Jean-Michel Cohen
2 de marzo de 2012
Este reconocido nutricionista francés, asesor dietético del presidente galo Nicolas Sarkozy, quiere concienciarnos contra las dietas milagro que tanto daño hacen en la sociedad. Tal vez por ello Jean-Michel Cohen ha emprendido una batalla casi personal contra el famoso Pierre Dukan –autor de la famosa dieta Dukan–, al que no sólo ha desbancado en las librerías, sino que incluso le ha llevado a los tribunales –donde le ganó también el juicio–. Por el mismo motivo decidió escribir su último libro He decidido adelgazar (Editorial Planeta), donde nos demuestra que la única clave para perder peso de forma segura, controlada y, lo más importante, duradera, es comer de modo correcto y aprender unos hábitos alimentarios seguros.
Desmontando las dietas milagro
Usted dice en su libro que actualmente existe bastante caos respecto a los métodos de adelgazamiento
Sí, es cierto. Existe una verdad en nutrición, pero no es muy atractiva para la gente, y no siempre funciona, por eso cualquiera puede llegar, vender una receta milagrosa y tener éxito. Y esto ocurre porque la gente no sabe discernir entre lo que es verdad y lo que es falso. En nutrición hay un elemento que no determinamos que es ‘el pensamiento mágico’. Es la sublimación de los alimentos. Cada teorema alimentario puede convertirse en una verdadera religión. Es el caso por ejemplo de teorías como no comer fruta después de las comidas o no eliminar la toma de hidratos de carbono por la noche, esto no tienen ningún valor, pero se instala rápidamente en la sociedad y hace mucho daño.
El problema es que frente a los verdaderos expertos en nutrición humana están los que hacen marketing y con ellos es muy difícil competir, al final es el público el que se encuentra perdido entre dos opiniones opuestas, tu palabra contra la de los otros, y no sabe discernir cuál es la correcta. Y luego, además, está que muchos periodistas han perdido el sentido de la investigación, lo único que les importa es escribir artículos sensacionalistas y lo que genera eso es que, desgraciadamente, cada año salga una nueva ‘dieta milagro o mágica’.
Debido a esta situación ¿su libro se plantea como una necesidad?
Sí, creo que el único método que nos queda a los profesionales es el de instruir a la gente. Y si tienes la suerte de tener algo de notoriedad hoy en día, debes utilizarla para enseñar a la gente.
Si casi todos los métodos para adelgazar que existen son falsos o están mal planteados, ¿Por qué la gente los sigue? ¿Qué ven en ellos?
Ocurre lo mismo que con las cremas anticelulíticas, ¿por qué la gente las compra? Todos sabemos que no funcionan, se hacen sondeos en las calles, se le pregunta a la gente y la mayoría contesta que no cree en sus efectos, pero las ventas siguen creciendo. Es como la lotería, sabes que tienes muy pocas posibilidades de ganar, pero piensas “bueno, por si las moscas”, “igual me toca”.
Las dietas milagro están condenadas al fracaso, lo cual conlleva una desvalorización personal, que incrementan el deseo de comer y que por lo tanto incrementa la obesidad
Para concienciar a la gente, ¿podría explicar los principales peligros de las dietas milagro?
Están los peligros físicos a corto, medio y largo plazo. A corto plazo, se dan varias sensaciones negativas que uno siente y percibe, a medio plazo pueden surgir enfermedades como la gota o los cálculos en la orina, y a más largo plazo, los efectos de las carencias en ciertos nutrientes fundamentales para el organismo nos hace sospechar que este tipo de dietas pueden provocar cáncer, pero es imposible demostrarlo científicamente.
Segundo factor, el psicológico, estas dietas están condenadas al fracaso, lo cual conlleva una desvalorización personal, que incrementan el deseo de comer y que por lo tanto incrementa la obesidad.
Y, por último, crean una desestructuración alimenticia, con una pérdida de las referencias reales, y al final, se acaba cogiendo más peso del que se tenía inicialmente, lo que conllevará a engordar más.
¿Qué opina de los regímenes que prohíben alimentos?
Sabemos hoy que lo principal es hacer dietas razonables que no prohíban ningún alimento, nosotros preferimos hablar de alimentos autorizados.
Entonces, ¿todos los alimentos de la pirámide alimentaria estarían aceptados en una dieta?
Cuánto más subes en la pirámide más reduces la cantidad de productos autorizados, pero no los eliminas. Este era el espíritu de la pirámide cuando se creó, era una escala proporcional de las cantidades de alimentos que había que tomar, el problema es que hoy se ha quedado en un bonito dibujo.
La Dieta Mediterránea es una pauta sana a seguir, de hecho, los tres países que se salvan de la obesidad hoy en día en la Europa occidental son Francia, España e Italia
¿Está de acuerdo en que la dieta mediterránea es una pauta sana a seguir?
