga.eu) Lourdes Vidal, declara que “el yoga es una práctica perfecta para facilitar a la mujer su papel protagonista en el parto y que esté centrada en cada una de las contracciones que van viniendo durante el proceso. Siempre entrando en contacto con su instinto natural y entendiendo las sensaciones con gozo y confianza, porque está experimentando la sabiduría de su cuerpo, que sabe lo que tiene que hacer”.
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Yoga para una maternidad más calmada
Respecto a la recuperación puerperal, será también mejor al haber practicado ejercicios de yoga, porque evidentemente un cuerpo ejercitado se repone más fácilmente. Así, durante el puerperio, es recomendable seguir con esta disciplina, para no perder esa tonificación que hemos ido logrando a lo largo del embarazo y para luchar con los posibles dolores que vayan surgiendo (por las malas posturas al dar de mamar o coger en brazos al bebé, por ejemplo). Aunque ahora los ejercicios irán cambiando, porque ya podremos hacer ciertas posturas que el embarazo no nos permitía.
Lourdes Vidal, profesora de yoga, indica que: “cuatro o seis semanas después de parir, tras la cuarentena, el trabajo del yoga es más dinámico pero continúa centrado en los músculos abdominales y el suelo pélvico. Y en el tercer mes después de dar a luz, de acuerdo al ritmo de cada mujer, es cuando se puede empezar a trabajar más intensamente y recuperar la fuerza y la energía que se ha perdido con el embarazo”.
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Además, a nivel emocional el yoga será muy valioso. La relajación y respiración que nos proporciona esta disciplina nos darán herramientas para “vivir las situaciones que se presenten desde la calma: una noche entera con un bebé llorando, sin dormir y con el cansancio acumulado, por ejemplo”, remata la experta del centro sevillano Oyoga.