Dr. Genís Cardona
23 de mayo de 2017
¿La tecnología daña o beneficia a nuestra salud visual? Muchas son las informaciones que nos llegan acerca de los Smartphones, los ordenadores o las tablets afectan a nuestra visión, pero, ¿qué hay de cierto? Para comentar y debatir sobre la relación entre tecnología y salud visual, más de 750 ópticos-optometristas de más de 30 países europeos se han dado cita recientemente en Barcelona en uno de los encuentros científicos más importantes del sector. El evento, llamado Barcelona 2017 ha agrupado el congreso bienal OPTOM Meeting del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) y, al mismo tiempo, también el encuentro anual de la Academia Europea de Optometría y Óptica (EAOO, en sus siglas en inglés). En esta ocasión, el leit motiv ha sido Visión y nuevas tecnologías. Dos campos diferentes, pero muy relacionados. Genís Cardona, investigador y profesor agregado en la facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (Universitat Politècnica de Catalunya) y experto investigador en síndrome visual informático, responde nuestras preguntas sobre los últimos avances en este campo presentados en dicho congreso.
Teléfonos inteligentes, agendas y libros electrónicos, tabletas, portátiles… son elementos casi indisociables de la sociedad actual. Por no hablar de todos sus usos en aspectos médicos. Pero, díganos, la tecnología ¿daña o beneficia a la salud visual?
Las dos cosas. Por un lado nos ayuda a los especialistas a detectar mucho antes enfermedades que antes se diagnosticaban en fases avanzadas, pero por el otro está provocando que los defectos visuales aumenten cada vez más.
¿Quiere decir que la tecnología influye a que cada vez veamos peor? ¿Cuáles son los principales defectos visuales qué provoca la tecnología?
El abuso de la tecnología hace que cada vez veamos peor. La miopía ya es una epidemia a nivel mundial. Estamos todo el día pegados al smartphone o a las tablets. Es decir, nos estamos acostumbrando a ver de cerca y nuestros ojos se están adaptando a la visión próxima. La letra del WhatsApp, por ejemplo, es muy pequeña. Para mantener una conversación cómoda, lo que erróneamente solemos hacer es a acercar nuestro móvil para poder ver las letras con mayor comodidad y eso hace que nuestros ojos se vayan olvidando a ver de lejos.
El abuso que hacemos de la tecnología hace que cada vez veamos peor
Con lo que explica no es de extrañar la previsión que ha hecho el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral de Estados Unidos al afirmar que en el año 2020 más del 30% de los niños y adolescentes tendrá miopía…
Alarmante. Aunque también resulta preocupante los datos actuales de algunos países. Concretamente, alrededor de un 70-80% de los adolescentes del sudeste asiático son miopes debido, en parte, al abuso de las nuevas tecnologías.
¿Y en España?
Tenemos tasas más bajas, podría estimarse que en torno a un 40% de los adolescentes padece este problema. Pero la tendencia es que vaya aumentando.
¿Qué podemos hacer para prevenirlo?
No abusar tanto de la tecnología. A los hijos, por ejemplo, es muy importante corregirlos cuando vemos que están mirando el dispositivo a una distancia muy cercana. También resulta fundamental inculcarles unos horarios para usar el móvil y que aprendan que hay ciertos momentos en los que deben prescindir de él. Como en el colegio, cuando están comiendo, cuando están con amigos o cuando se acerca la hora de ir a dormir.
Es muy importante corregir a los hijos cuando vemos que están mirando el dispositivo a una distancia muy cercana
Apaga tus dispositivos antes de dormir
¿Por qué no se recomienda utilizar el móvil antes de ir a dormir?
Debido al efecto que tiene sobre nuestro cerebro la luz azul que emiten estos dispositivos. Es decir, si utilizamos una tablet antes de ir a dormir, puede ser que nos cueste más esfuerzo conciliar el sueño o que el descanso no sea tan reparador y que al día siguiente estemos fatigados. Eso es debido a que dicha luz azul tiene capacidad para alterar nuestro ciclo circadiano, es decir, nuestro reloj biológico que regula las funciones fisiológicas del organismo y que hace que por la noche nos sintamos fatigados y con ganas de dormir.
