Dr. Rafael Manuel Ortí Lucas

Médico y Presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH)
El Dr. Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, explica cómo actuar para frenar el coronavirus y cómo una buena labor de prevención es clave para que el sistema sanitario funcione y evitar futuras epidemias.
Entrevista al Dr. Rafael Ortí
“El sistema sanitario no se puede mantener bajo mínimos, ajustado a las previsiones diarias de hospitalización, sino que debe tener un margen de respuesta como en Alemania, que tiene tres o cuatro veces más camas de UCI que España”

26 de marzo de 2020

La pandemia de coronavirus que está afectando especialmente a España ha puesto en jaque al sistema sanitario, que se ha visto desbordado ante el incremento de pacientes infectados por SARS-CoV-2 que requieren asistencia médica. Y es que a pesar de que los expertos afirman que alrededor del 80% de las personas que se contagian con el virus solo desarrollará síntomas de COVID-19 leves, su elevada capacidad de transmisibilidad ha favorecido su rápida expansión y que muchas personas con factores de riesgo –avanzada edad o con patologías previas (enfermedades cardiovasculares o del aparato respiratorio, diabetes…)– hayan contraído COVID-19 y presenten síntomas graves. Hablamos con el Dr. Rafael Manuel Ortí Lucas, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH) y uno de los 100 mejores médicos de España según la revista Forbes, sobre las medidas adoptadas para frenar este brote epidémico y las herramientas con las que se debería dotar al sistema sanitario para que la prevención se convierta en la mejor arma para luchar contra esta y otras enfermedades.

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La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH) es una entidad científica clave en el desarrollo de políticas de prevención y promoción de la salud impulsadas por las administraciones sanitarias, ¿cómo valoran las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar la transmisión del coronavirus? ¿Son suficientes?

Las medidas que se han tomado son necesarias, el que sean suficientes en este momento, o no, lo va a marcar también el cumplimiento más o menos estricto de estas medidas; es decir, si la gente tiene la disciplina social suficiente para cumplir con lo que se ha recomendado, sería suficiente, pero si se observan pequeñas aglomeraciones en determinados sitios y que no se cumple con el distanciamiento social, seguramente habría que dar un paso más. Eso es algo que tiene que verse en función del comportamiento de la sociedad.

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¿Deberían haberse tomado antes al ver lo que estaba sucediendo en Italia?

Es muy fácil hablar de lo que ha pasado cuando ha transcurrido el tiempo; no obstante, con los matices que procede, estuvimos viendo por televisión a distancia lo que ocurrió en Wuhan. Ellos tenían las celebraciones del Año Nuevo chino y tres o cuatro días antes empezaron a tomar medidas. Poco después pasó lo mismo en Italia. A mí me pilló en Venecia y pude comprobar que estaba todo completo. Italia también tomó medidas, pero lo hizo poco a poco, y se dejó circular a la gente un poco desde las zonas donde se habían detectado casos hacia otras regiones de Italia, así como hacia España y otras partes del mundo.

Ponerse la mascarilla para pasear al perro es absurdo. No se pueden desperdiciar materiales que resultan preciosos para los profesionales sanitarios en un uso inadecuado

Y en España hemos repetido la jugada. Podía haberse aprendido la lección y haber cerrado cinco días antes, probablemente. Es verdad que se empezaron a decir cosas al respecto, pero no se cerró todo Madrid, y eso hizo que mucha gente de Madrid se fuera a la costa y a otros sitios y contribuyera a expandir la epidemia. Pero hay que entender toda la complejidad que conlleva, y no tiene ningún mérito decir ahora que se actuó un poco tarde.

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¿Cómo están contribuyendo la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene y los médicos preventistas en la lucha contra el SARS-CoV-2?

Nosotros a finales de febrero ya advertimos que estamos frente a una crisis cuyo problema no es tanto la enfermedad en sí –si lo comparamos con la gripe en cuanto al comportamiento y la adopción de medidas preventivas–, sino que se propaga muy deprisa, y que a nivel individual, y como problema epidémico, es muy agudo. Con ese comentario queríamos alertar y empezamos a dar recomendaciones sobre cómo prevenir con la higiene individual, cómo actuar en situaciones de aislamiento…, es decir, ofreciendo muchos consejos destinados a la población.

Es más importante lavarse las manos que ir con la mascarilla puesta, porque las gotas que contienen los virus están poco tiempo en el aire, pero sí caen sobre las superficies con las que entramos en contacto

Yo ceo que la educación sanitaria es una necesidad, y hemos estado intentando aportar educación y apoyo en el cumplimiento de las medidas preventivas, no solamente a nivel profesional, que también, sino a nivel de la comunidad.

