María Fontán
26 de febrero de 2013
Los especialistas no se cansan de insistir en los beneficios de la lactancia materna, tanto para el niño como para la madre. Y es que la composición de la leche materna es inimitable y se trata de un alimento específicamente indicado para el recién nacido, que además de nutrientes contiene inmunoglobulinas, que son necesarias para proporcionar defensas a su todavía inmaduro sistema inmune. En el hospital materno-infantil HM Nuevo Belén, acaban de constituir un Comité de Lactancia, con el objetivo de promocionar la alimentación más natural para el bebé, informando y apoyando a todas las madres que decidan amamantar a sus hijos, para que puedan superar cualquier dificultad que se les presente. Hablamos con María Fontán, matrona de este hospital, que nos ayuda a resolver algunas dudas sobre la lactancia.
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La leche materna, el mejor alimento para tu bebé
¿Todas las mujeres estamos capacitadas para amamantar?
Sí, la mayor parte de las mujeres pueden amamantar a sus hijos. La famosa frase “Dejé de dar el pecho porque no tenía leche”, lo que en términos científicos se conoce como hipogalactia es una enfermedad rara, que afecta a mujeres que tienen otros trastornos como hipotiroidismo no tratado, retención de placenta, agenesia del tejido mamario (las mamas no se han desarrollado normalmente), o que se han sometido a cirugía, aunque si la mujer se ha puesto una prótesis puede dar el pecho perfectamente; pero si se trata de una reducción, dependiendo del tipo de intervención podrá o no podrá. La hipogalactia también puede afectar a mujeres con el síndrome de Sheehan (necrosis de la hipófisis por falta de riego durante el parto) y déficit congénito de prolactina (hereditario y sumamente raro). Así que, como podemos observar, son enfermedades muy raras y poco frecuentes las que imposibilitan a una mujer dar el pecho.
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¿Cuánto tarda en subir la leche?
La leche suele subir a las 48h posparto, no obstante, el reflejo necesario para que el cuerpo de la mujer produzca leche es que el bebé succione el pezón; cuanto más frecuentemente pongamos al recién nacido al pecho mejor subirá la leche (los bebés los dos primeros días de vida tienen un estómago en el que caben 6ml de leche, esto hace que coman cada hora o cada dos horas).
La composición de la leche es diferente a lo largo de la tetada; al principio el contenido en agua es muy alto, y al final de la toma se encuentra la leche con más contenido en grasa
¿Cada cuánto tiempo hay que poner al niño al pecho?
La lactancia materna es a demanda, esto quiere decir que se pone al niño al pecho siempre que esté en alerta tranquila (despierto y mirando a su alrededor, tal vez chupándose los puñitos), y que el bebé estará al pecho el tiempo que quiera (cada recién nacido tiene una pauta de alimentación en cuanto a la duración). Es importante no quitar al bebé del pecho hasta que se suelte solito, porque la composición de la leche es diferente a lo largo de la tetada; al principio el contenido en agua es muy alto, y al final de la toma se encuentra la leche con más contenido en grasa, por ello, si quitamos al bebé demasiado pronto del pecho solo habrá tomado agua, que le deja saciado por poco tiempo y además no cogerá todo el peso que debiera.
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¿Cómo se puede aumentar la producción de leche materna?
Hay diversos alimentos de los que se piensa que aumentan la producción de leche como: la cebada, el centeno, el trébol verde, el hinojo, el cardo…, pero su eficacia no está demostrada.
Hay fármacos como la domperidona, la metoclopramida y la sulpirida que estimulan la producción de prolactina que es lo que hace el bebé al succionar.
La lactancia ayuda a la involución uterina y a la contracción del útero, previniendo hemorragias posparto y ayudando a la recuperación materna
¿Qué beneficios tiene para la madre dar el pecho?
Los beneficios de la lactancia para la madre son que ayuda a la involución uterina y a la contracción del útero, previniendo hemorragias posparto y ayudando a la recuperación materna; además, disminuye la incidencia de cáncer de mama y cáncer de ovario, y protege frente a la diabetes.
