Dr. Ángel Gil de Miguel

Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos y experto en vacunas
Los adultos mayores de 60 años necesitan proteger su salud con vacunas especialmente recomendadas para ellos. El profesor Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, nos explica cuáles deben ponerse y por qué.
Dr. Ángel Gil de Miguel
“En los adultos mayores el herpes zóster puede provocar un herpes oftálmico y un dolor neuropático de por vida, y para evitarlo ya disponemos de una vacuna de proteína recombinante muy eficaz y segura”

27 de julio de 2023

El sistema inmunológico nos protege frente a patógenos externos y nos ayuda a combatir infecciones como la gripe o el COVID-19, pero envejece con nosotros a medida que vamos cumpliendo años y sus funciones se deterioran. Por ello es tan importante la vacunación en los adultos mayores de 60 años y, al igual que ocurre con los niños, hay una serie de vacunas especialmente recomendadas para grupo de la población. El profesor Ángel Gil de Miguel, Doctor en Medicina y Cirugía y Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos y experto en vacunas, nos explica cuáles son imprescindibles en la tercera edad –así como para personas inmunodeprimidas o con enfermedades crónicas, como la diabetes– y por qué es tan importante vacunarse, tanto a nivel individual, como colectivo.

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¿Cuáles son las vacunas especialmente recomendadas para los mayores de 60 años?

A partir de los 60-65 años está recomendada la vacuna antineumocócica –que solo hay que ponerse una vez en la vida, por lo que con una única administración a partir de los 60 años sería suficiente–, y luego hay otras vacunas que, evidentemente, tenemos que recomendar con periodicidad anual, que son la vacuna de la gripe y la vacuna de la COVID-19 mientras estemos en una situación endémica que así lo requiera.

En breve, posiblemente para el año que viene, ya tendríamos disponible una vacuna frente al virus respiratorio sincitial (VRS), que es el causante de las bronquitis que se dan en la gente mayor. En los niños a esta infección la llamamos bronquiolitis, y en el adulto mayor la llamamos bronquitis, pero están causadas por el mismo virus: el virus respiratorio sincitial.

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En algunas comunidades autónomas a partir de octubre se va a empezar a utilizar un anticuerpo monoclonal para evitar la bronquiolitis en los bebés durante el primer año de vida, pero los ensayos clínicos de la vacuna para los adultos todavía no están cerrados del todo, aunque finalizarán a lo largo de este año, con lo cual para el próximo dispondremos de esa vacuna más para los adultos mayores.

Eso respecto a patología respiratoria. En cuanto a otras patologías, una afección que también nos preocupa mucho en la gente mayor es el herpes zóster, que está provocado por el virus de la varicela, que es el virus varicela zóster. La mayoría de los mayores de 15 años ha tenido varicela a lo largo de su vida, y este virus nunca lo eliminamos del todo, sino que, como decimos nosotros, se queda acantonado en los ganglios dorsales de la columna vertebral, y ante una situación de inmunosupresión se reactiva y produce un cuadro de herpes zóster, que en la gente mayor es más grave y afecta con mucha frecuencia a nervios que dan sensibilidad a la cara, al ojo, provocando un herpes oftálmico, o un herpes en el nervio trigémino, y que son muy dolorosos y cursan con una neuralgia postherpética.

El año que viene posiblemente ya dispondremos de una vacuna frente al virus respiratorio sincitial (VRS), que es el causante de las bronquitis en las personas mayores

Afortunadamente, desde hace unos pocos años tenemos una vacuna de proteína recombinante que es muy eficaz y segura. En España, en todas las comunidades autónomas se recomienda para grupos de riesgo, como trasplantados, pacientes oncológicos…, los que llamamos inmunodeprimidos más graves. También está indicada por edad y, en este caso, el Ministerio recomendó que se administrara a dos cohortes: a todos los que vayan cumpliendo 65 años –esto ya comenzó el año pasado y ya estamos vacunando a los de 65 y 66– y en algunas comunidades autónomas también a los de 80, por lo que en un plazo de unos 15 años toda la población mayor de 65 años estaría vacunada frente al herpes zóster.

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¿Y si ya has tenido herpes zóster, también te tienes que vacunar cuando llegues a la edad recomendada, o si perteneces a uno de los grupos de riesgo?

También. Lo que ocurre con la gente mayor es que el herpes zóster se suele complicar a veces con una neuralgia postherpética, y en el caso de que se haya tenido se recomienda dejar pasar un año antes de vacunarse. Por lo general, la gente a los 65 años se siente bien y no es consciente del riesgo de enfermar, pero una persona de 65 años que tenga una diabetes tipo 2 o un problema cardiaco ya es equivalente a un inmunodeprimido, con lo cual puede aparecer un zóster u otros problemas de salud.

