Síntomas de la faringitis
Por: María Dolores Tuñón
Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria
Por: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 23 de diciembre de 2022
En la mayoría de los casos los primeros síntomas de la faringitis son dolor de garganta y dolor al deglutir el alimento, acompañados de fiebre. El dolor puede irradiarse al oído y aumentar con los movimientos del cuello.
Al examinar la faringe se observan las paredes muy enrojecidas; las amígdalas presentan un aumento de tamaño y en ocasiones pueden estar recubiertas por pus. Según la forma en la que comience a manifestarse la enfermedad se pueden distinguir dos tipos de faringitis: aguda y crónica.
Faringitis aguda
Comienza de forma brusca y permanece varios días. Suele deberse a infecciones víricas, aunque frecuentemente se asocian virus y bacterias. Existen varios subtipos:
Faringitis crónica
La infección permanece varias semanas. La pared de la faringe se ve de un color rojo-violáceo. Normalmente se debe a determinados irritantes tóxicos (como tabaco o alcohol), factores ambientales (sequedad o humedad muy intensas, contaminación atmosférica…), y a otras enfermedades (como el reflujo gástrico, diabetes, o dislipemias).
Debe tenerse en cuenta que los pacientes crónicos son propensos a desarrollar un carcinoma faríngeo. Los virus respiratorios suelen causar una faringitis moderada, asociada a afonía, obstrucción nasal y tos.
La infección por bacterias aparece con fiebre intensa y adenopatías (inflamación de ganglios linfáticos) en el cuello. Una de las bacterias que puede ocasionar faringitis es la asociada a gonorrea; lo más común en este caso es la presentación asintomática, o bien una sintomatología muy discreta con leve dolor de garganta y fiebre baja.
Complicaciones de la faringitis
Son casi inexistentes actualmente en España pero, sin un tratamiento adecuado, con el paso del tiempo la infección puede extenderse y dar lugar a endocarditis (infección de las válvulas y del tejido cardíaco) y glomerulonefritis (infección renal), que pueden requerir el ingreso hospitalario.
Además, se pueden formar abscesos en la pared de la faringe, que son acumulaciones de pus alrededor de las amígdalas. Necesitarán como tratamiento medicación antibiótica, humidificación del ambiente y, si no existe mejoría, extirpación quirúrgica del absceso. Antes de llegar a ésto, lo mejor es identificar los sítomas de la faringitis precozmente.
Creado: 28 de julio de 2010