Beatriz Holtkamp
30 de abril de 2021
Con la llegada de la pandemia de COVID-19, y hasta que la población sea vacunada en su mayoría, el uso de mascarilla es una de las mejores maneras de protegerse del contagio con el SARS-CoV-2. Sin embargo, su utilización está teniendo un efecto negativo en otros aspectos, como puede ser la piel del rostro –el llamado maskné– o incluso su impacto en la voz, pues el cubrebocas no deja de ser una barrera física a la hora de proyectarla. Esto último ha causado que los problemas vocales de las personas se vean acrecentados, especialmente en aquellos que utilizan la voz como principal herramienta de trabajo, pues se tiende a alzar la voz para ser escuchado. Beatriz Holtkamp, logopeda del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM) y experta en patologías de la voz, sobre todo en profesionales, nos cuenta los riesgos que tiene para nuestra salud vocal el hecho de llevar puesta una mascarilla y nos da las claves para prevenir problemas relacionados con este esfuerzo vocal. Sigue leyendo y descubre cómo evitar que el uso de la mascarilla te pase factura.
Debido a la pandemia de COVID-19 se ha hecho necesario el uso de mascarillas protectoras frente al SARS-CoV-2 interponiéndose en la forma en la que nos comunicamos. ¿Cómo afecta llevar una mascarilla puesta a la voz y a que nos entiendan los demás?
La comunicación no se reduce a poder oír lo que dice la otra persona, sino que funciona gracias a la suma de numerosos componentes, por ejemplo, el lenguaje corporal. Muchos de estos factores se han reducido o suprimido con el uso de las mascarillas.
A la hora de comprender lo que nos dice un interlocutor, automáticamente nos fijamos en los movimientos que realiza con la boca, pero el hecho de llevar mascarilla elimina este importante apoyo visual. Además, se trata de una barrera para la expansión de la onda sonora, por lo que se reduce la transmisión del sonido y se nos escucha peor. Aunque podamos mostrar algunos sentimientos con los ojos, los gestos faciales tampoco acompañan las conversaciones como lo hacían antaño. Otro inconveniente es que muchas personas han empezado a articular menos porque les resulta incómodo hablar con la mascarilla puesta.
Al percibir que no se entiende lo que decimos, tendemos a elevar el volumen y a forzar las cuerdas vocales para conseguir una mayor potencia vocal. También realizamos compensaciones musculares sin ser conscientes de ello, generando tensiones y adquiriendo una fonación inadecuada que vamos generalizando progresivamente.
Además, la mascarilla consigue que bebamos menos agua a pesar de aumentar el esfuerzo vocal. No debemos olvidar que el agua es ‘la gasolina’ de la voz, con una garganta mal hidratada, los tejidos no pueden vibrar adecuadamente y el esfuerzo vocal aumenta notablemente.
No debemos olvidar que las mascarillas suponen una barrera también para la adquisición del lenguaje de los más pequeños, pues los niños aprenden a hablar por imitación de los movimientos faciales que observan en las otras personas. Actualmente, únicamente pueden ver cómo articulan las personas con las que conviven, pero al estar fuera de casa –por ejemplo, todas las horas que están en el colegio– no disponen de este importante apoyo visual. La demanda de logopedia ha crecido notablemente por un incremento de casos de retrasos de lenguaje y dislalias, entre otros.
¿Qué tipo de mascarillas dificultan más la transmisión de la voz? ¿Cuántos decibelios pueden llegar a reducirlo?
Lógicamente, el sonido se transmite peor a medida que aumenta el grosor de la mascarilla. Lo más notable es si se utilizan mascarillas de plástico o pantallas cerradas, puesto que no permiten apenas que salga el sonido. Se han llevado a cabo algunas investigaciones y se ha observado que estas herramientas de protección atenúan principalmente las frecuencias altas del sonido de la voz. Es importante tener en cuenta que las voces más agudas son las de mujeres y niños, precisamente la población que más disfonías funcionales suele presentar.
Se puede destacar que dichos estudios hablan de una atenuación de las frecuencias desde 2000 Hz-7000 Hz. Hay que tener en cuenta que la voz masculina tiene de media unos 106 Hz, la voz femenina unos 193 Hz y las voces infantiles varían en función de la edad, pero se sitúan por encima de las voces de mujer. En principio, las mascarillas quirúrgicas pueden reducir aproximadamente entre 3 y 4 decibelios, mientras que en las mascarillas FFP2 o N95 se ha observado un descenso de hasta 12 decibelios.
Y en base a esto, ¿cuáles son los profesionales más afectados por el uso de las mascarillas a nivel vocal? ¿Interfieren del mismo modo el uso de pantallas en la proyección o uso de la voz?
El uso de mascarillas afecta a cualquier persona en su día a día porque todos tenemos la necesidad de hablar en el trabajo, en el contexto familiar o al hacer la compra. Además, la voz es la herramienta de comunicación en casi todos los trabajos.
No debemos olvidar que el agua es ‘la gasolina’ de la voz, con una garganta mal hidratada, los tejidos no pueden vibrar adecuadamente y el esfuerzo vocal aumenta notablemente
Sin embargo, los profesionales más afectados son aquellos que deben hablar durante muchas horas con la mascarilla puesta, especialmente en espacios ruidosos, por ejemplo, teleoperadores, camareros, cajeros, profesores, médicos, etcétera. Estas dificultades aumentan notablemente si se añaden componentes como llamadas o videollamadas, si nuestro interlocutor no se encuentra con nosotros, tendemos a hablar más alto y si además estamos en una sala con otras personas realizando llamadas o si utilizamos cascos, necesitamos superar esas barreras con nuestra voz para tener una retroalimentación de lo que estamos diciendo.