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Entre las medidas preventivas está el uso de mascarillas en determinados casos. Aunque sobre este tema en concreto hay opiniones en contra y a favor, lo cierto es que ahora mismo es muy difícil conseguirlas…

Nosotros creemos que utilizar mascarillas porque sí, sin un fundamento, no tiene ningún sentido. Durante un mes hemos estado diciendo que no había que utilizar mascarillas respiratorias (FFP2, FFP3) ante situaciones que no fueran necesarias, que teníamos que dejarlas para situaciones muy específicas que suelen darse en los centros sanitarios, como cuando hay que hacer una aspiración para tomar muestras, o en la UCI, o en determinadas intervenciones.

COVID-19 expansión mundial

Y de la misma manera decíamos que las mascarillas quirúrgicas por llevarlas todo el día, sin orden, no previenen más; una mascarilla has de utilizarla cuando estás ante un paciente o una persona que es positiva, pero más todavía la debe utilizar el paciente para evitar transmitir el SARS-CoV-2 a los demás; así que lo que hacen algunas personas que se ponen la mascarilla por la mañana para pasear con el perro con la mascarilla puesta cuando no van a ver a nadie, es absurdo. Es decir, que no se pueden desperdiciar materiales que resultan preciosos para los profesionales sanitarios en un uso inadecuado.

Hacer pruebas de detección masivas tiene varios objetivos y uno de ellos –el principal desde el punto de vista epidemiológico– es conocer la situación real

Comprendo que es fácil decirlo, pero que hay miedo y todavía mucha desinformación, pero es más importante una buena higiene de manos, y saber que cuando una persona toca algún punto como una barandilla de un autobús, o una zona de un supermercado donde se apoye mucha gente, o el botón del ascensor, es más importante lavarse las manos, que ir con la mascarilla puesta, puesto que las gotas que contienen los virus van a estar poco tiempo en el aire y lo que sí van a hacer es caer sobre las superficies con las que entramos en contacto.

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Necesidad de extender las pruebas de detección del SARS-CoV-2

La OMS ha indicado que es imprescindible realizar pruebas de detección del virus a toda la población con síntomas, aunque sean leves, ¿usted cree que eso ayudaría realmente a frenar la propagación?

Desde la SEMPSPH venimos reclamándolo desde hace tiempo. Es una petición personal y de la mayoría de mis compañeros. Hacer pruebas de detección masivas, o las suficientes, tiene varios objetivos; uno de ellos –y el principal desde el punto de vista epidemiológico– es conocer la situación real. Cuando teníamos conocimiento de cada caso y veíamos cuáles eran sus contactos y cómo se transmitía de una persona a otra con la que estuvo, y más allá a un tercero, estábamos en una fase aceptable que podíamos controlar porque sabíamos dónde estaba el problema. Llegó un momento que perdimos la secuencia o el rastro, empezaron a aparecer casos que se nos despistaron, y empezó a circular el virus, y entonces ya hablamos de empezar la fase de mitigación para intentar que se transmita lo menos posible con el aislamiento social. Pero hubiera sido conveniente haber podido seguir con ese rastro aunque hubiera mucha más gente contagiada, lo cual es complicado porque para ello habríamos necesitado muchos recursos de salud pública, muchos preventivistas, muchos técnicos epidemiólogos de área –que no había suficientes–, y muchas pruebas que tampoco teníamos en ese momento.

Hay tres curvas a tener en cuenta. Una es cuando empiezan los contagios; eso fue hace ya un tiempo. Después viene el pico de los casos clínicos, y luego va a haber otra curva, la de los ingresos y la de la gente que está en la UCI, que la veremos más tarde

Ahora sigue siendo útil conocer la cantidad de afectados porque podemos hacer un muestreo y averiguar en qué porcentaje circula el virus. En España inicialmente había unas áreas –Madrid, La Rioja, Haro, Vitoria– que tenían una circulación muy elevada, pero el resto estaba bien. Ahora se ha extendido a más sitios, pero sigue habiendo zonas peores: dentro de Cataluña Igualada está muy mal, pero otras zonas están mejor. Si te fijas en Wuhan no era Hubei, ni era China, y Codogno no era Lombardía, ni era Italia; y ahora Madrid no es ni la región centro, ni todo el país. Y conocer mediante las pruebas cuál es la situación real es muy importante para seguir trabajando y viendo los recursos.

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Fiebre y coronavirus

La importancia no es tanto evitar un contagio a nivel individual, sino evitar la distribución del virus a más gente. En este momento puede ocurrir, y por desgracia ya nos está pasando, que en una residencia de ancianos donde puede haber uno o dos infectados hay 300 residentes, y si detectamos a los infectados y al resto les tomamos las muestras a tiempo a lo mejor nos damos cuenta de que había alguien más contagiado, al que podemos separar, y al resto protegerlos adecuadamente. Por eso sigue siendo importante el análisis de los contactos.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha apuntado que España se está acercando al pico de la curva de incidencia. ¿Qué previsiones tienen al respecto en la SEMPSPH? ¿Cuándo nos acercaremos al final de la progresión ascendente?

