Evolución de la esclerosis múltiple
Por: Silvia Chacón Alves
Médico Especialista en Medicina Intensiva en el Hospital 12 de Octubre
Actualizado: 2 de diciembre de 2022
Se han descrito cuatro tipos de formas de evolución de la esclerosis múltiple:
Forma remitente en brotes (Recurrente-Remitente)
Es la forma más frecuente de presentación de la esclerosis múltiple, suponiendo el 85% de los casos. Se caracteriza por ataques de brotes de disfunción neurológica que ceden completamente en días o semanas. A medida que se repiten van dejando secuelas neurológicas. Para considerarlo brote, los síntomas tienen que durar por lo menos 24 horas; además, para considerar dos brotes distintos, tienen que afectar a distintas zonas y que haya un intervalo de al menos un mes entre ambos.
Forma secundaria progresiva
Es la forma de evolución de la mayoría de los casos de esclerosis múltiple que comienzan con una forma remitente en brotes, de tal forma que tras 10-15 años de evolución en brotes, de repente se produce un deterioro progresivo continuo, sin desarrollar brotes de forma clara. Es la forma más frecuente en las fases tardías, y conlleva un grado mayor de discapacidad neurológica.
Forma primaria progresiva
En esta forma los pacientes no experimentan brotes, sino un deterioro funcional constante desde el inicio de la enfermedad. Se da en el 10% de los pacientes con esclerosis múltiple, y es la forma de más difícil diagnóstico ya que carece de los brotes “típicos” de la esclerosis múltiple.
Forma Progresiva-Recurrente
En este caso se caracteriza por que los pacientes presentan un deterioro progresivo desde el principio, pero en el transcurso de la enfermedad aparecen brotes, con un empeoramiento gradual y continuo de los síntomas neurológicos, sin períodos claros de remisióncon, con episodios superpuestos de recaídas o exacerbaciones. Se da en el 5% de los casos de esclerosis múltiple.
Debido a la naturaleza progresiva de la enfermedad, la acumulación de discapacidad es un rasgo distintivo de esta forma de EM. Los síntomas pueden afectar la movilidad, la coordinación, la función visual, el equilibrio y otras funciones neurológicas. En general, la forma progresiva-recurrente de la EM responde menos favorablemente a los tratamientos disponibles en comparación con otras formas de la enfermedad.
Creado: 12 de julio de 2010