Por supuesto, porque en la dieta mediterránea están equilibradas las cantidades diarias que hay que tomar entre verduras, cereales, materias grasas, azúcares, frutas. De hecho, los tres países que se salvan de la obesidad hoy en día en la Europa occidental son Francia, España e Italia. Y, a pesar de todo, en Italia se come pasta, en España arroz y en Francia patatas. Y en los tres países se cocina y se consume aceite.
¿Cree que el apoyo psicológico también es importante para iniciar una dieta y cumplirla con éxito?
Sí, porque si estás mal en tu cuerpo estarás mal en tu mente y si estás mal en tu mente, lo estarás en tu cuerpo.
Entonces, ¿también habría que indagar en la mente para descubrir por qué esa persona ha engordado y no consigue recuperar su peso?
Por supuesto, cada régimen tiene una historia detrás. Cada incremento de peso y cada dieta es una aventura diferente y personal, que se puede haber originado por la toma de ciertos medicamentos, por problemas profesionales, familiares, etcétera, siempre hay una razón detrás del aumento de peso. La genética lo que muestra es que uno tiene más potencial para ser obeso, pero no te condena a serlo. Existen 32 genes de la obesidad, no es que sea sólo uno el responsable, hay muchos factores que pueden influir en el aumento de peso y eso es lo que hay que averiguar para hacer un planteamiento correcto y global.
Siempre hay una razón detrás del aumento de peso. La genética lo que muestra es que uno tiene más potencial para ser obeso, pero no te condena a serlo
En contra de la Dieta Dukan
¿Qué piensa de la dieta Dukan? ¿Realmente es negativa para la salud?
Su planteamiento simplemente es una nueva versión de los regímenes proteinados disociados de hace 50 años. Lo novedoso ha sido que se ha beneficiado de una contaminación viral organizada. Y fuera de lo que es una dieta clásica, la Dieta Dukan ha desestructurado la alimentación a su antojo. Una parte importante de la gente que le está siguiendo nunca se recuperará de los efectos negativos que tiene esta dieta.
¿En qué se diferencia su método respecto al de Dukan?
La diferencia es total, mi plan de adelgazamiento es asociado y el de Dukan es disociado. Yo sigo el modelo de la dieta mediterránea en el que se incluyen hidratos, cereales, grasas, fruta y todo lo demás. Porque sin la grasa y ciertos nutrientes el cerebro no puede funcionar correctamente. Hay que volver a lo clásico. Yo creo que la clave de mi éxito es que implico a la gente a comer bien, les explico bien las cosas, les hablo con palabras y términos que puedan comprender y no sólo les doy una receta. Es el papel que actualmente ocupo en Francia. Yo creo que por eso a la gente le gusta oírme en la televisión o en la radio, porque yo explico las cosas.
Yo sigo el modelo de la Dieta mediterránea, porque sin la grasa y ciertos nutrientes el cerebro no puede funcionar correctamente
Dice que las dietas deben ser personalizadas según la persona, la edad, sus gustos y circunstancias, entonces ¿es posible que cualquiera que lea su libro adelgace?
Sí, porque yo sólo le doy a la gente unas herramientas para que puedan personalizar su dieta, porque nadie mejor que uno mismo puede hacer su propia dieta. Mi papel es ponerme en las diferentes situaciones, por ejemplo, es normal que acudan a cenar a casa de unos amigos o que de vez en cuando coman a una comida rápida. Lo que hago es proponerles diferentes opciones dentro de cada uno de estos casos.
Quien se quiera poner a adelgazar, además de tener su libro, ¿cree que debe acudir a la consulta de un médico o de un dietista?
En los casos ligeros, cuando tienes menos de diez kilos que perder, te las puedes arreglar tú solo, pero si sufres obesidad es necesario que te ayudes de un profesional para dar solución al problema. Eso sí, hay que asegurarse de que se acude a un verdadero profesional, muchos son adelgazadores, pero pocos son nutricionistas cualificados.
¿Qué se puede hacer para que a la gente le llegue el mensaje correcto?
Hay que tener una actitud global, trabajar con la industria agroalimentaria, con los medios publicitarios, educar desde la infancia, en las clases y en los comedores escolares, hay que trabajar en la prevención y todo hacerlo de forma coordenada. Por ejemplo, ahora en la Comisión Europea estamos estudiando los perfiles nutricionales, y en algún momento, los gobiernos tendrán que comprometerse, y tendrán que decir que ciertos productos son dañinos para la salud pública. Esto es importante, ya que, sinceramente, aquellos que tengan problemas de peso a los 30 años, están condenados a tenerlos a lo largo de su vida. Hará falta que pase una generación, 25 años, para resolver este problema. Hay que empezar muy pronto, desde los seis o siete años de edad a inculcar una educación nutricional. Esto ya se está haciendo en los países escandinavos.
Nadie mejor que uno mismo puede hacer su propia dieta
En breves palabras, ¿por qué diría usted que su método es efectivo?
Porque es una dieta que no es dañina para la gente. Y si no lo hacen bien, no pasa nada, podrán retomarlo más tarde. Yo sigo el principio fundamental de la medicina, en latín se dice, ‘primun non nocere’, es decir, lo primero es no hacer daño.