Leticia Pérez Serrano
22 de abril de 2021
El ritmo frenético que llevamos hace que nos quede poco tiempo libre, que muchas veces tenemos que dedicar a tareas, como puede ser la limpieza o la organización en el hogar. Son muchas las discusiones que se originan por este motivo, tanto familiares como de pareja, así que para evitar que esto ocurra Leticia Pérez Serrano, organizadora profesional, asesora de imagen, personal shopper y autora de ‘Ordena tu casa, tu mente y tu vida’ (Ed. Alienta, 2021), nos da las claves para cambiar nuestros hábitos, conseguir tener la casa limpia y ordenada y sacar así más tiempo libre para disfrutar de nuestros hobbies e intereses, pues, tal y como explica la experta, “para mí el mayor de los beneficios del orden es el tiempo que nos regala”. Leticia nos da algunas claves y las herramientas necesarias para crear e implementar en tu día a día una serie de hábitos que harán tu vida más fácil. ¿Te animas a empezar el cambio?
Eres organizadora profesional, un trabajo poco conocido pero del que cada vez oímos hablar más. ¿Nos puedes explicar en qué consiste concretamente tu trabajo?
Yo me dedico a organizar espacios, casas, o por ejemplo, ordenar solo trasteros, depende de lo que me pidan. Para que se entienda mejor, la persona en cuestión se pone en contacto conmigo, determinamos un día en el que voy a su casa, hago una primera visita y ya después hacemos el trabajo de organizar el espacio. Actualmente, por temas del COVID, estoy trabajando bastante más de forma online, lo que me permite ayudar a más personas, pues puedo llegar a cualquier parte del mundo, y además está muy bien porque mis clientes hacen el trabajo final y aprenden mucho.
Al final acumulamos por el miedo al futuro o por apego al pasado, además del ‘por si acaso’
Para hacerlo así las personas me mandan una fotografía del espacio que quieren organizar y yo les aconsejo de forma personalizada la mejor manera de sacarle provecho, y además les voy dando las pautas paso a paso. Y sí, tienes razón, esto de los profesionales de la organización es bastante nuevo; de hecho, en España está empezando, es una profesión bastante desconocida pero que tiene mucho futuro. En América ya se lleva haciendo años.
¿Por qué es tan importante el orden y la limpieza en casa? ¿Cuáles son las consecuencias físicas y mentales del desorden?
El orden nos da un montón de beneficios, no solo las ventajas de ver la estancia ordenada, sino que hay muchas más cosas detrás. Tener todo organizado en casa nos simplifica la vida, nos da paz, tranquilidad, seguridad, lo tenemos todo bajo control y nos mejora la autoestima también. Hay mucha gente que acumula cosas y tiene la casa muy desordenada y eso hace que le dé vergüenza mostrarla a los demás, y acaba volviéndose antisocial.
Para hacer frente a la postergación recomiendo la regla de los dos minutos, si una acción te va a ocupar menos de dos minutos debes hacerla al momento, sin perezas
El orden también nos hace ahorrar dinero, pues cuando no sabes lo que tienes exactamente tiendes a comprar cosas por duplicado; por ejemplo, si te quieres poner una camiseta roja y tú sabes que la tienes pero buscas y buscas y no la encuentras, acabas comprándote otra igual, perdiendo el tiempo en ir a comprarla y el dinero, además de pasar un mal rato. O sea, que a nivel de salud también influye porque te da más tranquilidad y menos estrés. Para mí el mayor de los beneficios del orden es el tiempo que nos regala.
Una de las cosas que más me llama la atención en las casas es la cantidad de regalos o recuerdos que conservamos y que no hacen más que ocupar espacio sin ninguna finalidad más que el apego emocional. ¿Qué debemos hacer en estos casos?
La acumulación es una de las principales causas del desorden, la principal diría yo. Al final acumulamos por el miedo al futuro o por apego al pasado, además del ‘por si acaso’. Por ejemplo, pensamos ‘si adelgazó 3 kg ya me pondré este pantalón, voy a guardarlo’, y luego cuando adelgazas esos 3 kg lo que quieres es comprarte uno nuevo; son cosas que ya no necesitamos y que seguramente no le demos uso en el futuro.
Hay que cambiar los hábitos y establecer objetivos reales. No podemos llegar a todo, así que en vez de ponerte 12 tareas, ponte tres, pero cúmplelas
Para evitar esto, tenemos que hacernos una serie de preguntas y ver si realmente esos objetos nos gustan, los necesitamos, o nos representan en ese momento de nuestra vida, porque todos vamos cambiando y lo que utilizábamos antes a lo mejor ahora no, y por eso es bueno detectar cuáles son esas cosas que estamos acumulando por acumular y tomar medidas al respecto.
Muchas de estas cosas que acumulamos también es por la postergación, dejar una cosa para hacerla en un después indeterminado es uno de los mayores enemigos del orden, ¿cómo hacemos para evitar que nos dé pereza, por ejemplo, recoger la ropa que nos acabamos de quitar?
Para hacer frente a la postergación recomiendo uno de los trucos de los que hablo en el libro, que es la regla de los dos minutos. Esta norma consiste en que si una acción te va a ocupar menos de dos minutos debes hacerla al momento, sin perezas. Un ejemplo de esto es cuando llegas a casa, te quitas la chaqueta y el bolso y los dejas en una silla, cuando te haces un café y dejas la taza en la mesa, o cuando vas al baño, te cepillas el pelo y lo dejas ahí tirado.
