Fístula anal
La fístula anal sólo se puede eliminar con cirugía. Lo mejor para prevenir su aparición es tener una buena higiene de la zona anal, llevar una dieta equilibrada que facilite el tránsito intestinal, y evitar el sedentarismo.

Diagnóstico de una fístula anal

Por: Natalia Dudzinska Camarero

Bióloga, especialista en Microbiología Ambiental y Epidemiología

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 29 de julio de 2022

Al paciente que acuda a consulta con molestias que puedan hacer sospechar la presencia de una fístula anal, se le realizará en primera instancia un examen físico. El facultativo buscará la presencia de abscesos y de aperturas en la piel que evidencien la existencia de una fístula anal. Normalmente se observará una zona de piel enrojecida y dolorosa al tacto. Si se halla, se tratará de definir su recorrido y profundidad con la ayuda de una sonda.

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La presencia de fístulas no siempre es evidente, puesto que la lesión no tiene porque encontrarse en la superficie de la piel. Por ello, en ocasiones es preciso realizar un tacto rectal y observar el canal anal y el recto con la ayuda de un anoscopio; este instrumento es un tubo corto y rígido con una luz en el extremo, que permite observar el interior de la cavidad y tomar muestras.

Un punto importante en el diagnóstico de un fístula anal es encontrar su origen. Puesto que existen otras patologías que secundariamente pueden dar lugar a la aparición de abscesos y fístulas, para determinar si la causa subyacente es, por ejemplo, algún tipo de cáncer, enfermedad de Crohn u otra patología, se procederá a realizar un examen con sigmoidoscopio (sigmoidoscopia). Este instrumento es un tubo largo y flexible que permite ver el intestino grueso hasta 60 cm hacia el interior desde el ano.

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En otras ocasiones tiene utilidad la ecografía anal o endoanal mediante una sonda giratoria para precisar el trayecto, recorrido, presencia de otros trayectos secundarios y colecciones de pus.

En la actualidad también se dispone de la resonancia magnética para obtener información sobre las características de la fístula o fístulas y su complejidad, así como la presencia de complicaciones adyacentes. Se puede utilizar también el TAC si se le añade contraste para complementar el estudio.

 

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