Pedro del Castillo

Periodista, comunicador, presentador y autor de ‘Diario de un padre primerizo’
Pedro del Castillo suma más de un millón de seguidores entre Instagram y TikTok. Un fenómeno viral sustentando por unos vídeos en los que retrata con humor y ternura su experiencia como padre, que ahora refleja en ‘Diario de un padre primerizo’.
Pedro del Castillo
“Cada etapa de la vida de tus hijos implica cosas nuevas, por eso creo que un padre nunca deja de ser primerizo o de estar en prácticasâ€

7 de febrero de 2025

Pedro del Castillo suma más de un millón de seguidores entre sus cuentas de Instagram y TikTok. Lo que empezó como una forma de hacer currículum tras dejar su trabajo para pasar más tiempo con su primera hija, se acabó convirtiendo en un fenómeno viral sin precedentes gracias a unos vídeos en los que retrata con humor y ternura su experiencia como padre. “Es algo inexplicable. Así que como no me lo explico, a Dios gracias, y a aprovechar la oportunidad que eso te ofrece de llegar a gente, de contar tu experiencia, de compartir lo que me sorprende, lo que me alegra, lo que me divierte, lo que vivo… Y todo eso, a día de hoy, está muy centrado en la familia y la paternidadâ€, afirma. A esa vocación por compartir su experiencia se suma ahora Diario de un padre primerizo (Espasa), un libro en el que el periodista y comunicador cuenta la transformación personal que supuso para él el nacimiento de su primera hija. Hoy, ya como padre de dos hijos, se niega a quitarse el cartel de padre primerizo: “Cada etapa de la vida de tus hijos implica cosas nuevas, por eso creo que un padre nunca de ser primerizo o de estar en prácticasâ€.

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Cuentas en el primer capítulo del libro que te invitaron a un programa de TVE y cuando te preguntaron cómo querías que te presentasen, dijiste que como padre primerizo. Parece que eso de ser “padre primerizoâ€, de llevar la “Lâ€, es solo al principio, pero no tengo claro que se deje de ser padre primerizo nunca.

Portada "Diario de un padre primerizo"

Yo creo que no. Yo, por ejemplo, nunca había vivido lo que es gestionar a dos niños pequeños. Hasta que los tienes por primera vez. Nunca había vivido ir al parque con dos niños pequeños hasta que los tuve por primera vez. Es verdad que yo ya me apañaba más o menos bien con una, pero con dos es otra movida distinta. Y hay un montón de aspectos de la vida que sé que voy a vivir como padre por primera vez. Dejas una etapa más de recién nacido y te metes en la infancia, dejas la infancia y te metes en el colegio, luego en la adolescencia… Cada etapa de la vida de tus hijos implica cosas nuevas, por eso creo que un padre nunca de ser primerizo o de estar en prácticas.

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Un amigo psicólogo suele decir que «la condición de padre la certifica un papel y puede no tener más significado que la connotación jurídica. En cambio, el título de papá lo dan los hijos y las hijas, y se gana día a día en la interacción y los cuidados».

Es verdad que esa parte de padre de carácter más administrativo o burocrático puede estar simplemente en un papel, pero hay un componente muy importante en ese tránsito de padre a papá, porque eso, efectivamente, solo te lo pueden dar tus hijos. Las únicas personas que se dirigen a mí como “papá†son mis niños. Y tengo la sensación de que es uno de los logros o títulos a nivel currículum del que más orgulloso me siento. A lo largo de mi vida he hecho muchas cosas, me han puesto muchos motes, pero el de “papá†genera orgullo y es un cargo que te obliga a estar a la altura cada día, te lo tienes que merecer.

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Te he puesto este anzuelo porque esa frase me vino a la mente al leer los capítulos que empiezan con el texto “La paternidad no va con nosotrosâ€, en los que tú te planteas dejar un buen trabajo porque no puedes seguir sin apenas ver a tu hija. Yo eso lo veo muy de título de “papáâ€.

Lo que me parece muy interesante de eso es que antes de que naciese Lola, mi hija mayor, yo era Pedro. Y era presentador, locutor. No imaginaba que cuando llegase ella eso iba a cambiar. Yo era de la idea de “sí, bueno, voy a tener una hija, y después santas pascuas, un cuento por la noche y poco másâ€. Pero cuando nació, disfrutar de los meses de baja de paternidad, me hizo darme cuenta del nuevo título. Un título que sentí que tenía una importancia mucho mayor a todo lo que yo era anteriormente. Tenía más necesidad de priorizar el título de “papá†que el de periodista.

