El paciente que acude a la consulta normalmente lo hará porque ya ha sufrido un ataque de gota. La descripción de los síntomas y el historial clínico y familiar del individuo encaminarán rápidamente al médico hacia el diagnóstico de gota correcto. Deberá tenerse en cuenta el punto donde ha surgido el ataque (recordemos que lo más común es que se produzca en el dedo gordo del pie), si se ha producido o no más de uno, y si se han visto afectadas una o más articulaciones. El diagnóstico es sencillo cuando se trata de una podagra (ataque agudo de gota) o monoartritis del dedo gordo del pie.
Además de los signos que el facultativo observará a simple vista, deberán realizarse una serie de pruebas destinadas a confirmar el diagnóstico:
- Análisis de líquido sinovial: para realizar esta prueba es necesario extraer el líquido de la articulación. Una vez extraído se comprobará de forma rutinaria su color y claridad; un líquido normal debe ser prácticamente transparente y nada turbio. A continuación se observará bajo el microscopio; en caso de que la muestra pertenezca a un paciente con gota, podrán apreciarse los cristales de ácido úrico.
- Niveles de ácido úrico en sangre: este es uno de los análisis que junto a otros ayudarán a determinar el origen de la dolencia. Debemos recordar que la presencia de hiperuricemia no es por sí sola indicativa de la enfermedad. Actualmente se considera hiperuricemia a valores por encima de 6 mg/dl en mujeres y 7 mg/dl en varones. La incidencia de episodios de gota aumenta notablemente para valores por encima de 9 mg/dl.
- Niveles de ácido úrico en orina. Se realiza una recogida de orina durante 24 h para realizar la medición del acido úrico eliminado, realizando unos días antes una dieta pobre en purinas. Los límites se establecen en torno a 700 mg/24 h para diferenciar si se debe a un aumento en la producción o a un defecto en su eliminación.
- Radiografía de la articulación: la lesión producida por la enfermedad, en algunos casos puede ser detectada con una radiografía (no siempre). Lo que principalmente podrá observarse mediante esta técnica es la aparición de tofos.
- Biopsia sinovial: consiste en la toma de una muestra de tejido de la articulación, concretamente de la membrana que la recubre, la membrana sinovial.
- Respuesta a la administración de colchicina: la colchicina es un compuesto antiinflamatorio. La respuesta positiva del paciente frente a esta sustancia es considerada como prueba diagnóstica.