Dra. France Donnay
21 de abril de 2016
La Dra. France Donnay, especialista en obstetricia y ginecología, ha trabajado en hospitales públicos y privados y como consultora para la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y Médicos sin Fronteras, y ha colaborado con la Fundación Bill y Melinda Gates, donde ha contribuido a mejorar las políticas de salud materna y planificación familiar en varios países en vías de desarrollo. La Dra. Donnay, que visitó España recientemente para dar una conferencia sobre Salud materna y reproductiva en un mundo cambiante en el marco de una Global Health Lecture organizada por ISGlobal y CREAL, habla sobre los avances en el cuidado de la salud de la mujer, y los retos pendientes de conseguir.
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El riesgo de que una mujer de un país en vías de desarrollo muera por causas relacionadas con el embarazo o el parto es alrededor de 33 veces superior en comparación con una mujer que resida en un país desarrollado. ¿Cómo se puede reducir este riesgo?
El riesgo de muerte durante el parto se podría reducir directamente mejorando el acceso de estas mujeres a cuidados de calidad, como hospitales limpios, comadronas cualificadas, intervenciones adecuadas para tratar las posibles complicaciones, como hemorragias e infecciones, y monitorizando el proceso de parto, además de ofrecer buenos cuidados también a los bebés. Indirectamente, las principales intervenciones para mejorar la salud materna deberían estar dirigidas a garantizar el acceso a la educación, información y transporte, y limitando los costes de la atención sanitaria y estableciendo seguros médicos.
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¿Cuáles son los principales retos para mejorar la salud materna en los próximos 15 años?
En los próximos 15 años tenemos que trabajar para disminuir la tasa de muertes maternas y sus causas, y la combinación de embarazo y otras enfermedades presentes antes de la gestación como la hipertensión arterial o la diabetes, así como infecciones como la malaria y el VIH, y otras enfermedades infecciosas emergentes como la producida por el virus del Zika.
“El renovado interés y la atención que se está prestando a los programas de planificación familiar contribuirá a mejorar la salud de las mujeres”
¿Y los avances más importantes que se han conseguido en salud materna y de la mujer en los últimos diez años?
En los últimos diez años el cambio más importante que se ha producido en la salud maternal ha sido desplazar los partos desde los hogares y las pequeñas clínicas a los grandes hospitales. Esto tiene la ventaja de facilitar la atención médica, pero también supone un reto en la gestión de hospitales que no disponen de todos los recursos necesarios (profesionales, medicinas…), pero ahora que las mujeres acuden a los centros hospitalarios, podemos hacer algo por ellas. Otro avance que contribuirá a mejorar la salud de las mujeres es el renovado interés y la atención que se está prestando a los programas de planificación familiar.
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Usted ha colaborado en el programa de salud materna de la ‘Fundación Bill & Melinda Gates’, ¿puede contarnos algo sobre su trabajo en este organismo?
En la Fundación Gates trabajé apoyando grandes programas, por ejemplo en India (en estados en el norte del país en los que las condiciones de salud de la población representaban un reto), o en Etiopía. Y también colaboré en el desarrollo de estudios clínicos para encontrar tratamientos más efectivos para la hemorragia y la preeclampsia (presión arterial elevada asociada al embarazo), así como en proyectos destinados a movilizar otros recursos –incluyendo recursos gubernamentales– para mejorar la salud de las madres y los recién nacidos.
Parto natural y ‘epidemia’ de cesáreas
Algunos hospitales ofrecen a las mujeres la posibilidad de tener un parto más natural y menos invasivo, e incluso el parto en el agua. ¿Qué opina sobre la inmersión en el agua durante el trabajo de parto y el nacimiento del bebé?
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Proporcionar un mayor confort y apoyo emocional durante el parto es muy beneficioso para la mujer, pero teniendo en cuenta que siempre pueden producirse complicaciones es mejor estar en el hospital para evitar la necesidad de un traslado en caso de emergencia. El trabajo de parto en el agua me parece bien, pero no así el nacimiento en el agua, porque habría que sacar al bebé del agua inmediatamente. En realidad, la forma más natural de nacer es la transición del líquido amniótico al aire; así es como un feto se convierte en un bebé.
“El trabajo de parto en el agua me parece bien, pero no el nacimiento. La forma más natural de nacer es la transición del líquido amniótico al aire; así es como un feto se convierte en un bebé”
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que el número de cesáreas es cada vez más elevado. ¿Por qué cree que está ocurriendo esto si tenemos recursos para evitarlo?
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Creo que todavía no tenemos los recursos necesarios para frenar la epidemia de cesáreas. Los gobiernos y las autoridades competentes deberían establecer normas para sancionar la práctica de una cesárea cuando esta no resulte necesaria, pero reconozco que esta medida sería difícil de llevar a cabo, así que dependemos de que los proveedores de salud se comporten de manera ética, y no soy demasiado optimista al respecto.
“La violencia doméstica es ante todo un problema de salud de hombres que no son capaces de controlar su ira”
¿Qué opina sobre la forma en que se está manejando la violencia doméstica en los países desarrollados, y qué medidas propondría para proteger mejor tanto a las mujeres como a los niños?
Para mí, la violencia doméstica es ante todo un problema de salud de los hombres –incluso aunque en algunos casos las agresoras sean mujeres, la gran mayoría son hombres que no son capaces de controlar su ira o violencia. Las víctimas necesitan ayuda, centros de acogida…, en cambio, apartamos a las mujeres y a los niños de sus hogares y familias; para protegerlos, por supuesto, pero, ¿son el verdadero objetivo de los programas?
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La mutilación genital femenina es una práctica criminal que se sigue realizando incluso en aquellos países donde supuestamente está prohibido por ley. En su opinión, ¿cómo se podría eliminar esta lacra social?
La mutilación genital femenina es un problema difícil de abordar; en ciertos entornos se ha reducido gracias a la acción comunitaria y a la creación de nuevos ritos de transición a la edad adulta, mientras que en otros se ha medicalizado. No soy una experta en el tema, aunque puedo decir que las formas más graves de mutilación genital incrementan los riesgos en el parto, especialmente para los recién nacidos. Para mí, la educación y la mejora del estilo de vida mediante el crecimiento económico constituyen una parte importante de la solución a este problema, ya que permitirían que las mujeres más jóvenes adquirieran una nueva percepción de sí mismas y tuvieran aspiraciones sobre cómo vivir sus vidas.