Es muy arriesgado hacer predicciones porque hay que tener en cuenta que las famosas curvas tienen una evolución que si es más aguda, es más corta, y si está basada en una protección mayor, más larga, se aplana, pero dura más tiempo, y eso hace que se retrase de alguna manera el pico. Desde el principio lo que estamos diciendo es que el pico máximo se iba a producir a finales de marzo, justo esta semana es el momento más difícil, y a partir de ahí probablemente la primera semana de abril ya empezaría a descender, en condiciones normales.

La existencia de grandes aglomeraciones y desplazamientos a nivel internacional facilita una distribución rápida de aquellos brotes infecciosos con gran transmisibilidad

Hay tres curvas a tener en cuenta. Una es cuando empiezan los contagios (cuando todavía no se ven y la gente no es consciente de haberse infectado); eso fue hace ya un tiempo. Después viene el pico de los casos clínicos –el debut de la enfermedad–, que podría estar entre finales de marzo y principios de abril, y luego va a haber otra curva, que va a ser la de los ingresos y la de la gente que está en la UCI, y que la veremos más tarde. Es decir, vamos a tener la sensación de que las curvas son más tardías, pero probablemente ya estemos llegando al pico. Y cuando lo alcancemos irá bajando durante un mes, aunque no va a ser igual en toda España, probablemente en la zona centro, Vitoria o La Rioja, donde ha habido más casos, ya estaríamos allí, mientras que en los demás sitios probablemente tarde un poco más en aplanarse la curva, pero no mucho más. Aunque son estimaciones complicadas, porque están basadas un poco en la experiencia de Wuhan.

Mejorar la capacidad del sistema sanitario para afrontar una crisis

¿Por qué los brotes de enfermedades infecciosas como el coronavirus se están volviendo cada vez más frecuentes?

Que sean más frecuentes no lo tengo claro, que sean de distribución mundial, eso sí. Seguro que frecuentemente se producen brotes epidémicos, pero ahora hay factores evidentes para su globalización: la existencia de grandes aglomeraciones por un lado, y de grandes desplazamientos a nivel internacional por otro; la gente viaja muchísimo, y esto facilita una distribución rápida sobre todo de aquellos brotes infecciosos con gran transmisibilidad.

¿Qué se debería hacer a nivel de medicina preventiva para que si se vuelve a producir una crisis sanitaria como esta estemos mejor preparados para afrontarla?

¿Qué debemos aprender? Pues buena pregunta. Varias cosas: una primera lección es que es fundamental hacer educación para la ciudadanía; educación sanitaria desde los colegios. La gente ha olvidado lo que sabían nuestros padres, que hay que lavarse las manos antes de comer, por poner un ejemplo; comportamientos básicos ante una situación diaria. Otra fundamental que el sistema sanitario no se puede mantener bajo mínimos, es decir, ajustado a las previsiones diarias de hospitalización. Reducir los recursos y el gasto en sanidad al máximo para dar respuesta al día a día es un tremendo error, porque el sistema sanitario tiene que tener un margen de respuesta, como ocurre en Alemania, que tiene tres o cuatro veces más camas de UCI que España.

No podemos centrar el gasto en la asistencia sanitaria, sino en la prevención y en medidas de salud pública: tabaco, hipertensión, dieta…

Es necesario, pues, tener un margen, un colchón, para la respuesta. Y dentro de esto hay una tercera parte fundamental, y es que no podemos centrar el gasto en la asistencia sanitaria, sino que el gasto tiene que centrarse en la prevención y en medidas de salud pública, y estoy hablando de tabaco, de hipertensión, de dieta…, de las medidas y recomendaciones clásicas, pero también de medidas como pensar en la contención de un problema epidémico.

No puede ser que tengamos hospitales con un solo preventivista, o ninguno; tiene que haber por lo menos un equipo consolidado y que detectemos epidemias en los hospitales, como la infección nosocomial (las que adquieren los pacientes ingresados en un centro hospitalario), que es un tema que es necesario abordar porque se producen todos los días. Este mes, por ejemplo, hemos tenido tres casos de pseudomonas en mi hospital, pero es un problema que ya lo tuvimos hace tres meses y pedimos unas medidas y no se aplicaron, es decir, que no solamente necesitamos recursos humanos, sino que también hay que aplicar medidas preventivas que se requieren para facilitar aislamientos de habitaciones y tenerlas en condiciones.

Y eso en los hospitales, pero en la calle de la misma manera los servicios de atención primaria tienen que estar más potenciados, no pueden dejarse a merced de los hospitales porque la gente no puede ir directamente al hospital, sino que se tiene que atender desde su casa. Y luego, unas medidas de política sanitaria pensando en la salud pública y no en la privatización.

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