Dra. Blanca Madurga Patuel

La doctora Blanca Madurga lleva más de tres décadas dedicadas al campo de la urología. Valenciana de nacimiento, ejerce en la Unidad de Urología Funcional del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz. Fruto de su experiencia, acaba de publicar Todo lo que necesitas saber sobre el pene y nunca te atreviste a preguntar (Planeta), un libro extraordinariamente divulgativo en el que, además de informar sobre el órgano genital masculino, intenta desterrar muchos mitos que han ido en aumento con el boom de la pornografía y la desinformación que puebla los medios digitales y las redes sociales. “La pornografía, que cada vez se consume por varones más jóvenes, incluso niños y adolescentes que tienen un cerebro aún en formación, normaliza a través de las películas cosas que no son normales”, sostiene la experta, que explica que la educación sexual de los jóvenes a través de las películas porno tiene las consultas cada vez más repletas de chavales con disfunción eréctil y frustrados por el tamaño de su pene.

En la nota introductoria del libro habla sobre el ritmo frenético en el que vivimos y el hecho de que estemos mediatizados “por noticias falsas y medias verdades distribuidas por redes sociales”. ¿El pene y la sexualidad masculina no escapan a las fake news?

No, para nada. Todo lo contrario. Es un negocio floreciente para más de un desalmado que intenta aprovecharse de la vergüenza y el miedo que tienen muchos hombres a consultar por problemas relacionados con la sexualidad y que les hace preferir consultar al doctor internet, donde se venden las cosas más insólitas que te puedes imaginar y a precios no precisamente baratos.

En esa misma introducción comenta que hay una cuestión muy ligada a la sexualidad y la salud masculina: la necesidad de cumplir con unos determinados estándares, de cumplir con lo que consideramos “lo normal”. ¿Cuánto ha distorsionado esa “normalidad” el acceso cada vez mayor a la pornografía?

Muchísimo, porque la pornografía, que cada vez se consume por varones más jóvenes, incluso niños y adolescentes que tienen un cerebro aún en formación, normaliza a través de las películas cosas que no son normales. Y claro, eso cuando a esos chicos les llega la hora de la realidad, de sus primeras relaciones sexuales, y ven que no es lo que han visto en las películas, el sentimiento de frustración y de fracaso es muy grande. Muchos llegan a tener graves problemas psicológicos que desembocan en problemas sexuales de muy difícil solución.

“La pornografía, que cada vez se consume por varones más jóvenes, incluso niños y adolescentes que tienen un cerebro aún en formación, normaliza a través de las películas cosas que no son normales”

Vivimos en una sociedad aparentemente más avanzada en muchos aspectos, pero sin embargo la pornografía es toda la formación en sexología que reciben muchos adolescentes y jóvenes. ¿Se está notando esto en consulta?

Sí, claro que se va notando. Al final es un problema también de los padres. Estamos dejando un poco la educación de los hijos en manos de “los demás”. Y no, quien se tiene que ocupar de sus hijos son sus padres. Y la educación sexual se la tienen que dar ellos. Ahora con el móvil desde bien pequeños 24 horas al día, podrán ver un montón de cosas, pero si ya tienen una información veraz podrán distinguir con mucha más facilidad si lo que están viendo o leyendo es un fake o no.

“Cuando a muchos chicos les llega la hora de la realidad, de sus primeras relaciones sexuales, y ven que no es lo que han visto en las películas porno, el sentimiento de frustración y de fracaso es muy grande”

¿Cuáles suelen ser los problemas más habituales que suelen manifestar estos jóvenes educados sexualmente por la pornografía?

Sobre todo, la disfunción eréctil. Y en el número dos, muy cerca del anterior, está la frustración por el tamaño de su pene. Muchos piensan que su pene es pequeño, una porquería, porque han visto a un actor porno que le llega hasta la rodilla… Y no, la mayoría tienen penes normales. ¿Que hay quienes lo tienen más grande? Por supuesto. Pero el tuyo es normal. No todos medimos dos metros como un jugador de baloncesto, ¿no? Pues con esto es lo mismo.

