Gina Oller

Bióloga, psicóloga, embrióloga experta en fertilidad y reproducción asistida, autora de ‘Quiero ser mamá’
Gina Oller, embrióloga y psicóloga especializada en el acompañamiento emocional durante la búsqueda y el progreso del embarazo y autora de 'Quiero ser mamá', nos explica cómo afrontar mejor el proceso de la reproducción asistida.
Gina Oller
“Se nos ha enseñado a prevenir embarazos no deseados y se ha difundido la idea de que quedar embarazada es fácil, pero concebir y llevar a buen término un embarazo puede ser difícil, especialmente a medida que aumentan los años”

14 de marzo de 2024

Cuenta la ilustradora Lyona en el prólogo de Quiero ser mamá (Zenith) que hasta los 40 había pasado gran parte de su vida con miedo a quedarse embarazada en cualquier momento. Fue cuando quiso quedarse embarazada cuando descubrió que para llegar a convertirse en madre tendría que someterse a un tratamiento de fertilidad. Como ella, muchas mujeres se enfrentan a situaciones similares provocadas por factores socioeconómicos, de pareja, y a un desconocimiento general sobre la fertilidad. Así lo explica en el citado libro su autora, Gina Oller, embrióloga y psicóloga especializada en el acompañamiento emocional durante la búsqueda y el progreso del embarazo. En el contexto de la reproducción asistida, Oller describe el viaje hacia la maternidad como un camino complejo a nivel individual y de pareja debido al propio proceso: las pruebas, los diagnósticos, y a la incertidumbre que se transita. Desde su experiencia acompañando a mujeres y parejas, insiste en la necesidad de ofrecer un enfoque personalizado.

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¿Qué te motivó a escribir el libro y qué información específica ofrece a las mujeres que desean ser madres?

Portada "Quiero ser mamá"

Lo que me motivó a escribir el libro es el hecho de que cada día hay más mujeres y parejas que buscan el embarazo y no lo consiguen, siendo esto un tabú o encontrándose con multitud de dificultades. La información que van a encontrar va a despejar sus dudas sobre “que está pasando” y van a ver que lo que les pasa ni es tan raro, ni tan inusual, y les proporciona herramientas tanto biológicas, como psicológicas, para poder seguir con la búsqueda del embarazo de una manera más informada y consciente y minimizando la incertidumbre.

Cuenta Lyona en el prólogo del tu libro que a los 40 años su ginecóloga le dijo que, si quería ser madre, debería someterse a una FIV, y esto tampoco le aseguraba la maternidad. ¿Esperamos demasiado para ser madre?

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En cierto modo sí y en cierto modo no. Poner la presión del reloj biológico encima de las mujeres creo que es un error y que incrementa la culpa cuando, en verdad, es un problema social. No se trata simplemente de una o dos personas que deseen posponer la maternidad y esperen demasiado, sino que esta tendencia es característica de nuestra generación. En parte, hemos adoptado la creencia de que podemos decidir ser madres en el momento que elijamos. Sin embargo, la realidad es que hay factores externos que dificultan considerablemente la búsqueda del embarazo.

Retraso de la maternidad y problemas de fertilidad

¿Cuáles son esos factores que influyen en el retraso de la maternidad?

Los factores que más influyen son el entorno socioeconómico –que no nos lo ha puesto nada fácil a los millenial–, el factor de la pareja y el factor personal de desconocimiento. No voy a profundizar en el factor socioeconómico, ya que es ampliamente conocido cómo han sido los últimos años y las dificultades económicas en la crianza, así como la complejidad de conciliar trabajos a veces temporales o precarios con la maternidad.

Poner la presión del reloj biológico encima de las mujeres creo que es un error y que incrementa la culpa, cuando en verdad es un problema social

En cuanto al factor pareja, también ha sido influyente. En ocasiones, cuando deseamos ser madres, nuestra pareja no comparte ese deseo, o no vemos claro tener hijos con esa persona, o simplemente no tenemos pareja, lo que posterga aún más la maternidad. En la actualidad, el modelo de familia monoparental ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años.

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Por último, y posiblemente el factor más significativo, es el desconocimiento de la fertilidad, aunque estamos empezando a abordar este tema. Se nos ha enseñado a prevenir embarazos no deseados, y de alguna manera se ha difundido la idea de que quedar embarazada es fácil. Sin embargo, la realidad es que concebir y llevar a buen término un embarazo puede ser difícil, especialmente a medida que aumentan los años. Es esencial reconocer que la fertilidad no es tan sencilla como a veces se percibe, y que la planificación familiar requiere un mayor entendimiento y consideración. 

De hecho, escribes en el libro: “Somos una generación que sabe más de la anticoncepción que de la fertilidad”. Parece que nos convertimos en expertas a la fuerza.

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Sí, es usual encontrar mujeres y parejas que se informan de fertilidad demasiado tarde, o que no han tenido ningún registro del ciclo con anterioridad a la búsqueda del embarazo más allá de la fecha de la menstruación, sin conocerse de este modo en las distintas fases del ciclo menstrual, y cuando queremos todo este aprendizaje de manera rápida y con la presión de buscar puede abrumar.

La edad biológica ideal para tener hijos no concuerda con la edad social ideal para tener hijos

Así, de igual manera, nos creemos en general fértiles y cuando hay un diagnóstico de infertilidad o algún factor de subfertilidad pensamos que no es común, cuando en verdad, la infertilidad también forma parte de la naturaleza humana. 

¿Se ha normalizado el retraso de la maternidad hasta una edad en la que ya es muy difícil?

