Pilar Cebrián
19 de octubre de 2016
Dicen que “nunca segundas partes fueron buenas”, pero Pilar Cebrián, psicóloga y coach de parejas, opina que “si la pareja tiene una verdadera motivación de cambio y unas variables de personalidad que lo favorezcan, y hay amor y unos sólidos vínculos emocionales, con independencia de la problemática que les haya distanciado, se va a reencontrar”. Y por ello acaba de publicar su libro Te quiero, luego insisto (Planeta, 2016), con el que pretende ayudar a todas esas parejas en crisis que han decidido luchar por su relación, a comprender y resolver los conflictos que las han llevado a esa situación. Pilar, experta en coaching y asesoramiento psicológico para adultos, no solo explica las principales causas de los desencuentros amorosos, sino que ofrece consejos prácticos para facilitar la convivencia y mejorar la comunicación en pareja, con el objetivo de evitar la ruptura definitiva.
En el libro no solo das consejos a las parejas con problemas, sino también a las personas que inician una nueva relación, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de buscar pareja?
Yo creo que lo primero que tenemos que tener en cuenta, tanto a la hora de encontrar pareja, como de iniciar una nueva relación, es en qué momento personal nos encontramos; es decir, qué estamos buscando al comenzar esa relación, y si realmente el motivo que nos impulsa es complementar nuestra vida, y no cubrir huecos que pudiéramos tener vacíos. Además, es muy importante aceptar que la persona con la que empezamos una relación es diferente a nosotros, y debemos alimentarnos de sus diferencias, en lugar de intentar hacer lo mismo que ella hace, imponiéndonos un ritmo que en realidad no es el natural, pretendiendo poner nombre al tipo de relación que mantenemos para así evitar la ansiedad que nos puede producir el hecho de no ponerlo… Tenemos que dejarnos llevar, fluir, aceptando que somos personas diferentes.
Cuando dices que no debemos intentar ‘rellenar’ huecos con una relación, ¿te refieres a que es necesario que primero nos encontremos a gusto con nosotros mismos?
Claro, porque si iniciamos una relación para cubrir esos huecos que en un momento dado sentimos vacíos, vamos a crear una relación por dependencia, vamos a esperar que sea la pareja la que rellene esos huecos por nosotros, y al final vamos a conformar nuestro autoconcepto en función de la imagen que nos refleje la persona que tenemos enfrente, y es importante saber quién es cada uno, sin depender de que una persona externa a nosotros nos lo haga saber.
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de iniciar una nueva relación es qué estamos buscando, y si realmente el motivo que nos impulsa es complementar nuestra vida, y no cubrir huecos vacíos
Señalas que la principal causa que puede intoxicar desde el comienzo una relación de pareja es la dependencia emocional pero, ¿cómo es posible tener dependencia emocional desde el principio?
Esto es posible porque hay ideas anticipatorias; cuando nos encontramos en una situación personal crítica, inmersos en alguna problemática que no sabemos resolver, es muy frecuente recurrir a establecer una relación estable porque pensamos que de esta forma vamos a sentirnos mejor; hay muchísima gente que lo piensa, igual que hay parejas que tienen un conflicto y creen que teniendo un hijo van a resolver el problema. Y es que muchas veces en lugar de solucionar el tema de manera personal buscamos alicientes o atrezos que nos ayuden a olvidar esa dificultad a la que no queremos enfrentarnos. Por eso muchas personas pueden estar en una búsqueda incesante de relaciones para cubrir ese hueco, e inician una relación de pareja que les mantenga distraídos, sin darse cuenta de que en realidad las carencias que tenían siguen sin estar cubiertas.
Esto les puede suceder a personas que acaban de terminar una relación y se enganchan en seguida a otra. ¿Es conveniente dejar pasar un tiempo, digamos de ‘duelo’, entre una relación y la siguiente?
Sí, porque muchas personas tienen una incapacidad para estar solas y disfrutar de esa soledad; siempre pensamos que en pareja nos sentiremos mejor, y no tiene por qué ser así. Yo siempre digo que la pareja tiene que ser algo que nos complemente, pero en ningún caso que nos complete; por lo tanto, si tras una separación sentimental se busca otra relación automáticamente, lo único que vamos a conseguir es sumirnos en una necesidad constante, que de nuevo va a fortalecer esa dependencia emocional, y nos vamos a aferrar a una persona que simplemente quiera estar con nosotros, sin valorar qué cualidades tiene y si realmente es alguien que puede complementar nuestra vida, o solamente cubre el hueco vacío sin más, y no vamos a ser capaces de analizar características más específicas que nos ayudarían a encontrar a nuestra pareja ideal.
Cómo mejorar la convivencia en pareja
La convivencia puede resultar difícil, e incluso deteriorar una relación hasta el punto de la ruptura. ¿Crees que es necesario establecer un pacto antes de vivir bajo el mismo techo?
Creo que es super necesario; yo siempre asemejo una relación de pareja con una PYME -una pequeña y mediana empresa- donde hay que establecer una serie de pactos, y una serie de contratos. Y no pasa nada, porque muchas veces llegamos a la conclusión de que la otra persona nos tiene que adivinar el pensamiento por el mero hecho de que nos quiere, y que la convivencia tiene que fluir sin esfuerzo, y eso no es así porque cada persona viene de una familia y un ambiente diferentes, con manías y costumbres diferentes, y si no nos sentamos y ponemos encima de la mesa qué es lo que necesita cada uno, y hasta qué punto se está dispuesto a ceder por una convivencia sana, nunca vamos a encontrar un punto de encuentro. Hay mucha gente que piensa que se pierde la magia al hablar de ciertas cosas que quizás se consideran más banales, o más superficiales, pero es al revés, y creo que precisamente así se trabaja algo que es muy sencillo de establecer con estos pactos, y se deja más espacio al disfrute y al ocio que debe procurarnos una relación.