“Muchos piensan que su pene es pequeño, una porquería, porque han visto a un actor porno que le llega hasta la rodilla… Y no, la mayoría tienen penes normales”

Y entiendo que, dentro de lo malo, que vayan a consulta es una buena noticia. Porque no quiero pensar en la de chavales que habrá encerrados en sus casas paralizados por no alcanzar esos estándares…

Fíjate que los que vienen a consulta son un porcentaje pequeñísimo, aquellos en los que el problema es tan grande que los padres lo han podido notar y les han podido aconsejar. Pero la inmensa mayoría se lo come solo.

“Sigue vigente hoy en día la idea del tamaño del falo como señal de hombría, de masculinidad”

De penes pequeños y gatillazos

Ha comentado la frustración por el tamaño del pene. Leyendo su libro me ha sorprendido conocer que el tamaño del pene es algo que importa casi desde siempre. ¿Por qué esa obsesión con el tamaño?

Por una cultura ancestral basada en el falo, en la que se consideraba que el tamaño del falo era el tamaño de la masculinidad de cada hombre. Y esa herencia cultural antigua y un poco rocambolesca sigue vigente hoy en día en forma de una cultura en torno al falo como señal de hombría, de masculinidad.

Comenta en el libro que un pene normal mide entre 10 y 15 centímetros, pero que con apenas 6cm en erección se puede conseguir una penetración satisfactoria. Sin embargo, socialmente se mitifica el pene grande. ¿Un pene muy grande puede generar tantos problemas como un pene muy pequeño?

Efectivamente, porque un pene excesivamente grande puede provocar dolor en la mujer. Así que ni enorme, ni menos de seis centímetros. La naturaleza es sabia y todas las cosas que nosotros tenemos en el cuerpo tienen su sentido. El pene tiene que estar acorde con el tamaño de la vagina de la mujer.

“La naturaleza es sabia y todas las cosas que nosotros tenemos en el cuerpo tienen su sentido. El tamaño del pene, por ejemplo, tiene que estar acorde con el tamaño de la vagina de la mujer”

Sexualmente hablando, ¿podríamos decir que el gatillazo y la eyaculación precoz son de los miedos más grandes que enfrentamos los hombres ante el acto sexual?

Sí, sobre todo en los hombres jóvenes, que es cuando suelen ocurrir estas cosas por nervios, por miedo, por inexperiencia. Esos miedos los tienen todas las personas, también las mujeres. Son cosas normales a las que no hay que dar mayor importancia. Eso sí, cuando el problema es repetido en el tiempo, si cada vez que tienes una relación sexual tienes un gatillazo, ojo cuidado, tienes que visitar al andrólogo para buscar asesoramiento y ayuda.

¿Qué hay detrás de estos dos problemas además de los nervios, el miedo o la inexperiencia?

Pues que como hablábamos al principio, a pesar de toda la información que hay en internet estamos ahora más desinformados que antes. Antes éramos autodidactas, los padres de mi generación no nos hablaban de este tema para nada, así que era un poco ensayo-error. Pero es que ahora hay mucha información falsa, sesgada y que lo único que intenta es vender algo; y eso es tan malo como no tener información.

“Si cada vez que tienes una relación sexual tienes un gatillazo, ojo cuidado, tienes que visitar al andrólogo para buscar asesoramiento y ayuda”

No puedo acabar esta entrevista sin tocar la rotura del pene. Todos hemos escuchado alguna vez una historia al respecto, pero nunca se sabe dónde empieza la realidad y dónde el mito. ¿Se puede romper el pene?

Se puede romper, pero no es habitual y no hay que tener miedo. El pene se rompe por un “accidente”, sobre todo en varones jóvenes, con una erección muy potente, si en la vorágine del sexo de pronto en vez de penetrar chocan contra el periné de la pareja. En el momento de la erección, sobre todo si es muy fuerte, el pene está tan rígido como un palo, así que un golpe accidental puede romperlo.