Se debe organizar primero la imagen personal, y yo recomiendo empezar por el armario de la ropa
Son pequeñas microtareas que se van dejando para más tarde, pero si no resolvemos esos micro caos al momento, se convierten en un gran caos y luego cuesta mucho más solucionarlo. Por eso, lo mejor es hacer enseguida esas cosas que requieren menos de dos minutos y así te quitas esas tareas del medio cuanto antes sin acumularlas.
He visto que hay varias leyes y reglas del orden, la limpieza y la productividad. ¿Podrías hablarnos de alguna de ellas?
Una de ellas es la regla de los dos minutos que acabo de comentar, aunque realmente es una teoría de David Allen, un experto en productividad. Otra de las teorías sería la de las ventanas rotas, que me gusta mucho porque es de criminología y dice que los espacios urbanos mantenidos en buen estado provocan una disminución de las tasas de criminalidad. Esto quiere decir que el orden invita al orden y lo atrae, por ejemplo, si hay algo muy ordenado –como puede ser un cajón– sabe mal dejar algo tirado y entonces cuando metas algo en él lo harás de forma ordenada; en cambio, si el cajón está muy desordenado no te vas a poner a ordenarlo todo en ese momento, por lo que dejarás el objeto tirado.
Gestionar bien el tiempo y fijar las prioridades
Normalmente nos centramos mucho en las cosas físicas, pero no solo se deben organizar los objetos materiales, sino también el tiempo, el gran regalo que tenemos. ¿Cómo podemos hacerlo en una sociedad en la que vivimos a un ritmo frenético?
Al final todos disponemos de 24 horas, así que si a mí me da tiempo a hacer las cosas, ¿por qué a ti no? La respuesta a este problema no es cuestión de una cantidad de tiempo en sí, sino de cómo lo gestionamos cada uno y cómo priorizamos lo que tenemos que hacer a lo largo del día. Hay que crear un cambio de hábitos, unas rutinas que nos ayuden a gestionar bien el tiempo.
Para mí el mayor de los beneficios del orden es el tiempo que nos regala
Si quieres, por ejemplo, hacer deporte todas las mañanas, debes saber cuál es tu prioridad, y si no te da tiempo tienes que pensar en alternativas para llegar, como levantarte una hora antes para poder hacerlo. Al final todo consiste en cambiar los hábitos y establecer objetivos reales, no podemos pretender hacer 12 tareas en nuestro día porque no nos va a dar tiempo. Yo siempre digo que no podemos llegar a todo, sino a casi todo, así que, en vez de ponerte 12 tareas, ponte tres, pero cúmplelas.
¿Cuáles son los consejos que darías a una persona que quiere empezar a ordenar su casa como método para ordenar su vida? ¿Por dónde debe empezar?
Lo primero es que debes estar convencido de que quieres organizar tu casa, porque hay gente que dice que quiere organizar, por ejemplo, el armario, y se pone a organizar tres prendas y lo deja. Si realmente quieres cambiar tu casa y tu vida tienes que tenerlo claro y emprender la acción, y para ello el primer paso que yo recomiendo es hacer un trabajo que se llama la rueda de la vida. Esta tarea consiste en sentarse y detectar cómo están las áreas de nuestra vida en general, en nuestra casa, en nuestra mente, en nuestra familia, en nuestros amigos o en nuestro dinero, porque al final todo tiene que tener un equilibrio y una coherencia con nuestro estilo de vida.
Si hay una organización bien establecida el mantenimiento es muy fácil, porque cada cosa tiene su lugar y simplemente hay que llevar cada cosa a su sitio de una forma muy automatizada
Tenemos que detectar qué es lo que nos está aportando valor y qué es lo que no, y después trazar un plan. Para empezar podemos hacerlo por la zona de la casa que más nos preocupe, o seguir el plan que explico en el libro. Yo recomiendo empezar por el armario de la ropa por ser la zona más personal. Creo que si tú estás bien, todo lo demás es más fácil, y por eso recomiendo empezar por nosotros mismos, por la persona que solicita mis servicios o que quiere empezar a poner orden en su vida. En conclusión, se debe organizar primero la imagen personal, y luego empezaríamos por el principio de la casa, que es la entrada, para seguir con las demás estancias.
Y una vez tenemos todo ordenado, ¿cómo podemos mantenerlo así, y más cuando hay niños en casa?
Cuando has creado un buen método de orden y organización se te puede ir de las manos el orden un poco, es normal, sobre todo cuando, como bien dices, hay niños en casa. Pero si hay una organización bien establecida el mantenimiento es muy fácil, porque cada cosa tiene su lugar y simplemente hay que llevar cada cosa a su sitio de una forma muy automatizada.
También es muy importante tener un buen sistema de organización a nivel de limpieza y tareas de la casa; se trata de organizarlo de tal forma que no tengamos que darnos maratones de limpieza los domingos y poder disfrutar así de nuestro tiempo de ocio. Se puede organizar a nivel mensual, semanal…, es decir, que cada cierto tiempo hagamos unas tareas determinadas, y así tendremos más tiempo para nosotros mismos.