“Tengo la sensación de que en muchos padres hay un despertar, que se dan cuenta de que ellos no son solo su trabajo, su currículumâ€

No imaginaba que iba a cambiar tanto esa balanza, la verdad, así que cuando volví al trabajo y empecé a ver que dedicaba más tiempo a algo que para mí era menos prioritario, me di cuenta de que tenía que cambiar, ya que no tenía sentido que me perdiera algo tan bonito y tan importante.

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Lo de “la paternidad no va con nosotros†lo dice uno de tus jefes entonces, cuya figura podemos asociar a la del “padre proveedor†(que no papá). ¿Crees que esa figura está cambiando, que cada vez los padres queremos ser menos proveedores y participar más en los cuidados y en el día a día de nuestros hijos e hijas?

No me atrevería a hacer un análisis social, pero en mi escala yo veo cambios. No te diré que altísimos ni te daré un titular estilo “llega una nueva generación de padresâ€; pero sí que veo en mi entorno que dos o tres de cada diez padres están en otro tono, en otro tipo de conversación, con otra intención de vida. Que ojo, no se trata de renunciar a todo, ser amo de casa, vivir solo para los niños… No, es tener la sensación de que el trabajo no lo es todo.

“Había un Pedro que no pensaba que la experiencia de la paternidad le pudiese tocar en lo más profundo, que le pudiese cambiar la manera de entender la vida y de entenderse a sí mismoâ€

Hubo unas generaciones anteriores a nosotros, las de nuestros padres y nuestros abuelos, que por el sistema que había a los hombres se les daba un peso básicamente profesional y económico. “Tú traes el dinero a casa y la madre que se ocupe del restoâ€. Eso yo creo que está cambiando. Y sí tengo la sensación de que en muchos padres hay un despertar, que se dan cuenta de que ellos no son solo su trabajo, su currículum. ¿Por qué? Porque estamos recogiendo el fruto de lo que hemos escuchado a generaciones previas, a muchos padres y abuelos que ahora nos dicen que se dejaron la vida en el trabajo, y ahora que son mayores se dan cuenta de que lo importante estaba en casa. Ese mensaje a mí me ha calado mucho.

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Tú reconoces en el libro que quizás un año antes hubieses comprado ese discurso de tu jefe, de la necesidad de dejárselo todo en el trabajo, de centrarlo todo en la carrera profesional. ¿Hasta qué punto te puede cambiar la vida la paternidad?

Yo, de hecho, pensaba incluso que la vida con mi pareja no me iba a cambiar, que íbamos a seguir saliendo, viajando… Es que no eres consciente de lo que se te viene encima. Yo creo que mi mujer y yo tuvimos mucha suerte de vivir de la mano nuestros permisos de maternidad y paternidad, y eso hizo que me enamorase de la paternidad. Estar los tres juntos esos primeros meses, con todo lo malo (cansancio, despertares, llantos, ojeras…), pero también con todo lo bueno, porque puedes disfrutar de un paseo tranquilo con tu pareja y tu bebé, esas pequeñas cosas que hacen que eso que estás viviendo en casa te guste. Creo que eso es lo que cambió: que había un Pedro que no pensaba que la experiencia de la paternidad le pudiese tocar en lo más profundo, que le pudiese cambiar la manera de entender la vida y de entenderse a sí mismo. La llegada de la peque me transformó.

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A mí, cuando fui padre, una cosa que me llamó la atención fue caer en la cuenta de que no había pensado en la idea de conciliación hasta tener una hija. Fue muy triste esa constatación. ¿En qué otras cosas te ha cambiado la mirada el hecho de ser padre?

Hoy, mi vida gira en torno a los niños sietes días a la semana y 24 horas al día. Intentamos dar importancia a la pareja, a nosotros mismos (para pasear, hacer ejercicio, ver una serie juntos…), pero todo lo que es la organización de nuestra vida mira a los niños. Eso condiciona todo lo demás.