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En cierto modo sí. La edad biológica ideal para tener hijos no concuerda con la edad social ideal para tener hijos. Estas dos etapas se solapan en muy pocos años de vida de la mujer, cuando antes si casaban más. Podríamos decir que gracias a las técnicas de reproducción podemos conseguir alargar esta edad biológica fértil optimizando nuestras posibilidades de embarazo.

Consejos para sobrellevar mejor el proceso de reproducción asistida

¿Cómo definirías el viaje hacia la maternidad cuando el punto de partida es la reproducción asistida?

Excluyendo los modelos familiares que se basan desde el principio en la reproducción asistida, generalmente nadie anticipa que pueda necesitar técnicas para lograr el embarazo. En estos casos, el camino hacia la maternidad comienza con una búsqueda sin resultados positivos, pruebas, diagnósticos, y una incertidumbre que crea una situación compleja a nivel individual y de pareja. Este proceso lleva consigo una carga significativa de ilusión, expectativas y miedos cuando se recurre a técnicas de reproducción asistida, con todos los pasos a seguir que conlleva.

Excluyendo los modelos familiares que se basan desde el principio en la reproducción asistida, generalmente nadie anticipa que pueda necesitar técnicas para lograr el embarazo

Es crucial destacar que, a pesar de la complejidad y las emociones involucradas, el miedo no debe paralizarnos. Encontrar la confianza necesaria para seguir este viaje es fundamental. Aceptar y abrazar el apoyo emocional, médico y psicológico disponible puede ser clave para enfrentar este camino de manera positiva, superando los desafíos con determinación y esperanza.

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¿Cómo aconsejas a las personas prepararse para el proceso de reproducción asistida según tu experiencia? 

Es cierto que el camino hacia la maternidad o la búsqueda de soluciones a problemas de fertilidad depende enormemente de diversos factores. Elementos como tratamientos previos, características médicas o ginecológicas, el estilo de vida anterior, las edades de las personas involucradas y el estado emocional, tanto individual, como de pareja, todos juegan un papel crucial en este proceso. Lo esencial es reconocer la necesidad de personalizar los consejos y el acompañamiento, ajustándolos al ritmo y las necesidades individuales de cada persona. No existe un enfoque único que sirva para todos, ya que cada situación es única.

¿Cuáles son los principales retos emocionales y psicológicos a los que se enfrentan las mujeres que se someten a un tratamiento de reproducción asistida? 

El desafío emocional más complejo en este proceso es lidiar con la incertidumbre. La falta de certeza sobre cómo se desarrollarán las distintas etapas, como no saber cuándo se realizarán ecografías o la extracción de ovocitos, la incertidumbre sobre los resultados de laboratorio, y la incertidumbre sobre si el embrión se implantará, constituyen un reto psicológico significativo.

El “no saber” es un factor que suele generar frustración y constituye un verdadero desafío emocional durante el proceso de reproducción asistida

El “no saber” es un factor que suele generar frustración y constituye un verdadero desafío emocional. Además, si el tratamiento progresa favorablemente, la posibilidad de quedar embarazada en un futuro cercano cambia drásticamente la perspectiva. La sensación de no poder proyectarse a corto plazo debido a la falta de certeza en los resultados puede ser difícil de gestionar.

¿Cómo abordas en tu centro el acompañamiento emocional durante la búsqueda y el progreso del embarazo? 

Siempre de manera muy individualizada. Empezamos con una extensa primera visita, donde se explora a fondo la situación de la mujer o pareja, tanto a nivel biológico, como psicológico. En esta etapa, se revisa el historial, se abordan inquietudes y dudas, y a menudo se plantean propuestas de cambios. Se establece un calendario con los siguientes pasos y se consideran herramientas específicas que pueden ser beneficiosas para cada caso, que van desde lo que suelo llamar “citas de novios”, hasta cambios en el estilo de vida y la incorporación de rituales de autocuidado, entre otras estrategias.

Hay muchas estrategias para trabajar la comunicación y conexión en pareja y también profesionales especializados que acompañan; es importante no tener miedo a pedir ayudar si se necesita

Las visitas de seguimiento varían considerablemente en cada caso, adaptándose a las necesidades individuales. En algunas situaciones se requieren visitas prolongadas y espaciadas en el tiempo, permitiendo la realización de otras consultas médicas, o la implementación de cambios discutidos anteriormente. En otros casos, las visitas pueden ser cortas, pero más frecuentes. Este enfoque personalizado se vuelve especialmente relevante durante tratamientos de reproducción asistida o en las primeras semanas de gestación, donde la intensidad de los cambios y resultados demanda una atención más cercana y continua.

Explicas que la búsqueda de embarazo puede ser un momento complejo para la pareja. ¿Qué cuidados requiere la pareja en este momento?

Cuando una pareja decide iniciar la búsqueda de un embarazo, está a punto de embarcarse en una transformación significativa, preparándose para vivir una nueva situación y aspirando a incorporar un nuevo miembro en la familia. En caso de que no se logre de inmediato lo que desean, la relación de pareja podría verse afectada, generando tensiones o, por el contrario, fortaleciéndose.

A nivel emocional los cuidados que creo más imprescindibles son: ser conscientes de que lo vivimos de una manera diferente –aun teniendo el mismo objetivo no podemos pretender que el otro lo viva como nosotros, y viceversa–, y cuidar la comunicación. Gracias a la comunicación podemos ir enlazados a los siguientes escenarios; de no ser así puede que “nos desconectemos” e incluso ir en direcciones diferentes y a ritmos diferentes. Hay muchas estrategias para trabajar la comunicación y conexión en pareja y también profesionales especializados que acompañan; es importante no tener miedo a pedir ayudar si se necesita. 

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