Espondilitis anquilosante
La espodilitis anquilosante es una enfermedad reumática inflamatoria crónica que afecta a las articulaciones sacroilíacas y de la columna, causando dolor y rigidez y dificultando la movilidad. Su diagnóstico se puede retrasar entre uno y tres años.

Diagnóstico de la espondilitis anquilosante

Por: María Dolores Tuñón

Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de julio de 2022

Para establecer el diagnóstico de la espondilitis anquilosante, el médico se basa en los síntomas que presenta el paciente y en la exploración física, aunque también puede solicitar ciertas pruebas para confirmarlo:

  • Historia clínica: el paciente refiere dolor articular que se ha prolongado durante varios años, y que ha ido en aumento en los últimos meses.
  • Exploración física: deben realizarse distintas maniobras que se describen a continuación.
  • Test de schober: se colocan las manos por encima y por debajo de la columna lumbar. Después se le pide al paciente que se agache. Si la motilidad lumbar es normal, las manos del médico deben separarse unos 5 cm más.
  • Expansión torácica: se mide el perímetro torácico con una cinta métrica, tanto en inspiración como en expiración. La expansión normal es superior a 5 cm cuando entra aire en la cavidad torácica.
  • Análisis de sangre: ofrece datos sobre la intensidad del proceso inflamatorio.
  • Radiología: se realizan radiografías de la pelvis y de la columna vertebral. Al comienzo de la enfermedad, las imágenes son normales; después aparecen erosiones en los bordes óseos adyacentes a la articulación. En la columna vertebral se producen osificaciones de los ligamentos que unen las vértebras, lo cual le da un aspecto que se denomina en “caña de bambú”.
  • TAC o RMN: estas pruebas no se realizan de manera rutinaria, pero pueden ser necesarias en caso de que la radiografía convencional no aporte datos suficientes para determinar si se trata de esta enfermedad, o bien porque demuestran la presencia de compresión nerviosa que puede dar lugar a síntomas neurológicos.

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Como algunos signos y síntomas pueden tardar en aparecer y expresarse de manera poco específica, se establecen algunos criterios para acercarse al diagnóstico de la espondilitis anquilosante. Se conoce como los criterios de Nueva York, y son los siguientes:

  • Criterios clínicos: dolor lumbar de al menos tres meses de carácter inflamatorio (mejor con actividad, peor con reposo); limitación de la movilidad de la columna; disminución de la capacidad torácica en relación con su grupo de edad y género.
  • Criterios radiológicos: presencia de sacroileítis (bilateral grado II/unilateral grados III-IV).

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