“Creo que hoy en día las redes sociales son un gran currículum. Y ya no solo para los que se dedican al mundo de la comunicación, sino para todosâ€

Antes, cuando yo tenía que decidir un plan, ya fuese de trabajo o de ocio, miraba mi agenda. Ahora miro primero los horarios vitales de mis hijos, sus horarios de sueño, de comida, etcétera. Y luego cosas más superficiales. Yo soy muy futbolero, muy del Real Madrid, y el otro día le decía a mi mujer que no sabía cuánto tiempo llevaba sin ver un partido completo. Incluso me ha pasado mirar el móvil y decir, “coño, si está jugando el Madridâ€. Y, por supuesto, el ocio. Ahora mi mejor plan de viernes es pedir algo de comida y, ya con los niños acostados, ver una serie o una peli. Me encanta. No es algo que haya sido una renuncia para mal o que me haga vivir la paternidad como una carga.

Redes sociales y sobreexposición

Me ha llamado la atención que cuando dejaste tu trabajo, la empresa te había ofrecido ser el responsable de sus redes sociales, de la nueva cuenta de TikTok… y luego va y resulta que triunfas con tus redes sociales tratando mucho el tema de la paternidad. ¿Cómo se lleva eso de tener más de 480.000 seguidores en la cuenta de Instagram?

Recuerdo que le dije a Bea, mi mujer, que una de las cosas que quería hacer al dejar el trabajo, además de unos proyectos que tenía pendientes como autónomo, era potenciar mis redes. Creo que hoy son un gran currículum. Y ya no solo para los que se dedican al mundo de la comunicación, sino para todos. Así que fue una novedad enorme y verme con más de 400.000 seguidores en Instagram y más de 600.000 en TikTok es algo inexplicable. Así que como no me lo explico, a Dios gracias, y a aprovechar la oportunidad que eso te ofrece de llegar a gente, de contar tu experiencia, de compartir lo que me sorprende, lo que me alegra, lo que me divierte, lo que vivo… Y todo eso, a día de hoy, está muy centrado en la familia y la paternidad.

He visto que tienes muchos vídeos abordando con sentido del humor la paternidad. ¿Se puede sobrevivir sin humor a la paternidad?

No sé si se puede sobrevivir, pero desde luego se lleva mejor con sentido del humor. Una de las espinitas que yo tengo con la paternidad, por ejemplo, es el sueño, el dormir no muy bien. Cuando hago comedia de eso en un vídeo es como una forma de encajarlo mejor, de relativizar.

“No sé si se puede sobrevivir a la paternidad sin humor, pero desde luego se lleva mejor con sentido del humorâ€

Me gusta hacer ese tipo de vídeos porque creo que está muy bien reírse de uno mismo; y además a la gente les hacen mucha gracia porque no hay mejor humor que aquel con el que te sientes identificado. A mí, de hecho, también me ayuda mucho encontrarme con ese tipo de vídeos en redes.

Y por último me gustaría preguntarte cómo has llevado el tema de la exposición de tus hijos en redes. ¿Ha sido algo en lo que has pensado mucho?

Eso te diría que ha sido otro de los temas de ser padre primerizo y de aprender. Si a mí me preguntas hace cinco años, te hubiese dicho que sacaría a mis hijos en redes sin ningún problema. Al principio, de hecho, subía contenido con la niña, vídeos de esos que le puedes enviar a tu madre por WhatsApp. ¿Por qué no iba a compartirlo en redes? Esos vídeos se viralizaban, se compartían. Me ocurría una cosa muy bonita, ya que la gente me escribía mensajes súper currados de lo bien que le hacían los vídeos. Tengo una carpeta con capturas de pantalla para enseñárselo a la peque algún día, porque hay mensajes de poner la piel de gallina. Pero…

Estaba esperando el “peroâ€. El otro día me metí en un vídeo tuyo al azar y vi un comentario en el que una mujer te preguntaba porque en los vídeos ya no podían ver la carita de la niña.

Pues llegó un momento en el que nos dijimos “cuidadoâ€, porque la niña estaba cogiendo un foco que pensamos que no le correspondía, una exposición que se nos estaba yendo de las manos porque la cuenta no dejaba de crecer. A eso suma que estamos en un momento tecnológico brutal con el tema de la IA, que empiezas a escuchar más de los peligros de internet, que ya los conocía, sí, pero ahora podían afectar a nuestra hija… Así que decidimos que lo mejor era sacarlos de foco, no poner el protagonismo en ellos. Fue una cosa que reflexionamos mucho. 

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