Dr. Emilio Blanco
2 de marzo de 2012
La neuropatía diabética periférica (de la que puedes saber más haciendo click aquí) es una complicación muy frecuente de la diabetes, y un diagnóstico precoz puede contribuir a mejorar su pronóstico y a evitar que progrese hacia una destrucción de los tejidos que puede llegar a requerir incluso la amputación de un miembro. Hablamos con el Dr. Emilio Blanco Tarrío, Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud de Béjar (Salamanca), y Responsable del Área de Tratamiento del Dolor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), sobre esta afección cuya prevalencia es mayor entre los pacientes diabéticos de más edad y entre los que más tiempo llevan enfermos.
Qué es y a quién afecta la neuropatía diabética
¿Qué es la neuropatía periférica diabética?
La neuropatía diabética es una complicación de la diabetes. La forma más frecuente es la polineuropatía distal simétrica o neuropatía diabética periférica, que aproximadamente supone el 75% de las neuropatías diabéticas. La neuropatía diabética periférica se presenta con síntomas o signos de daño neurológico en personas con diabetes. Muchos de quienes la padecen tienen también un dolor de características neuropáticas en la misma localización afectada, dolor distinto por ejemplo al de procesos comunes como la artrosis, y se adopta entonces el término de neuropatía diabética dolorosa.
¿Afecta igual a las personas que padecen diabetes tipo 1 que a las que presentan diabetes tipo 2?
La neuropatía diabética periférica tiene una prevalencia que oscila del 22,7 al 43% de la población diabética; aproximadamente de un 12,9 al 25,6% en el tipo 1 y 24,1 al 50,8% en el tipo 2. La prevalencia aumenta con la edad (29,5% en el grupo de pacientes de 70-74 años), y con la duración de la enfermedad (44,2% en diabéticos con más de 30 años de enfermedad), aunque puede advertirse hasta en un 10% de los diabéticos tipo 2 en el momento del diagnóstico.
Síntomas, tratamiento y prevención de la neuropatía diabética
Además de las molestias en los pies, ¿qué otros signos pueden alertar al paciente diabético de que ha desarrollado una neuropatía periférica?
Es muy importante la detección precoz de un dolor de características neuropáticas en un paciente diabético, porque un tratamiento temprano mejorará el pronóstico. Las características del dolor neuropático son definidas por los llamados descriptores, que son síntomas espontáneos que ilustra el paciente, por ejemplo: quemazón, ardor doloroso, pinchazos, sensación de descarga o calambre, etcétera. Cuando interrogamos a un paciente diabético, una simple pero importante pregunta es: ¿siente usted en los pies quemazón, escozor u hormigueo cuando está en reposo? Una respuesta positiva es altamente sugerente de neuropatía diabética dolorosa. Cuando además el simple roce de las sábanas le causa una sensación desagradable en sus piernas y pies es muy probable que lo sea. En esta enfermedad se afectan principalmente los pies y las piernas, aunque puede llegar a hacerlo también en las manos.
Se estima que alrededor de la mitad de los pacientes con diabetes desarrollarán daño neurológico. ¿Se puede hacer algo para prevenirlo?
La asociación entre hiperglucemia y neuropatía es conocida, y un buen control glucémico puede reducir o retrasar su desarrollo o progresión.
¿Qué cuidados o precauciones deben tomar los pacientes diabéticos afectados por esta complicación?
El control de los factores de riesgo cardiovascular es esencial para prevenir la neuropatía y la vasculopatía que puede estar asociada; son muy importantes las siguientes recomendaciones:
- Restricción del consumo de bebidas alcohólicas.
- Abandono total del tabaco.
- Vida activa y práctica de ejercicio físico al menos tres días/semana.
- Controles de hemoglobina glicosilada deseables < 7%.
- Presión arterial < 130/80.
- Perfil lipídico aceptable (cLDL < 100 mg/dl, cHDL > 40 mg/dl en varones y > 50 mg/dl en mujeres y triglicéridos < 150 mg/dl). Realizar análisis de sangre periódicos permite comprobar si estos valores se mantienen.
¿Se puede curar esta enfermedad o, al menos, evitar su progresión?
El control de la hiperglucemia es la mejor medida para evitar su progresión. El tratamiento farmacológico puede aliviar el dolor, y para ello se emplean fármacos coadyuvantes analgésicos de la familia de los antidepresivos como amitriptilina o duloxetina, o en su caso fármacos neuroestabilizadores como pregabalina o gabapentina. En algunos pacientes es necesario utilizar opioides potentes.
Pie diabético
¿En qué consiste el ‘pie diabético’?
El pie diabético es un pie con úlceras o heridas, o con riesgo de que se produzcan. A causa de la neuropatía los pacientes diabéticos pierden la sensibilidad protectora en los pies, lo que unido a la mala vascularización y la presencia de heridas o ulceraciones, con el agravante de la infección, puede terminar en la amputación. El paciente debe examinar diariamente sus pies, y tener en cuenta cambios o modificaciones en el color (pies pálidos, enrojecimientos, color violáceo en planta o dedos…), temperatura (sensación de frialdad o pies fríos), estado de la piel (seca, agrietada, callosidades u otras lesiones...), o la presencia de heridas, rozaduras o ampollas. Es muy importante que tenga una higiene adecuada, y el cuidado de las uñas y callosidades, acudir al podólogo periódicamente, utilizar un calzado adecuado y evitar andar descalzo.