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¿Puedo amamantar a mi hijo?
¿Hay alguna contraindicación a la lactancia materna?
La única contraindicación absoluta en países desarrollados es que la madre sea portadora del VIH. Existen también algunas patologías en las que la contraindicación depende de la situación maternal y del bebé, además de cómo se ha presentado en cada paciente la enfermedad; es el caso de la tuberculosis, en que se contraindica mientras la enfermedad esté en fase aguda, el herpes zóster si se da en el pezón, si el bebe padece galactosemia,…
Las mujeres que se han operado el pecho por cuestiones estéticas, ¿pueden también amamantar a sus bebés sin problemas?
Como he comentado con anterioridad, en el caso de las mujeres con cirugía mamaria depende del tipo de cirugía; si la mujer se ha sometido a un aumento de pecho sí podrá lactar, pero en el caso de la reducción mamaria dependerá del tipo de cirugía. Si para realizar la reducción se corta completamente el pezón y después se vuelve a recolocar en el sitio más estético será prácticamente imposible que esa madre amamante, ya que se habrán cortado los conductos que unen la mama con el pezón.
Numerosos estudios demuestran que durante el embarazo se puede lactar sin perjudicar ni la salud del feto ni la de la madre
¿Puede la mujer seguir amamantando si se queda embarazada?
Sí, se denomina lactancia en tamden y muchas mujeres la practican. El desconocimiento por parte de los profesionales hace que muchos lo desaconsejen, pero numerosos estudios demuestran que durante el embarazo se puede lactar sin perjudicar ni la salud del feto ni la de la madre, y que tras el nacimiento del nuevo hijo la leche se readapta de nuevo para este aunque el mayor siga mamando. El calostro, que es la leche que tiene la mujer desde la semana 34 de embarazo hasta las 48 horas posparto y es específica para el recién nacido, volverá a reaparecer.
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He leído que algunas mujeres se inducen la lactancia cuando van a adoptar a un bebé ¿es esto posible en todos los casos? ¿Cómo se hace?
Sí, esto es posible, y mujeres que en el pasado lactaron con sus hijos, pueden relactar para otros bebés gracias al estímulo de succión del nuevo bebé y a la ayuda de fármacos galactogogos como los que mencioné con anterioridad.
La calidad de la leche materna
Muchas madres se preocupan porque creen que sus bebés no están bien alimentados si solo les dan de mamar, ¿cómo pueden comprobar que toman los nutrientes necesarios?
Lo primero deben de confiar en sí mismas y en sus cuerpos; la mama está diseñada para producir la cantidad de leche que el bebé necesita, por eso una madre puede amamantar uno, dos y hasta tres bebés. Lo segundo, debe fijarse en los pañales de su hijo, y si este hace pis y caca significará que está comiendo. Además, puede observar si está contento, activo cuando esté despierto, y si succiona cuando se le acerca el pecho. Muchas mujeres piensan que no tienen leche porque el bebé pide muy frecuentemente, pero esto es normal, los bebés recién nacidos pueden mamar cada hora.
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Otra etapa de la lactancia en la que las madres piensan que no tienen leche es al mes del nacimiento, porque hasta entonces los pechos se hinchan de leche entre tomas y se vacían después de que el bebé coma, mientras que a partir del mes la leche se produce simultáneamente cuando el bebé succiona. Esto es porque cada vez aumentan más las demandas de leche del bebé, y las mamas no podrían albergar tanta cantidad de leche de una toma a otra. Otros momentos en los que las madres piensan que no tienen leche son cuando sus hijos, que pedían cada tres o cuatro horas, de repente piden cada hora, y esto ocurre porque los bebés están en un pico de crecimiento y necesitan más alimento; en uno o dos días, en cuanto el pecho de la madre comienza a fabricar más, el niño volverá a pedir cada más tiempo.
