Pilar Vergara
22 de agosto de 2019
Ha pasado una década, y cuatro ediciones, desde que la optometrista comportamental Pilar Vergara publicara Tanta inteligencia tan poco rendimiento (Aurum Volatile), una guía en la que la experta vuelca su experiencia ayudando a niños con problemas visuales, y en la nueva edición ofrece información actualizada y colaboraciones de otros profesionales, y amplía capítulos que pueden ser de interés para quienes desean saber más de la visión, su desarrollo y su salud. Quizás sea sobre todo un libro para aquellas familias a las que la autora llama cariñosamente “familias peregrinas”, porque van de profesional en profesional durante años buscando qué le ocurre a sus hijos cuando aparece el fracaso escolar. Dice Vergara que los motivos por los que un niño puede fracasar en el colegio son diferentes, pero que una de las principales razones que encuentra “es cuando los problemas visuales no son diagnosticados adecuadamente en habilidades específicas que son cruciales para el aprendizaje”. Y por ello señala la necesidad de acudir a un optometrista comportamental, que trabaja a través de la Optometría y la Terapia Visual, tratando problemas de visión, y no solo de vista.
¿Hasta qué punto es crucial el papel de la visión en el aprendizaje de los niños?
Tenemos cerebros visuales, y la ciencia lo ha demostrado: el 65-70% de la información que entra a nuestro cerebro es visual, y la mayor parte del mismo está involucrado de una u otra forma en la visión. Por tanto, si nuestra visión no funciona óptimamente, nuestro cerebro no funciona óptimamente.
El motivo o motivos por los que un niño o una niña puede fracasar en el colegio son diferentes, y una de las principales razones es cuando los problemas visuales no son diagnosticados adecuadamente en habilidades específicas que son cruciales para el aprendizaje. Los niños que tienen estos problemas tendrán síntomas o comportamientos como: perderse al copiar de la pizarra o al leer, usar el dedo para leer, percibir que se le mueven las palabras en la página, o experimentar dolor de ojos o dolor de cabeza al finalizar la jornada académica.
Se sigue pensando que si ves con claridad tu visión es buena, sin embargo, eso es la vista, no la visión
¿Cuáles son los problemas de visión más habituales entre la población infantil?
Los problemas que más habitualmente encuentro yo en mi consulta en el día a día son las dificultades para enfocar de cerca, los problemas de coordinación de los dos ojos y para saber mover los ojos de forma eficaz, así como los problemas de procesamiento de la información visual. Todos ellos afectan en mayor o menor medida al aprendizaje.
Los problemas de visión interfieren en el aprendizaje
Señalas en el libro que ante un problema de rendimiento escolar muchas familias empiezan un peregrinaje, que puede durar años, buscando qué le ocurre a su hijo o hija, y esa búsqueda no termina en muchos casos hasta que llegan al optometrista. ¿Por qué ocurre esto?
Yo matizaría que en el caso de los problemas de los que estamos hablando, se trata de un optometrista comportamental, porque optometristas somos todos los ópticos de España por titulación, pero que nos dediquemos a este campo específicamente somos muchos menos. El motivo es porque no se entiende lo que es la visión, y por tanto no se pueden ni imaginar su relación con el aprendizaje. Se sigue pensando que si ves con claridad, tu visión es buena; sin embargo, eso es la vista, no la visión.
Si nuestra visión no funciona óptimamente, nuestro cerebro no funciona óptimamente
¿Hay alguna señal muy clara que pueda alertarnos de que hay un problema visual?
En mi libro tengo un listado de signos o síntomas que nos pueden dar pistas; algunos de ellos son, por ejemplo, que el niño siga la lectura con el dedo, que se le muevan las palabras en la página, que le molesten los ojos al realizar tareas de cerca, o que sufra dolores de cabeza al finalizar el día.
Según la guía pediátrica de la Asociación Americana de Optometría, los exámenes visuales del colegio detectan sólo el 24,5% de los casos. ¿En qué fallan?
Fallan porque se centran en mirar solamente si el niño o la niña ve claramente o no una letra a seis metros de distancia. Es decir, se centran en la vista. Ese tipo de evaluaciones son incompletas para los tiempos en los que vivimos.
La mayor parte de los niños que vienen a nuestras consultas con problemas de visión que están interfiriendo en su aprendizaje tienen una vista perfecta
Distingues claramente entre visión y vista. ¿Podemos tener problemas visuales teniendo un 100% de vista?
Por supuesto; de hecho, la mayor parte de los niños que vienen a nuestras consultas con problemas de visión que están interfiriendo en su aprendizaje tienen una vista perfecta, y por eso es mucho más difícil hacer un diagnóstico correcto. Son niños a cuyas familias se les dice que busquen por otro lado, que sus ojos están perfectos, pero que tienen un problema visual.
Cómo lograr un buen desarrollo visual
¿Qué impide que se desarrolle correctamente el sistema visual?
Es una pregunta muy buena y muy larga de contestar, pero intentaré resumir lo que pueda. El sistema visual es muy sofisticado y aunque nacemos con él estructuralmente casi perfecto, a nivel de función es como una caja vacía.
El niño tiene que aprender a ver, a coordinar los ojos, a moverlos adecuadamente, a enfocar... Un buen desarrollo motor es clave para un buen desarrollo visual. Las piezas se van solapando y engranando en el desarrollo, y la visión es una de ellas. Gracias a que la visión se aprende, se puede entrenar también.
El niño tiene que aprender a ver, a coordinar los ojos, a moverlos adecuadamente, a enfocar...
¿Se puede solucionar a futuro que la visión no se haya desarrollado de forma adecuada durante la infancia?
Primero el oftalmólogo tendrá que decirnos que no haya nada a nivel estructural que nos pueda interferir. Si esto es así, podemos realizar un trabajo de terapia visual para ayudar a desarrollar adecuadamente aquellas habilidades que no lo han hecho en el momento que deberían.
Cuanto antes se detecte mejor, claro; no obstante, y gracias a la plasticidad cerebral, no hay un límite de edad para poder tratar a una persona de este tipo de problemas visuales.
Gracias a la plasticidad cerebral no hay límite de edad para poder tratar a una persona de este tipo de problemas visuales
¿Cuáles serían para ti las pautas y normas de higiene visual más básicas?
Mantener una buena postura al leer y escribir, con los pies en el suelo, la mesa a la altura adecuada y un plano inclinado y, si no se puede, entonces usar atril; disponer de buena iluminación –mejor una para toda la sala y otra más central con un flexo opuesto a la mano que use el niño para no hacer sombra–; tener la mesa de estudio delante de la ventana para poder levantar los ojos y mirar lejos; controlar el uso de las tecnologías, procurando restringirlo al fin de semana y durante un tiempo limitado y procurando que las pantallas que usen sean lo más grandes posible. Además, en mi libro se puede encontrar un listado más completo, tanto de higiene visual, como de tecnología.