Gripe
¿Toses, estornudos y gente con fiebre a tu alrededor? Cada año se repite una epidemia estacional invernal. Descubre cómo se contagia la gripe, cuáles son sus síntomas, y cómo tratarla para darle esquinazo.

Qué es la gripe

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 22 de diciembre de 2023

La gripe es una infección vírica que afecta el sistema respiratorio (la nariz, la garganta y, a veces, los pulmones) y se contagia fácilmente. También conocida como influenza, es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por virus de la influenza. Los virus de la gripe se transmiten principalmente a través de gotitas respiratorias cuando las personas con la gripe tosen, estornudan o hablan. También es posible contraer la gripe tocando una superficie o un objeto que tiene el virus y luego tocándose la boca, la nariz o los ojos.

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Existen tres tipos de virus que producen la gripe (A, B y C) pertenecientes a la familia Orthomyxoviridae. Los virus A y B pertenecen al género Influenzavirus y el C al género Influenza C. Los virus B y C afectan principalmente al hombre. El virus A se ha aislado en poblaciones de patos, seres humanos, cerdos, caballos y mamíferos marinos, siendo el más agresivo de los tres géneros, el más variable, y el responsable de las pandemias debido a su alta capacidad de mutación. Por su parte el virus B suele causar brotes más focalizados, y el virus C síntomas más leves.

El virus que produce la gripe tiende a cambiar continuamente, ya sea por mutaciones o por reordenación genética; de esta forma, evita la inmunidad adquirida por el huésped. El virus A ha cambiado en varias ocasiones a lo largo de los últimos 100 años. Las aves son probablemente el origen de los nuevos genes introducidos en las pandemias del siglo pasado. Durante la década de 1990 una variante mortal del virus de la gripe aviar (H5N1) provocó decenas de muertes en Asia. En 2009 apareció la neogripe A (H1N1).

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Generalmente ocurre una epidemia estacional invernal cada año, y constituye una pandemia en el mundo cada 20 o 30 años, acompañada de un alto índice de morbilidad y mortalidad. Durante los dos últimos siglos se han registrado seis pandemias, en 1900, 1918 (gripe española), 1957 (gripe asiática), 1968 (gripe de Hong Kong), 1977 (gripe rusa) y 2009 (gripe A), siendo la pandemia de la década de 1918 la que causó más muertes en todo el mundo, con cerca de 30 millones de víctimas.

La gripe puede variar en gravedad desde una enfermedad leve hasta una muy grave, que puede resultar en hospitalización o incluso la muerte. Según datos de la OMScada año se producen cerca de mil millones de casos de gripe estacional; de los cuales, entre tres y cinco millones son graves. Los síntomas más comunes incluyen inicio súbito de fiebre, tos seca, dolor de garganta, congestión nasal o nariz tapada, dolores musculares y articulares, dolores de cabeza y fatiga. Algunas personas pueden experimentar vómitos y diarrea, aunque esto es más común en niños que en adultos. 

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Implementar unas adecuadas medidas de higiene, como lavarse las manos con frecuencia, cubrirse al toser y evitar el contacto cercano con personas enfermas, y vacunarse si se forma parte de los grupos considerados de riesgo o vulnerables (niños pequeños, embarazadas, mayores de 65 años, enfermos crónicos o inmunodeprimidos), son pautas clave para poder evitar caer enfermos especialmente en los periodos invernales. Algo que este año, con la coexistencia aún de distintas variantes del coronavirus se torna aún más importante con el fin de evitar complicaciones, sobre todo en personas mayores, y sobresaturar los sistemas asistenciales de salud.

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