Pedro Valentín-Gamazo

Terapeuta experto en gestión emocional y acompañamiento de prematuros, y autor de ‘Entre la fuerza y lo vulnerable’
Pedro Valentín-Gamazo, autor de ‘Entre la fuerza y lo vulnerable', nos habla de los principales retos psicológicos, relacionales y emocionales a los que se enfrentan las familias con hijos nacidos de forma prematura y las claves para acompañarles.
Pedro Valentín-Gamazo
“El parto prematuro en sí no tiene por qué afectar al vínculo entre madre e hijo. Es la separación entre ambos lo que sí afecta al vínculo entre la madre y el bebé”

18/07/2024

Se entiende por parto prematuro aquel que se produce antes de la 37 semana de gestación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2020 nacieron antes de tiempo alrededor de 13 millones de bebés en todo el mundo, lo que suele implicar un reto a nivel sanitario, pero también para las propias familias que se enfrentan a un escenario mucho más complejo del que imaginaban. Y no es para menos: las complicaciones que conlleva un parto prematuro son la principal causa de mortalidad infantil. “Es importante reconocer y ser conscientes de que el paso por la UCIN es una experiencia traumática, tanto para la madre como para el bebé, especialmente a mayor nivel de prematuridad y de prolongación de la separación madre-hijo”, cuenta Pedro Valentín-Gamazo, terapeuta y autor de Entre la fuerza y lo vulnerable (Desclée De Brouwer), un libro en el que recoge su historia personal como padre de un niño que nació de forma prematura a las 28 semanas, así como información acerca de los principales retos a los que se suelen enfrentar las familias en estas situaciones.

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Cuenta Valentín-Gamazo que la experiencia cambió por completo la forma de enfrentarse a su propia paternidad, pero también a la vida misma. “Es curioso, la forma en que me hice padre con mi primera hija y la forma en que me hice padre de mi segundo hijo fueron muy diferentes. En el caso de la primera, que nació a término, yo me fui haciendo padre poco a poco, con el paso de los días y las semanas, antes y después de su nacimiento. En el caso de nuestro hijo nacido prematuro, me hice padre al instante, en un punto entre el momento en que pude visitarle en la UCIN por vez primera y el de tenerle en brazos, piel con piel, practicando el método canguro”. Dice que, en todos estos años, ha aprendido a relativizar, a darle importancia a las cosas que realmente son importantes, y a reconocer y aceptar su propia vulnerabilidad. También le ha traído una vocación: divulgar en torno a la prematuridad y el proyecto El hilo de las emociones, a través del cual se convierte en el personaje Vagavatú y crea canciones “para grandes y pequeños al son de las emociones”.

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Tu hijo, que tiene ahora 10 años, nació a las 28 semanas con tan solo 1 kilo de peso. ¿Da vértigo mirar hacia atrás? ¿Ha sido difícil el camino andado?

Portada de ‘Entre la fuerza y lo vulnerable’

Ya no da vértigo, pero sí lo ha dado en muchas situaciones. Recuerdo las primeras entrevistas en la escuela infantil, en los inicios de la educación primaria, las tutorías… El camino fue especialmente difícil en los primeros años. También esos muchos momentos posteriores en los que, de alguna forma, lo vivido entonces se vuelve a hacer presente, como si un suceso actual ejerciera de disparador de las antiguas vivencias.

Son momentos de mucha intensidad en los que nuestro hijo reacciona, por así decirlo, en exceso ante situaciones cotidianas que no parecen revestir tanta importancia. En realidad, son oportunidades para acceder aquí y ahora a las vivencias traumáticas de allá y entonces, poder darles un lugar, mirarlas de otro modo, más comprensivo y amable y, de alguna forma, sanarlas.

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“Nuestro hijo no es prematuro. Nació de forma prematura, que son dos cosas bien diferentes”, escribes. ¿Por qué es importante hacer esta diferencia?

Porque, si bien la forma en que uno llega al mundo es importante, en realidad no dice nada de quién es. La prematuridad no forma parte de la identidad, forma parte de la historia vital, pero eso es sólo una parte de la identidad. El problema, y por eso remarco la diferencia, es que tendemos a confundir la parte con el todo, el pasado con el presente, la historia de vida con la identidad.

