Elka Mocker

Coach nutricional y autora de 'Ama. Come. Vive. Brilla'
La bloguera y coach nutricional Elka Mocker explica cómo una alimentación saludable ayuda a mejorar nuestro estado físico y emocional, y ofrece consejos de cocina y gran cantidad de recetas 100% vegetales.
Elka Mocker. Coach nutricional y autora de 'Ama. Come. Vive. Brilla'

La bloguera y coach nutricional Elka Mocker explica cómo una alimentación saludable ayuda a mejorar nuestro estado físico y emocional, y ofrece consejos de cocina y gran cantidad de recetas 100% vegetales.

“Quiero tentar a la gente para que se enamore de una alimentación más saludable, más vegetal”

13 de julio de 2017

Han pasado muchos años desde que la coach nutricional Elka Mocker inaugurara su blog Lala Kitchen tras una crisis profesional y personal: no le gustaba su trabajo, se sentía físicamente enferma, y su entorno más cercano no la comprendía, así que comenzó a aplicar pequeños cambios en su vida para desintoxicarse de todo aquello que le hacía daño a nivel físico y emocional. Hoy mira hacia atrás y reconoce que jamás imaginó que fuera a tener tan buena acogida, que hubiera tanta gente con sus mismas inquietudes. En su primer libro, 'Ama. Come. Vive. Brilla' (Editorial Planeta, 2017), Elka busca enamorarnos a través de sus recetas –todas 100% vegetales– de una alimentación mucho más sana, más consciente. También recoge en sus páginas fotos tentadoras, un extenso manifiesto de su filosofía de vida, y algunas recomendaciones basadas en su propia experiencia personal, para que consigamos integrar en nuestro día a día unos hábitos más saludables, y lo hagamos “sin morir en el intento”. Y todo para que, como dice ella, “el momento de la comida no sea solo un momento para alimentarnos, sino también para nutrirnos”. Nos sentamos a la mesa con Elka Mocker.

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Portada 'Ama, come, vive, brilla'

¿Qué vamos a encontrar en 'Ama. Come. Vive. Brilla'?

En este libro vais a encontrar muchísimas recetas, todas 100% vegetales, para motivaros y tentaros a incluir más vegetales en vuestro día a día. Tiene unas fotos preciosas, aunque esté feo que yo lo diga, pero la editorial ha hecho un trabajo maravilloso en este sentido, y no puedo estar más orgullosa. También contiene una amplia introducción en la que explico cuál es mi filosofía, por qué apuesto por estos ingredientes, e intento dar algunas ideas para introducir más vegetales en la dieta, enseño mi despensa, y cuento cuáles son los ingredientes que yo utilizo habitualmente... Hay recetas muy fáciles, tan fáciles como, por ejemplo, hacer una mermelada con fresas y dátiles, o un helado con mango, naranja y albahaca. Pero también hay otras un poco más complicadas, con ingredientes que pueden resultar menos conocidos como las semillas de chía, el coco joven, la harina de garbanzos... Pero, ante todo, el libro nace con la intención de animar a la gente poniéndoselo muy fácil para que se enamoren de una alimentación mucho más saludable; más vegetal.

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Durante más de diez años te dedicaste profesionalmente al mundo de la moda, el cine y la publicidad. ¿Qué hizo clic en tu cerebro para que lo dejaras y cambiaras tu vida de arriba a abajo, incluida tu alimentación y estilo de vida?

Digamos que desde los 18 años, hasta casi los 30, el tiempo transcurrió hasta que me di cuenta de que vivía dejándome llevar por el ritmo del día a día, pero que no era una persona feliz. No sabía muy bien quién era, llevaba una especie de disfraz con el que más o menos me manejaba, pero que ocultaba mi verdadero yo. No me reconocía. Además, mi trabajo no me gustaba, tenía una enfermedad en la piel llamada psoriasis en su punto más alto y, de repente, me imaginé a mí misma con 50 años haciendo lo mismo, arrastrada por esa corriente de vida, y me horroricé. Así que decidí dar un giro radical a mi vida. Comencé a cuidar mi alimentación, a experimentar, y a hacer Yoga; y empecé un poco a practicar yoga, una disciplina en la que comencé solo para descubrirlo y que se convirtió en un pilar fundamental para conectar conmigo, y ayudarme a eliminar todas las capas de ese disfraz en el que me escondía y sacar a mi verdadero yo; la auténtica Elka que habitaba en mi corazón.

Creo que los extremos en la alimentación te llevan a la obsesión y a la censura, y sentir culpabilidad por lo que comemos me parece un auténtico veneno

Tu proyecto, LalaKitchen, nace sin pretensiones, ni profesionales ni personales. Sin embargo, a día de hoy impartes talleres presenciales en los que compartes tus recetas y recomendaciones nutricionales, y colaboras con medios y marcas. ¿Se ha convertido tu forma de vida en tu trabajo?

