Paula Camarós Ruiz
11 de julio de 2024
La transición a la maternidad implica un cambio profundo en muchos aspectos vitales, desde el plano más físico o emocional, hasta el relacionado con el trabajo, el entorno familiar o social. Incluso las prioridades, los gustos o las preferencias mutan de forma irremediable. Así lo sintió Paula Camarós, matrona y consultora de lactancia certificada (IBCLC, por sus siglas en inglés), para quien su propia maternidad cambió la idea previa que tenía de lo que supone ser madre. “Antes de ser madre, incluso mucho antes de quedarme embarazada, soñaba con cómo haría las cosas, idealizaba muchos momentos. Después me convertí en matrona, y unos años más tarde en madre por primera vez. Cuando por fin la tuve en mis brazos, entendí que la realidad había superado con creces todas las ideas que yo tenía en la cabeza”, explica a Webconsultas. Camarós se formó en Reino Unido, donde trabajó para el sistema público sanitario durante seis años. En 2017, a su vuelta a España, fundaba Baby Suite, un centro de atención a la maternidad. Con más de 225 mil seguidores en su perfil de Instagram, ahora acaba de publicar su segundo libro, Ha nacido una madre (Planeta), en el que recorre de forma sencilla y amena todos los escenarios posibles que pueden darse tras el parto y durante los primeros meses del bebé, y ante los cuales una madre reciente puede encontrarse perdida: la lactancia, los cambios físicos, las emociones ante el duelo perinatal, el sueño del bebé, el baño, los percentiles… También habla, como no, del papel de la matrona en este momento vital para la mujer. “Ser matrona no me llevó a ser mejor madre, pero ser madre sí me ha hecho ser mejor matrona”, dice en esta entrevista.
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A nivel profesional, ¿cómo cambió tu propia maternidad esta esfera de tu vida? ¿Eres la misma matrona?
Yo siempre digo que ser matrona no me llevó a ser mejor madre, pero ser madre sí me ha hecho ser mejor matrona. La maternidad hizo clic en mí, me cambió para siempre y me enseñó a escuchar más, a acompañar mejor y a no juzgar a ninguna otra mujer fuese cual fuese su situación o decisión.
¿Cuáles son algunas de las preocupaciones comunes de las mujeres durante el periodo posparto?
Creo que esto varía según la etapa del posparto en la que la mujer se encuentre. Por ejemplo, lo que más preocupa a las madres tras el parto es su bebé. ¿Sabré hacerlo bien? ¿Se quedará con hambre? ¿Produciré suficiente leche? ¿Cuándo se le caerá el cordón umbilical y cómo saber que no está infectado? ¿Es mi leche materna suficiente? Por otro lado, esos primeros días siendo uno más en la familia en los que la mujer experimenta una revolución hormonal y sus emociones están a flor de piel.
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Van pasando las semanas y parece que la rutina con esa nueva personita se facilita, ya entienden sus tiempos, sus ritmos y, lo que antes era novedoso, ahora es el día a día… Entonces la mujer suele consultarnos temas más relacionados con su cuerpo. ¿Cuándo volverán a ser ellas? Las relaciones sexuales tras el parto, cuándo y cómo retomar el ejercicio físico, qué pasa con el suelo pélvico y la recuperación…
La matrona es la profesional adecuada para acompañar a la mujer en su salud reproductiva. ¿Cuál es el papel principal de una matrona en el cuidado de la salud de la mujer durante el embarazo, el parto y el posparto?
La matrona es una profesional de la salud experta en el acompañamiento y seguimiento del embarazo normal de bajo riesgo. Durante todas las semanas de la gestación la mujer va a poder recurrir a nosotras para informarse sobre todas sus pruebas prenatales, resolución de dudas, recomendaciones de hábitos saludables, evaluaremos posibles factores de riesgo derivando al profesional adecuado, así como detectando posibles desviaciones de la normalidad en la mujer o su bebé, o posibles patologías que precisen de una atención inmediata por otro profesional de la salud.