Además, quien ha tenido un zóster no quiere repetir la experiencia. Cuando en el laboratorio me preguntan cómo podemos convencer a la gente de la necesidad de vacunarse contra el herpes zóster les digo que solo hace falta preguntarles si lo han tenido o si conocen a alguien que lo haya tenido…, y ya no tienes que explicar nada más, porque además de ser doloroso y molesto, lo realmente grave es que la gente más mayor puede desarrollar un herpes oftálmico y quedarse con un dolor neuropático para toda la vida.

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¿Qué deben hacer los adultos mayores para recibir las vacunas recomendadas?

Lo más importante es que vayan a su centro de salud y hablen con su médico de familia o con su enfermera comunitaria y le digan qué edad tienen y que quieren actualizar su calendario vacunal. Desde el año 2016 el Ministerio de Sanidad ya no separa el calendario del niño y el calendario del adulto, sino que hace un calendario único, que llama calendario común de vacunación a lo largo de toda la vida y, si te fijas en ese calendario, empieza con la mujer embarazada y acaba con la persona de más de 65 años.

Las vacunas contra gripe, COVID, neumonía, la que va a llegar contra el VRS y la del herpes zóster, se pueden aplicar en personas inmunocomprometidas

Eso es bueno porque te permite ver todo en un mismo cuadro. A mí me gustaría que se hiciera algo –que en Galicia ya se ha hecho–, y es que se añada una columna más que incluya a la población de 65 a 79 años, y otra para los que tienen 80 años o más, porque la percepción del estado de salud en alguien de 65, 70, o 75 años afortunadamente es buena, pero a partir de los 80 conviene hacer un recordatorio y los que no se hayan vacunado previamente deben hacerlo entonces porque tienen un riesgo bastante grande. Y Galicia ya ha incluido una columna para los mayores de 80.

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¿Está contraindicado vacunarse en algún caso, por ejemplo, en personas mayores que tengan determinadas enfermedades crónicas, o de carácter autoinmune?

En el caso de las enfermedades autoinmunes lo que no podemos poner son vacunas que incluyan virus atenuados. Hasta hace poco la vacuna que teníamos para el herpes zóster era una vacuna atenuada y precisamente por eso estaba contraindicada en inmunodeprimidos, que es precisamente el grupo en el que se necesitan más los beneficios de la vacunación contra este virus. Por eso, la vacuna con proteína recombinante ha supuesto un cambio radical y ha sido rápidamente recomendada por el Ministerio.

Todas las vacunas de las que he hablado –gripe, COVID, neumonía, la que va a llegar contra el VRS y la del zóster– se pueden aplicar en personas inmunocomprometidas, y de hecho están indicados en personas que tengan una enfermedad autoinmune, o una enfermedad cardíaca crónica, o diabetes.

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Pensamos que la diabetes es una enfermedad endocrinológica, pero es una enfermedad que afecta al sistema inmunológico y el diabético tiene mucho más riesgo de contraer todas estas enfermedades que estamos comentando. Por lo tanto, si tiene 65 años entra en el grupo en el que están recomendadas por la edad, pero, aunque tenga 50, 40 o 30, un diabético tiene que vacunarse.

Dudas sobre las vacunas: por qué deben los mayores vacunarse

¿Qué les diría a los antivacunas y a las personas que siguen teniendo reticencias a la hora de vacunarse por temor a posibles efectos secundarios?

Yo siempre digo que en nuestro país tenemos una ley de salud pública que incluye una frase que es poco conocida, pero muy reveladora, y es que, en materia de salud pública, en materia de vacunación, siempre debe de primar el bien de la colectividad frente al individual.

La diabetes afecta al sistema inmunológico y el diabético tiene mucho más riesgo de contraer enfermedades, por lo que tiene que vacunarse, aunque sea joven

Yo por mi edad no tengo que vacunarme, pero tengo que pensar cuál es mi entorno social, y quiénes me rodean: mis padres, familiares, puede haber enfermos con determinadas patologías…, y debo de primar el bien de la colectividad, y por eso también recomendamos la vacunación en los sanitarios, no tanto por ellos, sino por las personas con las que entran en contacto.

Lo único que podemos decir a los antivacunas es que vacunarse es un acto de solidaridad y de responsabilidad social. Yo no voy a ir detrás de nadie para que se vacune. Afortunadamente, en España no estamos en cifras de antivacunas como en Francia, pero hay que intentar que reflexionen y convencerles de sus beneficios, ofrecerles la información disponible y que decidan.