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Yo había experimentado tantas cosas buenas en mí a raíz del cambio de hábitos, que hubo un momento en el que me di cuenta de que ni mi familia ni mis amigos me hacían caso, que no me entendían, me sentía incomprendida, y necesitaba contárselo al mundo, así que me dije “voy a abrir un blog y alguien habrá por ahí con quien me sienta identificada, que quiera escucharme, que tenga las mismas inquietudes”, pero nunca imaginé que mi blog gustaría tanto, que me acogerían con tanto cariño y alegría. Tanto que, a día de hoy, puedo dedicarme completamente a él y a difundir los beneficios de una alimentación y un estilo de vida saludables.

En el libro recopilo muchas recetas, todas 100% vegetales, para motivaros a incluir más frutas y verduras en vuestra dieta diaria

Los pilares de una vida saludable

Hablando de estilo de vida saludable, ¿qué es para ti una vida saludable?

Una vida saludable no es solo un pilar; es cierto que la alimentación es importante, pero las emociones son tan o más importantes que la alimentación. Estamos en constante acción, llevando a cabo tareas y asumiendo responsabilidades; vivimos “para afuera”, pero debemos dedicarnos un tiempo para nosotros; ya sea meditando, nadando, montando en bici, o haciendo yoga, pero debemos regalarnos tiempo para nosotros mismos. También es importante tener un trabajo que nos guste, y desarrollar nuestras habilidades personales en algo que nos satisfaga. Todo esto nos permite nutrir también nuestra vida y nos aporta estabilidad, alegría...

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La falta de tiempo es una de las excusas favoritas para no cambiar determinados hábitos. En general, ¿por qué piensas que a la gente le cuesta tanto cambiar sus hábitos en su día a día?

Creo que necesitamos un golpe fuerte para reaccionar; pero lo que necesitamos realmente es querer, desear un cambio. Si nos visualizamos como la otra persona que queremos ser, en ese momento lo más importante no es intentar abarcar todo el abanico de cambios posibles que existen para llevar una vida más saludable, sino que debemos conquistar pequeños objetivos, hacer pequeñas conquistas, ir pasito a pasito, planificando los objetivos más realistas que podamos conseguir, porque solo así vamos a disfrutar de la mejora propia del cambio, pero también de la satisfacción que nos va a producir haber logrado ese cambio, esa conquista. Y solo así podemos ir avanzando.

Los batidos verdes son auténticas bombas de salud: un cóctel de vitaminas, minerales, micronutrientes...

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere cambiar, pero que no sabe ni por dónde empezar y se encuentra perdido? ¿Quizás esas pequeñas conquistas son un buen comienzo?

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Exactamente. Yo le diría que empiece por algo que considere fácil, por un primer paso, y que intente integrarlo en su vida. Una gran conquista, y que no nos cuesta nada, son los batidos verdes, por ejemplo, por muchos motivos: porque no contienen ingredientes raros (no tienes por qué buscar superalimentos, basta con tener frutas y verduras a mano), porque se hacen en cinco minutos, y porque todos tenemos una batidora o un vaso batidor en casa con el que prepararlos. Si incluyes un zumo verde en tu desayuno ya tienes una buena parte de tu día ganado, porque lo has comenzado con una comida buena, completa, sin procesar, natural. Y a partir de esto se podría ir a por el siguiente reto, hasta que se produzca un cambio sustancial, un cambio con el que nos sintamos bien.

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Alimentos naturales y cocina honesta

¿Qué alimentos consideras que no deberían formar parte de nuestras dieta?

Minimizaría al máximo los alimentos procesados, y me centraría en los alimentos de verdad: frutas, verduras, cereales, huevos, pescado, carne... Importante también evitar el azúcar refinado, las harinas refinadas, o los lácteos industriales; todo tipo de alimentos industrializados. Yo creo que hoy en día el problema está en cómo se pervierte el alimento, en cómo, por ejemplo, una harina deja de ser harina para convertirse en una mezcla súper ultra refinada que no sabemos ya ni lo que es tras el proceso al que ha sido sometida. Hablo siempre de procesado industrial, porque el “proceso” realmente comienza desde que llegamos a la cocina y pelamos una zanahoria. Con esa acción ya estamos 'procesando' el alimento, pero yo me refiero a la cantidad de aditivos, emulgentes, refinamientos, azúcares..., que se le añaden a la comida.

¿Por qué no es lo mismo comer que alimentarse?