Cuentas que actualmente el porcentaje de partos prematuros en España se acerca al 7% (1 de cada 13 nacimientos). Creo que esto es algo en lo que no pensamos mucho antes del embarazo, pero es una realidad que está ahí. ¿Cómo lo vivisteis vosotros?

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Por lo general, no es un dato que se desee tener en cuenta a lo largo del embarazo, pero, cuando sobreviene algún tipo de dificultad durante el embarazo, el fantasma del parto prematuro se aparece de forma casi irremediable. Nuestras últimas semanas de embarazo fueron una especie de “carrera a la inversa” para darle a nuestro hijo un día más, una semana más en el útero.

La prematuridad no forma parte de la identidad, forma parte de la historia vital, pero eso es sólo una parte de la identidad

Pero, realmente, eso es algo que estaba fuera de nuestro margen de actuación. Si el bebé sale antes de llegar a término es porque, probablemente, necesita hacerlo. Por algún motivo, las condiciones intrauterinas han dejado de ser óptimas para su bienestar y maduración y algo instintivo en el bebé le dice que ha llegado el momento de salir.

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Cuentas que desde el parto vuestro tiempo ya no se medía en minutos y segundos sino en gramos. ¿Cómo fueron aquellos días en la UCIN?

No es nada fácil convivir con la sensación de que la vida de tu hijo está en juego, que cada minuto y cada gramo cuentan, que el paso del tiempo juega a tu favor… Siempre y cuando también la medida de los gramos avance en el mismo sentido. Todo te es ajeno en los primeros días, hay una profunda sensación de irrealidad, de estar completamente al margen del mundo y de la vida cotidiana.

Más allá de estar presentes en la UCIN el tiempo necesario para acompañar a nuestro pequeño gran prematuro, cada minuto estaba centrado en asegurarnos de que la leche materna siguiera fluyendo, estuviera bien conservada y a tiempo en el hospital para cada toma. También guardábamos reservorios de energía para atender, al menos en unos mínimos, a nuestra hija mayor.

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Cómo fortalecer el vínculo con el bebé en la UCIN

“Nunca es tarde para generar vínculo”, se titula uno de los capítulos del libro. ¿Cómo puede afectar el parto prematuro al establecimiento del vínculo en la díada madre-bebé?

El parto prematuro en sí no tiene por qué afectar al vínculo entre madre e hijo. Es la separación entre ambos lo que sí afecta al vínculo entre la madre y el bebé. El vínculo en esos primeros momentos de vida es un proceso fisiológico, hormonal, neuronal. Y es en la cercanía, en el contacto piel con piel donde con mayor facilidad se activan y fortalecen dichos procesos, no sólo en el cuerpo del bebé, también en el de la madre.

Ser conscientes de que la separación también afecta al vínculo entre madre e hijo puede ser de mucha ayuda para ambos, en la medida en que se pongan en marcha todos los procedimientos necesarios para apoyarles después en el fortalecimiento de dicho vínculo.

No es nada fácil convivir con la sensación de que la vida de tu hijo está en juego, que cada minuto y cada gramo cuentan, que el paso del tiempo juega a tu favor…

¿Qué técnicas o prácticas pueden ayudar a fortalecer el vínculo durante la estancia del bebé en la UCIN?

El método canguro piel con piel ha sido un avance importantísimo, y está más que establecido en muchos hospitales del mundo. Muchas UCIN cuentan también con apoyo psicológico para los padres, cuya estancia prolongada en la UCIN es cada vez mejor recibida y acompañada.

Con mucha probabilidad, la madre va a necesitar apoyo para entender y elaborar lo que está viviendo y cómo navegar las diferentes emociones que irán surgiendo. Asimismo, la sensibilidad y la formación del personal médico desempeñan un papel fundamental en el apoyo a los progenitores, de manera que estos se sientan seguros y puedan centrarse en construir y fortalecer el vínculo con su bebé. En general, todo lo que sea generar unas condiciones hospitalarias lo más agradables y confortables posible ayudará sin duda alguna al vínculo maternofilial.