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Por supuesto, de cara al parto, la matrona se encargará de garantizar la salud materno infantil y acompañar durante todo el proceso de parto hasta el nacimiento del bebé y alumbramiento de la placenta. En el posparto, la matrona tiene un papel fundamental ya que suele ser el momento en el que las mujeres se sienten más vulnerables a nivel emocional. Sumado a esto, el posparto es una montaña rusa de emociones en las que a veces cuidar de un nuevo ser 24/7 se puede hacer muy cuesta arriba.
Ser matrona no me llevó a ser mejor madre, pero ser madre sí me ha hecho ser mejor matrona
¿Cómo ayudan las matronas a las nuevas madres a adaptarse física y emocionalmente después del parto?
En este aspecto las matronas tenemos un papel importantísimo: somos esa persona de referencia, y confianza para las mujeres. A mí personalmente, trabajar con las mujeres en su posparto me apasiona, poder volcarme en sus cuidados, resolver todas sus preocupaciones e intentar frenar aquellos miedos, muchas veces irracionales, que sentimos las mujeres tras convertirnos en madres. Me parece clave el poder dedicarles tiempo de calidad en la consulta.
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La otra cara de la maternidad
En el caso de partos traumáticos o con violencia obstétrica, ¿cuándo sería recomendable pedir ayuda profesional?
Si te refieres a pedir ayuda psicológica, tan pronto como la mujer desee y sienta que necesita esa ayuda. Los partos en ocasiones pueden complicarse y, aunque lo más normal es que todo vaya fenomenal, las emergencias obstétricas pueden ocurrir. Recomendaría mucho a la mujer que se comunique con su equipo obstétrico antes de irse de alta, de esta forma, le ayudará a poder resolver todas las dudas que tenga en referencia a su proceso de parto y la posible desviación de la normalidad.
Si hablamos sobre violencia obstétrica, esto jamás debería darse, aunque, por desgracia, en España sigue ocurriendo. Para evitarlo lo mejor sería que la mujer tenga muy claro dónde dará a luz y que preferencias tiene. Crear un plan de parto es importante también.
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“Las episiotomías jamás deberían realizarse para prevenir un desgarro, ni de manera rutinaria”, escribes. Esto en España, lamentablemente, sigue ocurriendo. ¿Por qué cuesta tanto erradicar prácticas sin evidencia científica en la atención al parto?
Bajo mi punto de vista, en nuestro país existen varios factores que afectan a poder erradicar prácticas obsoletas. En primer lugar, la hiper medicalización de un proceso fisiológico, seguido de la falta de matronas y que estas en muchos hospitales no atiendan los partos.
Añadiría también la precariedad en el sistema sanitario y la jerarquización que hoy en día sigue existiendo, es decir, esa lucha de poder entre el colectivo médico contra el colectivo de enfermería. Sinceramente opino que, si pusiésemos a la mujer en el centro y se trabajase según la evidencia científica, sería todo mucho mejor para todos.
En el posparto la matrona tiene un papel fundamental, ya que suele ser el momento en el que las mujeres se sienten más vulnerables a nivel emocional
Explicas en el libro que vivimos en una sociedad en la que tener un bebé parece estar muy ligado a sentir una felicidad absoluta, pero adviertes de que no siempre es así. ¿Qué factores influyen en la vivencia?
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Es cierto, tener un bebé es casi siempre un momento maravilloso y único en la vida de una mujer, pero también ocurre que, para muchas mujeres, no supone ese enamoramiento instantáneo. En ocasiones es tan solo necesario un poco de tiempo y favorecer que el entorno sea respetado e íntimo, minimizando visitas y priorizando a la mamá y su recién nacido.
Otras veces, las mujeres pueden estar afectadas por como haya sido su experiencia de parto, por ejemplo, cuando ha existido separación de la mamá y el bebé tras el nacimiento. Y, por supuesto, las expectativas que nos marcamos antes de ser madres y la idealización de la maternidad juegan también en nuestra contra.
Tener un bebé es casi siempre un momento maravilloso y único en la vida de una mujer, pero también ocurre que para muchas mujeres no supone ese enamoramiento instantáneo
Cuidados físicos y emocionales en el posparto
En el posparto, ¿quién cuida a las madres?