Bueno, creo que hay alimentos que te sacian, que te gusta comerlos, que te encantan, y eso es comer. Y luego está la posibilidad de disfrutar de una comida que realmente sea tentadora, que nos guste, pero que también nos nutra. La idea es que el momento de sentarnos a la mesa no esté dedicado únicamente a alimentarnos, sino también a nutrirnos.

Hablas también de cocina honesta...

Las frutas, las verduras, los cereales y las legumbres son alimentos honestos: vienen de la tierra y se pueden volver a poner en la tierra. Son honestos porque son alimentos de verdad. Yo también uso ingredientes que han sufrido cierto proceso, como el azúcar de coco, pero esto supone solo el 1% de mi alimentación. El resto son alimentos naturales.

La idea es que el momento de sentarnos a la mesa no esté dedicado únicamente a alimentarnos, sino también a nutrirnos

Durante algún tiempo optaste por la raw food. ¿Qué opinas de este tipo de alimentación a día de hoy?

Yo la experimenté durante un tiempo, estuve durante un par de años con ella, pero actualmente no me siento cómoda en los extremos, porque creo que te llevan, en general, a la obsesión y a la censura. No hay nada peor que la censura, y sentir culpabilidad por lo que comemos sí que me parece un auténtico veneno, mucho más que un donnut. Adoro la raw food, adoro los alimentos vivos, pero siempre con un sentido. Evidentemente el alimento es mucho más vital así, pero no creo que haya que obsesionarse en absoluto con esto, sino que puede formar parte de una alimentación equilibrada y saludable; sin más.

Beneficios de los zumos verdes

¿Cómo te empezaste a informar y a interesar por los famosos “zumos verdes”?

Yo empecé a interesarme por los zumos verdes muy al principio de todo este cambio, a través de diversos libros (por aquel entonces apenas había redes sociales), y leyendo mucho descubrí que existían los ayunos de agua, la terapia Gerson... Yo venía de una vida muy tóxica a nivel emocional, pero también de una alimentación muy tóxica que incluía alcohol, comida insana, cenas fuera de casa..., y vi que lo estaba haciendo todo mal porque aquello me perjudicaba. Así que empecé a experimentar con los zumos verdes, sobre todo a raíz de mi enfermedad de la piel, y la verdad es que noté muchísimas mejoras desde el primer ayuno, y pude comprobar cómo me mejoraba la vista (yo era miope y recuperé la vista), o cómo se me aclaró la psoriasis. Yo alucinaba. Me sentía mejor a todos los niveles y veía esas mejoras. Las sensaciones eran tan impactantes para mí que me hicieron seguir, y a día de hoy, aunque ya no hago este tipo de ayunos desde hace muchos años, sigo tomando batidos verdes de modo regular; o batido verde, o zumo verde, o los dos. Son increíbles, auténticas bombas de salud: un cóctel de vitaminas, minerales, micronutrientes...

¿Cuál dirías que es tu favorito?

Mi favorito –que tomo todas las mañanas y que cambio muy poquito– es el de manzana, apio y pepino, en el que también incluyo hojas que voy variando, y pongo col kale, espinacas, acelgas, o lechuga. Este es mi básico, y me encanta porque tanto el pepino como el apio tienen muchísima agua, y la manzana le aporta un dulzor muy agradable. Siempre digo que cuando me levanto primero me ducho por fuera, y luego me ducho por dentro.

Para muchos expertos en nutrición los batidos verdes pueden ser una opción rica y saludable, pero realmente no encuentran evidencia científica de que tengan beneficios tipo “desintoxicante”, “antiinflamatorio” o “depurativo”...

Mi opinión es que aunque está fenomenal tener información a nuestro alcance, debemos experimentar ciertas cosas por nosotros mismos para poder verificar sus beneficios. Y yo lo único que puedo contar es lo que he vivido en mi propia piel, y puedo asegurar que me ha cambiado la vida. Yo hace veinte años cuando, por ejemplo, tomaba para desayunar cereales buscando la regularidad, con esa idea de que con esos cereales comía “bien”, no conseguía regular nada. Los batidos verdes sí son auténticas bombas de regularidad, y ellos sí que me han regulado mis intestinos.

Si incluyes un zumo verde en tu desayuno ya tienes una buena parte de tu día ganado, porque lo has comenzado con una comida buena, completa, sin procesar, natural

Cuando yo empecé no tenía información y tenía que recurrir a un montón de libros para encontrarla, mientras que actualmente disponemos de mucha información –que puede llegar a ser un caos–, y también hay muchas opiniones, pero pienso que debemos experimentar siempre con nosotros mismos para comprobar lo que nos funciona y lo que no. Da igual lo que digan los demás. Para mí tomar un zumo verde es como salir al campo, es una explosión de frescor, de felicidad. Y eso es muy fácil de experimentar si se desea realmente.

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