Síntomas de la epilepsia
Por: Esther Martín
Estudiante de medicina de la Universidad de Alcalá de Henares
Actualizado: 5 de mayo de 2023
El síntoma epiléptico por excelencia, y aquel que define la enfermedad, es la crisis epiléptica, ya que es preciso que se presenten dos o más crisis convulsivas espontáneas (no provocadas) para que se diagnostique esta patología, debido a que se puede tener una crisis epiléptica aislada y ello no significa que se padezca epilepsia.
Otros síntomas de la epilepsia presentados por las personas que la sufren son: mareos, dificultad para hablar, sensación de desconexión con el entorno, convulsiones, rigidez muscular, etcétera.
Por otra parte, se denomina síndrome epiléptico al conjunto de síntomas y signos que definen un proceso epiléptico por el tipo de crisis, su historia natural, que incluye una o varias causas reconocidas, la predisposición hereditaria, un determinado tipo de crisis y de anomalías en el EEG, la respuesta al tratamiento y el pronóstico.
Las manifestaciones clínicas de una crisis epiléptica se presentan de forma repentina y su duración es breve. Pueden ser motoras, sensitivas (alteraciones de la visión, el gusto o el oído), vegetativas, psíquicas, con o sin disminución de la consciencia. Los síntomas de una crisis epiléptica dependen del área cerebral en la que se origina la descarga, y de su extensión o no al conjunto del cerebro. Una crisis epiléptica se considera un síntoma y, con carácter aislado, no demuestra la existencia de un síndrome o enfermedad epiléptica; de hecho, del 2% al 3% de la población sufre una crisis epiléptica en algún momento de su vida.
Por otro lado, la heterogeneidad de los síntomas de la epilepsia (sólo el 20-30% de las crisis epilépticas se manifiestan en forma de convulsiones) hace que en torno a una de cada cuatro crisis pase inadvertida para el paciente y su entorno, y que el diágnostico en algunos casos se retrase hasta una década, según datos de la SEN.
Tal y como señalan desde la Organización Mundial de la Salud, las personas con epilepsia suelen padecer más problemas físicos (como por ejemplo hematomas o fracturas derivados de traumatismos relacionados con las convulsiones) y mayores tasas de trastornos psicosociales, como ansiedad y depresión. Del mismo modo, el riesgo de muerte prematura en las personas epilépticas es hasta tres veces mayor que en la población general, y las tasas más altas se registran en los países de ingresos bajos y medianos y en las zonas rurales, aunque en su mayoría las causas de defunción relacionadas con la epilepsia se pueden prevenir, por ejemplo, caídas, ahogamientos, quemaduras y convulsiones prolongadas.
Factores desencadenantes de una crisis epiléptica
Las crisis epilépticas pueden surgir como respuesta a diversos estímulos, y según la naturaleza de los mismos son clasificados como:
Actividad y remisión
Una epilepsia está en actividad cuando el paciente ha sufrido una crisis en los dos últimos años. Una epilepsia está en remisión si no se han producido crisis en dos años. Esta distinción es importante para determinar si el paciente debe continuar o no en tratamiento farmacológico.
Creado: 2 de julio de 2010