Muchas veces llegamos a la conclusión de que la otra persona nos tiene que adivinar el pensamiento, y que la convivencia tiene que fluir sin esfuerzo, y eso no es así porque cada persona viene de una familia y un ambiente diferentes
Existe una tendencia conocida como living apart together (LAT), que consiste en tener una relación de pareja viviendo cada uno en su casa, a veces hasta en distintas ciudades. ¿Crees que así se evitarían conflictos, o la rutina?
No necesariamente; yo creo que cada pareja es un mundo porque es la suma de dos personas que se encuentran en un punto determinado con mochilas totalmente diferentes, y opino que cada persona y cada pareja debe establecer la relación en función de sus propias necesidades. Habrá parejas que funcionen bien así, mientras que hay parejas que son muchísimo más apegadas y hacen todo juntos porque comparten hobbies, trabajo, familia… Pienso que establecer la idea de pareja ideal a través de un patrón predeterminado no funciona, porque sería como intentar incluir elementos en nuestra relación con los que en realidad no nos identificamos, por eso a algunas parejas esa forma de vida les puede funcionar, y a otras no.
Tras la llegada de los hijos aconsejas dedicar un ratito diario a la pareja, ¿crees que es conveniente destinar también de vez en cuando un día, un fin de semana, una tarde…, a hacer algo solo en pareja?
Sí, a mí me parece super conveniente, y muchas veces a mis parejas les propongo que cada 15 días uno de ellos elabore un plan sorpresa para el otro. Así, el que lo está preparando se encuentra ilusionado generando ese plan, y la persona que va a recibir la sorpresa también se siente mimada porque su pareja le está dedicando un tiempo en exclusiva. No debemos olvidarnos nunca de alimentar la relación. Igual que cuando llegamos a nuestro peso ideal nos cuidamos para mantenerlo, o cuando encontramos el trabajo perfecto nos dejamos la piel para no perderlo, una relación también hay que trabajarla día a día. Y siempre digo que con la llegada de los hijos aparece un nuevo rol, pero bajo ningún concepto hay que desplazar uno por otro. Ni las mamás cuando viene un bebé debemos dejar de ser mujeres, ni debemos dejar de ser pareja por ser papás; yo creo que se suma el rol de papá y mamá, pero no se deben intercambiar, porque al final los hijos crecen y esa carencia se va a ver reflejada.
Dices que la rutina en una relación es un ‘hábito mal adquirido’, ¿qué podemos hacer para evitar adquirirlo o para acabar con él?
En primer lugar, hay que aceptar una parte de rutina que es necesaria para cualquier tipo de relación, y que es inevitable, porque nuestro cerebro no podría estar constantemente ilusionado al mismo nivel que nos ilusionamos los primeros años de una relación de pareja; por lo tanto, la rutina es necesaria para saber que hay cosas que van a pasar, y para evitar un exceso de incertidumbre. Sin embargo, también es necesario ir rompiendo esa rutina con planes nuevos, que podemos ir diseñando en pareja, o de forma individual. Crear cosas nuevas, retomar quizás aquellas aficiones que teníamos cuando estábamos solteros y compartirlas ahora con nuestra pareja para fortalecer la relación… Hay que estar en constante movimiento.
Hay que aceptar que algo de rutina es inevitable, porque nuestro cerebro no podría estar constantemente ilusionado al mismo nivel que los primeros años de una relación de pareja
Muchas parejas deciden darse una segunda oportunidad tras una ruptura. ¿Qué consejos les darías para contribuir a que la reconciliación tuviera éxito?
Yo invito a segundas, terceras, o quintas oportunidades, siempre y cuando se establezca una novedad en ese nuevo intento; es decir, una terapia de pareja, un cambio real por parte de ambos, una proposición de mejora…; es necesario que exista un motivo o intención que realmente potencie esas nuevas oportunidades que nos damos, porque si repetimos lo mismo que nos ha conducido a la situación de separación o ruptura, tarde o temprano esa problemática volverá a aparecer. En esto más que casos difíciles hay personas difíciles, la reconciliación en sí no es complicada si la pareja tiene una verdadera motivación de cambio y unas variables de personalidad que lo favorezcan; si esto es así, y hay amor y unos sólidos vínculos emocionales que les unan, la pareja va a funcionar y, con independencia de la problemática que les haya distanciado, se va a reencontrar.
¿Sería conveniente también solicitar consejo profesional para afrontar mejor una ruptura, sobre todo cuando hay hijos?
Sí, de hecho, yo he ayudado a muchas parejas, tanto para afrontar una ruptura, como para explicar a los niños la separación de sus padres. Es lo que se denomina terapia sistémica, terapia de familia, y favorece muchísimo a todos los afectados, porque una tercera persona objetiva, en este caso un terapeuta que ayuda a dar una perspectiva nueva a esa situación, sin involucrarse, hace muchísimo bien a la relación.