El método canguro piel con piel ha sido un avance importantísimo, y está más que establecido en muchos hospitales del mundo

El experto en neurociencia Nils Bergman insiste en la separación cero, y el método canguro piel con piel, también en prematuros. “Lo que cambia es el lugar, no los cuidados”, suele decir en sus conferencias y clases. En la mayoría de los hospitales es difícil cambiar el paradigma médico y esto aún no se hace así…

La neurociencia y los grandes avances en el conocimiento del cerebro y del sistema nervioso están haciendo que cada vez seamos más conscientes de lo importante que es cuidar todo lo relacionado con la llegada del bebé al mundo y lo mucho que dicho cuidado puede aportar en términos de salud a lo largo de la vida. La propia OMS editaba hace un tiempo una guía sobre la importancia de la no separación tampoco en casos de parto prematuro…

¿Cómo pueden los profesionales de la salud apoyar a las familias? ¿Qué hubierais necesitado?

La verdad es que fuimos muy afortunados. Nos encontramos una UCIN de tamaño reducido –no creo que hubiera más de diez o doce puestos–, en comparación con el Hospital de La Paz, cuya UCIN cuenta con sesenta puestos. Se nos ofreció ayuda psicológica y todas las facilidades para practicar el método canguro y mantener la lactancia materna. El personal de la UCIN estaba formado y sensibilizado… Lo que los padres y los bebés prematuros necesitamos en esos días, semanas o meses de hospitalización es sentirnos confiados y seguros.

Lo que los padres y los bebés prematuros necesitamos en esos días, semanas o meses de hospitalización es sentirnos confiados y seguros

Consecuencias de la prematuridad a largo plazo

¿Qué tipos de problemas de salud a largo plazo pueden afectar a los niños que nacen con prematuridad?

Son muchos los problemas que se pueden dar, de mayor gravedad e incidencia según el grado de prematuridad. Pero también existe una gran variabilidad entre unos bebés y otros. En el libro me centro en las consecuencias psicológicas, emocionales y relacionales, que, en mi opinión, no han sido tenidas en cuenta hasta el momento en la medida que se merecen y que también estarán más presentes a mayor grado de prematuridad, estancia en la UCIN y duración de la separación maternofilial.

¿Cómo se monitorea el crecimiento y desarrollo de estos niños después del alta hospitalaria?

El seguimiento médico durante los tres primeros años de vida es muy completo y a menudo se acompaña de programas de estimulación temprana, cuando así se requiere. A lo que no se suele prestar tanta atención es al acompañamiento familiar y a la atención de las necesidades psicoemocionales del niño.

Yo recomendaría que, en algún momento antes de terminar la infancia, el niño que en su momento nació de forma prematura tenga la oportunidad de realizar un proceso terapéutico. Asimismo, también recomiendo que los padres hagan lo propio, lo que se me antoja más necesario si cabe en el caso de que planeen quedarse nuevamente embarazados.

El seguimiento médico durante los tres primeros años de vida es muy completo y a menudo se acompaña de programas de estimulación temprana, cuando así se requiere

¿Cómo puede afectar el nacimiento prematuro a la dinámica familiar y qué estrategias pueden ayudar a manejar este impacto?

Un nacimiento prematuro es un importante factor de desestabilización en todos los sentidos: rompe los planes, nos sitúa ante un contexto nuevo e inesperado, lleno de miedos e incertidumbres, sin apenas pautas o guías a las que agarrarse… Es, sin duda alguna, un tremendo impacto para todos los miembros de la familia.

Construir un espacio seguro en torno al bebé, generar una red de apoyos, acompañar a los hermanos mayores, buscar espacios para que los padres se nutran emocional y relacionalmente… Todo ello va a ser de mucha ayuda para enfrentar lo que se nos viene encima.

Un nacimiento prematuro es un importante factor de desestabilización: rompe los planes, nos sitúa ante un contexto nuevo e inesperado, lleno de miedos e incertidumbres, sin apenas pautas o guías a las que agarrarse

Por último, ¿qué recomendación le darías a una familia que esté pasando o haya pasado por lo mismo?

Que no se encierren en sí mismos, que busquen la manera de contarse su propia historia y la de su hijo de manera comprensiva, tierna, amable. Que busquen ayuda, que se atrevan a desenmarañar la madeja de emociones repleta de nudos que se habrán ido acumulando, que hagan por entender que las reacciones desmedidas de su hijo no tienen que ver exclusivamente con el presente, sino que hablan de cómo se sintió y de sus vivencias allá y entonces.

Y, aun a riesgo de parecer petulante, que lean mi libro, donde profundizo mucho más en qué hacer en esta situación y cómo afrontarlo desde la comprensión y el amor.

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