¡Qué buena pregunta! El cuidado a las madres debería ser primordial, aunque en muchas ocasiones se ignora esta necesidad. Para mí, este cuidado no solo debería existir en casa, sino que debe ir más allá. Por un lado, los profesionales de la salud debemos estar ahí. Matronas, obstetras, psicología perinatal… Todos a una para poner a la mujer en el centro siempre, y saber identificar cuándo necesitamos derivar para que la mujer reciba la ayuda que necesita.
También es esencial una red de apoyo. Crear tribu con otras madres es un recurso muy útil. El compartir vivencias y experiencias personales es muy sanador. El saber que la mujer no está sola y que las preocupaciones de una son a menudo las preocupaciones de muchas otras recientes mamás.
Por último, el cuidado de la familia es esencial. Cosas sencillas como pensar en ella, preguntar cómo se encuentra, ofrecerle un masaje, llevar comida para que no tenga que preocuparse por eso, buscar ratitos para que ella descanse y recupere energía. Acompañar y apoyar sus decisiones.
Crear tribu con otras madres es un recurso muy útil. El compartir vivencias y experiencias personales es muy sanador
Vivimos en una sociedad que valora poco o nada los cuidados. ¿Cómo afecta esto a la vivencia de la maternidad?
La mujer necesita de cuidados físicos y emocionales en el posparto. En muchas ocasiones, se pasa por alto y está demostrado que esto impacta en la salud materna a corto, medio y largo plazo. Te pongo un ejemplo que veo a diario en mi consulta. Mujeres que acuden a verme por algo relacionado con su bebé y, antes de centrarme en el recién nacido, siempre paro y mirando a la mujer a los ojos le pregunto: “y tú, ¿cómo estás?”. La inmensa mayoría de veces la respuesta no es otra que ojos llenos de lágrimas y una cara de incredulidad. ¿Yo, que cómo estoy yo?, responden las mujeres. Pues desbordada, triste, agotada, perdida.
Las expectativas que nos marcamos antes de ser madres y la idealización de la maternidad juegan también en nuestra contra
¿Cuáles son las presiones sociales y culturales que enfrentan las madres hoy? ¿Hay una presión social para volver al trabajo y, al mismo tiempo, cumplir con determinados estándares de crianza?
Hace poco una mujer me dijo en la consulta que hoy en día, para ser buena madre, la sociedad nos ha hecho creer que necesitamos siete másteres en crianza y, en parte, tenía razón… Las mujeres vivimos la maternidad con una presión añadida que hace años no existía. La perfección de las redes sociales, el sentir que tenemos que estar divinas y recuperadas rápido, la reincorporación al mundo laboral dejando un bebé en casa de apenas 16 semanas de vida…
Todo esto va cargando una cada vez más pesada mochila que llevamos a cuestas las mujeres. ¿Y qué pasa si no me reincorporo a las 16 semanas? ¿Llegará otro y ocupará mi puesto? ¿Me vetarán el ascenso de por vida? ¿Me despedirán? ¿Y si elijo este modelo de crianza frente a este otro? ¿Me sentiré juzgada por las decisiones que he tomado? Estoy segura de que estas son solo algunas de las preguntas que atormentan a las mujeres recién convertidas en madres.
Las mujeres vivimos la maternidad con una presión añadida que hace años no existía
¿Qué crees que ayudaría a disfrutar de unas maternidades menos inseguras?
Vivir el presente, cada cosa a su tiempo, y la maternidad de la manera que sea compatible con cada mujer sin dejar que seas juzgada por las decisiones que tomes. Informarse y formarse para que, sea cual sea la decisión que la mujer tome, tenga siempre un “porqué” claro.
Hay mujeres que prefieren dar leche de fórmula y es tan válido como aquellas que desean amamantar hasta que su hijo o hija lo decida. Mujeres que practican colecho y otras que prefieren que su bebé duerma en la cuna… Sea lo que sea, no juzgar ni permitir ser juzgada por la manera en que tú deseas criar a tu hijo o hija. Sin duda, si somos capaces de esto, viviremos todas unas maternidades más gozosas y conscientes.