Un par de horas antes de ir a dormir no deberíamos mirar el móvil o la tablet
¿Cuánto tiempo debemos dejar pasar desde que miramos el dispositivo hasta que nos vamos a dormir para que no nos afecte a la calidad del sueño?
No está muy estudiado. Simplemente hay que aplicar el sentido común. Un par de horas antes de ir a dormir no deberíamos mirar el móvil o la tablet.
¿Sucede lo mismo con la televisión?
Podría, pero la diferencia es que mientras la mayoría de los dispositivos electrónicos los miramos de cerca, la televisión solemos verla a distancia. El peligro del smartphone o de las tablets radica en la distancia a la que los miramos. También es importante no leer a oscuras. Al estar leyendo a través de la tablet en una habitación sin luz, por ejemplo, hace que nuestra pupila esté muy dilatada y, por tanto, nos entra mucha más luz azul.
El lado bueno de la tecnología para la visión
Sin embargo, al principio de la entrevista comentaba que la tecnología también puede aportar beneficios sobre nuestra salud visual…
Efectivamente. Gracias a los avances tecnológicos el diagnóstico de enfermedades y defectos visuales ha mejorado considerablemente. Hemos mejorado mucho en técnicas de imagen. Ahora, por ejemplo, podemos detectar enfermedades en etapas mucho más precoces que antes y, en consecuencia, los tratamientos son mucho más efectivos y los pronósticos mucho más favorables.
Se están investigando lentes de contacto diagnósticas con muy buen pronóstico, que podrían ayudar a diagnosticar enfermedades como la diabetes
¿Por ejemplo?
Las enfermedades de la retina y en concreto la retinopatía diabética es buen ejemplo. Esta es una afección que en fases precoces genera cambios muy sutiles sobre la retina y que con las técnicas convencionales eran muy difíciles de detectar. De manera que desgraciadamente era fácil diagnosticarla en fases avanzadas, un riesgo importante, pues la persona podía perder visión. Ahora, en cambio, gracias a nuevas técnicas como la Tomografía Ocular, podemos obtener una imagen mucho más precisa y somos capaces de diagnosticar la enfermedad mucho antes. Por ello, también logra que demos los tratamientos de forma precoz y que, por tanto, la persona no pierda visión.
¿Hacia dónde van los avances tecnológicos en el campo de la Óptica?
Se están estudiando unas lentes de contacto que podrían tener una función terapéutica y otra diagnóstica. Respecto a la primera función, las lentes podrían lograr que la necesidad de ponerse gotas despareciera. Son un tipo de lentes que bastaría con sumergirlas en el fármaco que se necesitara. De manera que, una vez colocadas en el ojo, estas liberasen el medicamento de forma progresiva durante el día.
Asimismo, también se están investigando lentes diagnósticas que tienen muy buen pronóstico. Estas podrían ayudar a diagnosticar enfermedades como la diabetes. Parte de nuestra lágrima está compuesta por componentes muy similares a los que hay en el torrente sanguíneo. Por ello, según lo que se está probando, parece ser que estas lentes son capaces de detectar cambios de glucosa en la sangre y pueden avisar de cualquier irregularidad cambiando de color.
Tal y como ha explicado, los avances tecnológicos están ayudando a que los diagnósticos puedan hacerse de manera más rápida y temprana. No obstante, muchas afecciones oculares, como el glaucoma, por ejemplo, empiezan a dar síntomas en el paciente cuando están avanzadas y han generado complicaciones irreversibles. Entonces, ¿de qué sirve la tecnología si las personas solo vamos al especialista cuando notamos síntomas, es decir, tarde?
Ese es el gran problema y el gran reto. Debemos concienciar a la población de que es muy importante ir al optometrista o al oftalmólogo a hacerse revisiones aunque no se tengan síntomas. Unos controles que deberían hacerse anualmente a partir de los 50 años de edad. Pues sin esa responsabilidad por parte de los ciudadanos, los avances tecnológicos no resultan tan eficaces.