Estreñimiento
Una dieta pobre en fibra, un escaso consumo de líquidos, el embarazo, el estrés, el sedentarismo… Todos estos factores pueden provocar estreñimiento. Te enseñamos cómo evitar este trastorno tan molesto.

Causas del estreñimiento

Por: Hugo González Núñez

Licenciado en Farmacia

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 10 de octubre de 2023

Las causas del estreñimiento son muy variadas, y pueden diferir de una persona a otra, por lo que esta afección precisa el seguimiento de un profesional sanitario para determinar el tratamiento más adecuado en cada caso concreto, y evitar un empeoramiento de la enfermedad, o la aparición de efectos secundarios por mal uso del tratamiento.

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Las principales causas del estreñimiento son:

  • Estilo de vida inadecuado, caracterizado por:
    • Dieta pobre en fibra: la falta de fibra en la dieta es una causa principal del estreñimiento. La fibra dietética, que se encuentra en alimentos como frutas, verduras, granos enteros y legumbres, agrega volumen y suavidad a las heces, facilitando su paso a través del intestino.
    • Ingesta insuficiente de líquidos: la deshidratación o un consumo inferior de agua del recomendado puede contribuir al estreñimiento, ya que el intestino grueso puede absorber más agua de las heces, lo que las hace más duras y difíciles de pasar. Una ingesta adecuada de líquidos es esencial para mantener las heces blandas, que debe ser preferiblemente agua, ya que las bebidas con gas o cafeína (café, …) pueden provocar alteraciones del tránsito intestinal. 
    • Poco o ningún ejercicio físico: la falta de actividad física regular y el sedentarismo pueden ralentizar el tránsito intestinal y contribuir al estreñimiento, mientras que el ejercicio regular ayuda a estimular el movimiento intestinal. No es necesario realizar un ejercicio intenso y prolongado para prevenir el estreñimiento, basta con 20-30 minutos de paseo a ritmo normal para favorecer unos adecuados hábitos intestinales. 
    • Estrés: surir estrés crónico puede alterar la motilidad o movimiento normal del intestino. Esto puede ralentizar el tránsito de las heces a través del colon, lo que resulta en heces más secas y duras, lo que a su vez dificulta su paso y causa estreñimiento. Por otro lado, cuando estamos en situaciones de estrés nuestro shábitos alimentarios pueden verse afectados, así como llevr a una reducción de la actividad física.
    • Ignorar el impulso de defecar: retener las ganas de defecar puede llevar al estreñimiento, ya que las heces pueden volver a ser absorbidas en el intestino, lo que las hace más difíciles de expulsar.
    • Cambios en la rutina diaria: alteraciones en nuestro día a día habitual, como viajar, o determiandas situaciones extaordinarias pueden afectar los hábitos intestinales y causar estreñimiento temporal.
  • Presencia de ciertas afecciones relacionadas con el intestino como: engrosamiento de la pared intestinal, inflamación, presencia tumoral, síndrome de intestino irritable… Si el estreñimiento es debido a alguna de estas causas, no se debe iniciar ningún tratamiento sin consultar con un médico, pues el uso de laxantes naturales o medicamentos podría enmascarar la enfermedad y agravarla.
  • Hipotiroidismo o diabetes. En estos casos, el estreñimiento aparece como un síntoma de estas enfermedades que no están directamente relacionadas con el intestino, o bien se manifiesta como efecto secundario de algún medicamento. Es conveniente acudir al especialista que esté realizando el seguimiento de la diabetes o hipotiroidismo, para que estudie y valore el problema.
  • Enfermedades neurológicas: las personas con demencia, párkinson, esclerosis múltiple, ictus… pueden presentar un estreñimiento por afectación secundaria del sistema nervioso encargado de la función intestinal. Lesiones en la médula espinal también pueden afectar el funcionamiento de los músculos intestinales y derivar en estreñimiento crónico.
  • Embarazo: el estreñimiento es relativamente común durante el embarazo y puede atribuirse a varias razones relacionadas con los cambios hormonales y físicos que ocurren en el cuerpo de una mujer embarazada. Así, aumentan significativamente los niveles de hormonas como la progesterona, que relaja los músculos lisos del cuerpo, incluyendo los del tracto gastrointestinal, lo que puede ralentizar el movimiento de los alimentos a través del intestino, y dar como resultado una digestión más lenta y heces más duras y secas. Por otro lado, la expansión del útero puede ejercer presión sobre el intestino, lo que dificulta el movimiento normal de las heces a través del colon. El uso de suplementos de hierro en esta etapa o cambios en la dieta puede incrementar también el riesgo de estreñimiento en las gestantes.
  • Senectud: a medida que las personas envejecen, es posible que experimenten cambios en la función intestinal que aumenten el riesgo de estreñimiento.
  • Uso de ciertos medicamentos: muy comunes los analgésicos opioides como el tramadol, fentanilo, buprenorfina, morfina, etcétera. Otros como los antiácidos, antidepresivos y algunos medicamentos para la hipertensión arterial y ciertos suplementos de hierro pueden causar estreñimiento como efecto secundario.

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