En el caso de las vacunas contra el COVID, el argumento que esgrimían muchas personas para desconfiar de su eficacia y seguridad es que hay enfermedades como el sida para las que todavía no hay vacuna. ¿Esto es por falta de investigación al respecto, o porque determinadas infecciones son más difíciles de prevenir o combatir?

Son tremendamente difíciles. Hay virus para los que es mucho más complicado conseguir una vacuna; de hecho, el año pasado hemos estado a punto de que saliese una vacuna frente al sida en la que estaba trabajando Janssen, y en fase 3 se ha echado todo para atrás.

Lo que también sucede con el sida es que desde el año 96 tenemos tratamientos que son eficaces y en los países desarrollados lo hemos convertido en una enfermedad crónica y gracias al tratamiento las cargas virales son indetectables y hemos damos el problema por medianamente resuelto. La mayoría de los antivirales que empleamos en el sida son genéricos y sus patentes ya han vencido, con lo cual el coste es tremendamente bajo. Por ello es (entre comillas) “más eficiente” tratar a estas personas. Y en España también tenemos la PrEP, que está financiada. Disponemos de herramientas que hacen que la investigación en vacunas frente al sida en los países desarrollados haya perdido interés.

En materia de salud pública, en materia de vacunación, siempre debe de primar el bien de la colectividad frente al individual: vacunarse es un acto de solidaridad y de responsabilidad social

Aun así, ya digo que Janssen –que es la división farmacéutica de Johnson & Johnson– ha estado a punto de tener una vacuna, que lamentablemente se ha caído. Pero es complejo conseguir una vacuna para el virus del sida. Algo parecido ha ocurrido con el VRS, porque llevamos 60 años investigando vacunas contra el virus respiratorio sincitial, y ahora por fin parece que ya tenemos las vacunas que pueden responder.

También ha generado controversia el hecho de que estas vacunas en realidad no impidiesen contraer la infección, aunque redujesen la carga viral o la intensidad de los síntomas…

Es que las vacunas que llamamos esterilizantes en el fondo solo son las vacunas atenuadas, y vacunas atenuadas tenemos para varicela, rubeola, sarampión, paperas, y para la fiebre amarilla y la fiebre tifoidea. Tenemos muy pocas, y todas las demás funcionan como la de la gripe, que lo que evita es que desarrolles una gripe grave y tengas que ser hospitalizado, o que te puedas morir; todos los años en España mueren cuatro o cinco mil personas a causa de la gripe. Y con la vacuna se están evitando esas muertes, pero no impide que te contagies; todos nos podemos contagiar.

Las vacunas esterilizantes son las vacunas atenuadas, como la del sarampión, las demás funcionan como la de la gripe, que evita que desarrolles una gripe grave, pero no impide que te contagies

Tenemos que ser más creíbles con la información que proporcionamos y que quede claro que con la vacuna del COVID lo que se puede evitar son las hospitalizaciones y las muertes –que ha fallecido mucha gente de COVID y el sistema sanitario ha estado saturado y sin poder atender a pacientes con otras patologías–, y eso es lo que hemos resuelto gracias a la vacunación. La enfermedad sigue ahí, y por eso vamos a seguir vacunando a los más vulnerables. Acaban de salir las recomendaciones del Ministerio sobre vacunación contra gripe y COVID para septiembre/octubre de este año.

Se han producido numerosos avances en el tratamiento de enfermedades y se han desarrollado nuevos fármacos. ¿Ha ocurrido algo similar con las vacunas?

Se ha avanzado mucho. El problema concreto de la vacuna del sida de Janssen que he mencionado es que era de vectores virales, y en los países desarrollados este tipo de vacunas ya están cuestionadas, como ha ocurrido con la de AstraZeneca con los tromboembolismos. Se les ha puesto una cruz por ello y va a ser muy difícil superar eso. Afortunadamente, todas las plataformas de mRNA nos abren un horizonte interesante para poder conseguir vacunas frente a virus y (entre comillas) “vacunas para tratamientos oncológicos”.

Recientemente salió un trabajo muy bonito de una plataforma de mRNA para el cáncer de páncreas, que en un grupo muy concreto de pacientes podría resolver hasta el 50% de esos tumores, cuando hablamos de un cáncer que en este momento tiene una supervivencia solo del 7%; es decir, que el 93% de los pacientes se nos mueren al año del diagnóstico. Imagínate que de pronto pudiésemos tener una molécula a través de la plataforma mRNA que evitase al menos el 50% de esos cánceres. Sería algo maravilloso. En cáncer es donde más se está avanzando, en melanoma, en cáncer de páncreas… y ya tenemos datos que son muy esperanzadores.

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