Las pantallas protectoras interfieren –nótese que deben usarse de forma conjunta con las mascarillas, no para sustituirlas– porque suponen otra barrera más. Además, distorsionan mucho el sonido y el plástico evita que se proyecte la voz de forma adecuada.
¿Cuáles son los problemas vocales que más han aumentado desde que comenzó la pandemia de COVID-19 y con ella el uso masivo de mascarillas? ¿En qué personas se han agudizado?
Se ha observado que el uso de las mascarillas está causando que la gente intente hablar con un volumen más alto, para lo que fuerza la voz en lugar de proyectarla adecuadamente. Estas conductas tienen diferentes problemas como consecuencia, encontrando principalmente fatiga vocal, disfonías de repetición, afonías (pérdida completa de la voz) y nódulos. Hay que prestar atención a las pérdidas de voz repentinas por un esfuerzo vocal, ya que pueden estar originadas por una hemorragia vocal que podría derivar en un pólipo. Es fundamental recordar que a partir de los 14 días la disfonía se considera crónica y debe ser evaluada por un otorrinolaringólogo.
Las mascarillas suponen una barrera también para la adquisición del lenguaje de los más pequeños, pues los niños aprenden a hablar por imitación de los movimientos faciales que observan
Las principales personas afectas son aquellas que tienden a hablar con una articulación cerrada, que suelen forzar mucho la voz en su día a día o que la utilizan como herramienta de trabajo. Todo aquel que tuviera tendencia a presentar patologías vocales puede desarrollar actualmente una con más facilidad. Esto se debe a que ha aumentado mucho el abuso y mal uso vocal, lo que conlleva disfonías funcionales.
¿Cuáles podrían ser los problemas a largo plazo de forzar la voz por el uso de mascarillas?
El mal uso o abuso vocal tiene, como consecuencia, una disfonía funcional. Si se utiliza la voz de forma inadecuada una vez pueden aparecer lesiones en las cuerdas vocales, aunque no sucede siempre. Por el contrario, si esta forma de emitir la voz se mantiene a largo plazo pueden aparecer nódulos y, en caso de tenerlos, podrían volverse fibrosos, cuanto más tiempo tienen los nódulos, más difícil resulta eliminarlos únicamente con terapia vocal.
Las mascarillas quirúrgicas pueden reducir aproximadamente entre 3 y 4 decibelios, mientras que en las mascarillas N95 o FFP2 se ha observado un descenso de hasta 12 decibelios
Otro riesgo es el de generalizar patrones de habla perjudiciales para la voz, como habla cerrada, tensión en mandíbula y cuello, etcétera. Hay personas que no tienen una mala proyección vocal al hablar sin mascarilla, pero al ponérsela aparecen conductas perjudiciales para la voz que, poco a poco, van integrando en su forma de hablar. Si estos comportamientos los acaban integrando en su habla espontánea, es probable que a largo plazo comiencen a padecer patologías vocales.
Por último, es necesario destacar que no cuidar adecuadamente una lesión vocal tener como consecuencia que derive en otra patología, como por ejemplo pasar de tener una hemorragia a un pólipo.
Consejos para cuidar la voz
¿Cómo se puede reducir el esfuerzo vocal en aquellos cuya principal herramienta de trabajo es la voz?
Lo más importante es realizar un calentamiento vocal diario, tanto al levantarse como antes de empezar a trabajar. Además, resulta fundamental mantenerse bien hidratado bebiendo muchos sorbitos de agua a lo largo del día y hacer descansos vocales. Es conveniente repetir ejercicios que permitan relajar los órganos implicados en la fonación o actividades para colocar y proyectar la voz siempre que se pueda, como al ir al baño, mientras se rellena la botella, etcétera. Asimismo, el enfriamiento vocal ayuda a cualquier profesional de la voz a terminar la jornada de trabajo de forma sana.
Los profesionales más afectados son aquellos que deben hablar durante muchas horas con la mascarilla puesta en espacios ruidosos, como teleoperadores, camareros, cajeros, profesores, médicos…
Es indispensable que cada profesional disponga del material necesario para poder desempeñar su labor sin aumentar el riesgo de sufrir patologías vocales, como por ejemplo el uso micrófono por parte del profesorado.
Por último, todo profesional que utilice la voz como herramienta de trabajo debería recibir sesiones de un profesional cualificado para aprender a utilizarla correctamente. Es importante destacarlo porque muchas profesiones no ofrecen esta formación y los trabajadores desconocen incluso los hábitos de higiene vocal más básicos. Además, hay numerosos campos en los que las bajas laborales disminuirían significativamente, por ejemplo, en el caso de los profesores.
¿Qué hábitos y consejos recomiendas para cuidar la voz en el día a día con mascarilla?
Mis recomendaciones para cuidar la voz son:
Estos consejos no son curativos, es decir, no sustituyen una buena reeducación logopédica ni previenen al completo la aparición de futuras patologías. Sin embargo, sí que ayudan a que estos problemas sean menos recurrentes y, sobre todo para personas con propensión a padecer patologías vocales, suponen un buen arma a la hora de controlar la aparición de los problemas vocales.