Dani Molina

Doble subcampeón del mundo de triatlón paralímpico y actual número uno del mundo de Acuatlón
Dani Molina era un apasionado del deporte cuando perdió una pierna. Lejos de abandonar, su espíritu de superación le ha llevado a ser número uno del mundo de Acuatlón y subcampeón de triatlón paralímpico.
Dani Molina, triatleta paralímpico

Dani Molina, triatleta paralímpico de Skechers que ha cumplido su sueño de volver a correr.

“El proceso de adaptación a deportes que no había hecho es mayor que el de una persona sin impedimentos, pero con ganas y mucho esfuerzo todo se consigue”

5 de enero de 2016

Dani Molina es el vivo ejemplo del espíritu de lucha y superación de los atletas olímpicos. Empezó a nadar a los tres años y ha convertido el deporte en su pasión. Desgraciadamente, cuando tenía 22 años perdió la pierna derecha por debajo de la rodilla a consecuencia de un accidente de moto. Tras 14 operaciones y un año de recuperación, consiguió volver a caminar y, lejos de venirse abajo, se puso una meta: hacer de nuevo todo aquello con lo que disfrutaba. Comenzó nadando y optó por presentarse a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde quedó semifinalista en 100 metros espalda. Pero quería más, por lo que en 2011 pudo hacer ciclismo de montaña gracias a una prótesis adaptada para la bicicleta. Poco después cumplía un deseo con el que soñaba desde que tuvo el accidente, correr. Su ortopedia le realizó una prótesis con la que era posible correr y gracias a la cual está preparado para hacer triatlones. Tras mucho esfuerzo, el madrileño se ha convertido en el doble subcampeón del mundo de triatlón paralímpico y es el actual número uno del mundo de Acuatlón, una modalidad que suma cinco kilómetros de carrera interrumpidos por un kilómetro a nado. Su pena, no poder acudir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, ya que, por falta de plazas, solo participan tres de las cinco categorías del triatlón paralímpico, y una de las que queda excluida es la modalidad de Dani Molina. A pesar de ello, está dispuesto a conseguir todo lo que se propone. Te presentamos a una de esas personas que hacen del deporte una heroicidad.

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Dani Molina corriendo

Comenzaste a practicar ejercicio siendo muy pequeño. ¿De dónde viene tu afición por el deporte?

En casa desde pequeños siempre nos inculcaron el deporte a mí y a mis hermanos, y mis padres siempre han sido muy deportistas. Empecé a nadar con tres años, y con cuatro participé en mi primera competición.

Cuando con 22 años tuviste el fatídico accidente de moto que te hizo perder la pierna derecha por debajo de la rodilla, ¿tus esperanzas de realizar ejercicio se desvanecieron?

Bueno, cuando te dicen que vas a perder una pierna, la verdad es que te planteas muchas cosas sobre cómo será tu vida a partir de entonces y, sobre todo, si podrás volver a practicar deporte. Al principio lo vi difícil, pero luego te das cuenta de que se puede hacer cualquier cosa y cualquier deporte; la vida sigue y hay que mirar hacia delante.

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¿Qué beneficios destacarías de practicar deporte, además de los físicos?

Creo que el deporte es bueno tanto física como mentalmente, recuerdo que cuando trabajaba y entrenaba, cuando salía de trabajar, a pesar de todo el estrés acumulado en el día a día, después de entrenar se me olvidaba todo. Personalmente, el deporte me ayuda mucho a desconectar de los problemas.

Seguir con tus hábitos de vida anteriores supuso un gran esfuerzo para ti, ¿cómo fue el proceso hasta que volviste a poder hacer deporte?

Bueno, fue largo. Estuve casi un año hasta que volví a nadar; poco a poco te vas encontrando mejor y vas cogiendo de nuevo la forma física necesaria, y eso te ayuda a lanzarte para hacer otros deportes. Y al final tu vida cambia y vuelve a ser normal, y empezar con deportes nuevos no se hace tan duro. Está claro que el proceso de adaptación a deportes que no habías hecho es mayor que el de una persona sin impedimentos, pero con ganas y mucho esfuerzo todo se consigue.

Unos Juegos Olímpicos son la mayor experiencia que se puede tener como deportista

Has competido en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde quedaste semifinalista en 100 metros espalda. ¿Cómo fue esa experiencia para ti?

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Unos Juegos Olímpicos son la mayor experiencia que se puede tener como deportista, es algo único que se experimenta pocas veces y que pocas personas tienen la suerte de vivir. Merece la pena todo el esfuerzo que requiere hasta llegar allí.

Correr con una prótesis

Después de la recuperación comenzaste a nadar y, gracias a una prótesis especial, tu deseo de montar en bicicleta fue posible, pero tú soñabas con correr. ¿Qué inconvenientes te planteaba el hecho de correr que no tuvieran ni el agua ni la bicicleta?

Bueno, el proceso de adaptación a correr es mayor, es más duro. La natación y la bicicleta no tienen ningún tipo de impacto y por eso resultan más fáciles, mientras que en la carrera a pie, al tener choque, tanto muscularmente como en el muñón, los esfuerzos que requiere son mucho mayores. Hay que tomárselo con mucha calma, sin prisa. La adaptación a la carrera es muy lenta, y si no tienes cuidado y no lo haces progresivamente, puede ser doloroso.

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Has competido contra personas sin impedimentos físicos, ¿qué sientes cuando lo haces?

Suelo competir mucho contra gente sin discapacidad, ya que no hay tantas pruebas de paratriatlón. La verdad es que la primera vez que compites te sientes raro y un poco observado, pero ahora ya no me doy cuenta porque me he acostumbrado a ello. Sé que me sigue mucha gente y que la gente admira mucho lo que hago.

Suelo competir mucho contra gente sin discapacidad, y la primera vez que compites te sientes raro y un poco observado, pero ya me he acostumbrado a ello

No podrás asistir a los Juegos Olímpicos de 2016 ya que han quitado la modalidad de triatlón que tu practicas ¿Cuáles son los siguientes retos que se marca el triatleta Dani Molina?

Bueno, el triatlón será paralímpico en Río en 2016, el problema está en que solo había tres plazas libres y el paratriatlón, al tener cinco categorías, tuvo que dejar fuera dos, entre las que se encontraba la mía. Ahora nos hemos planteado otros objetivos que también nos ilusionan; este año lucharemos por el campeonato de Europa y del mundo de corta distancia, y por el campeonato de Europa de media distancia. A largo plazo, en 2-3 años, me gustaría hacer un Ironman (competición que implica 3,85 kilómetros de natación, 180 kilómetros de ciclismo, y 42,2 kilómetros de maratón, en un máximo de 17 horas) y, por qué no, hacerlo en Kona (Hawái), la cuna del triatlón.

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