Se debe exigir el uso de las nuevas curvas de crecimiento elaboradas por la OMS, en las que se ha tenido en cuenta el crecimiento según las distintas etnias y solo con niños alimentados con leche materna
Muchas veces son los profesionales los que alarman a las madres con el escaso crecimiento de sus hijos y les indican darles biberón además de su leche. Las madres deben saber que las curvas de crecimiento antiguas se elaboraron con niños alimentados con biberón, y estos no crecen a igual ritmo que los amamantados al pecho.
Por eso, deben exigir el uso de las nuevas curvas de crecimiento elaboradas por la OMS, en las que se ha tenido en cuenta el crecimiento según las distintas etnias y solo con niños alimentado con leche materna.
¿Influye el estado de salud o la edad de la madre en la calidad de su leche?
No, igual que en el embarazo el cuerpo asegura el bienestar del feto, en la lactancia el cuerpo asegura la calidad de la leche a expensas de la salud materna. Lo único que parece ser evidente en los últimos estudios es que la leche de mujeres que son grandes consumidoras de productos con alto contenido en grasas trans (bollería industrial, chips,…) tiene más cantidad de estas grasas acumuladas en sus reservas grasas y en la lactancia son movilizadas para la producción de leche. Cabe destacar que las consumidoras de alcohol y drogas pasan estas sustancias nocivas a sus bebes a través de la leche.
¿La dieta de la madre lactante debe ser diferente o más abundante? ¿Hay algún alimento que la madre no deba tomar durante la lactancia?
La dieta de una mujer que lacta debe ser la misma que la del resto de la sociedad, es decir, equilibrada, con cinco raciones de fruta y verdura, y debe de estar constituida en un 65% por hidratos de carbono, 35% de grasas insaturadas (buenas) y un 15% de proteínas. Deben tener cuidado con el consumo de excitantes (café, té, chocolate,…) y eliminar el alcohol.
Es frecuente que las madres dejen de amamantar a los bebés cuando se incorporan al trabajo, y esto ocurre generalmente antes de los seis meses recomendados por la OMS, ¿deberían entonces sacarse la leche para que otras personas en su ausencia alimentaran al bebé con esa leche?
Las madres al incorporarse al trabajo tienen derecho a unas horas de lactancia por ley, que bien pueden usar todas juntas y alargar la baja maternal un mes más, bien disfrutarlas durante la jornada laboral y que alguien les acerque el bebé al trabajo para darle de mamar, o bien coger libre la primera o la última hora de la jornada.
Como cada mujer tiene una jornada y un puesto de trabajo distintos, esto hace que se decanten por una opción u otra. Una buena solución es dar de mamar abundantemente justo antes de irnos al trabajo, ya que habrá niños que se adapten al horario materno y no coman mientras la madre no está en casa y cuando esta llegue estén mamando casi todo el rato.
Otra solución, y la más extendida, es sacarse la leche y que otra persona se la dé al bebé en nuestra ausencia. Para esto son importantes dos premisas: que el cuidador (si es en guardería debemos informarnos primero si en la elegida dejan que llevemos nuestra leche para que se la den, porque no todas las guarderías ofrecen esta facilidad) dé la leche con vasito y no con biberón, para no confundir al bebé en cuanto a succión; y la otra premisa es la correcta conservación de la leche, teniendo en cuenta que a temperatura ambiente dura seis horas, en nevera cinco días, y el en congelador un mes. Además, debemos respetar la cadena del frío pasando la leche del congelador a la nevera, y de esta a temperatura ambiente, y si queremos calentarla lo haremos debajo del grifo con agua caliente, nunca en el microondas ni al baño maría.
Todo esto parece complicado y estresante; pero debemos pensar que solo serán unos meses porque a los seis meses, en cuanto introduzcamos la alimentación complementaria, sustituiremos tomas de lactancia por comida y, al final, solo dejaremos la toma de la mañana y la de la noche.