Hemofilia
Una pequeña herida, que para la mayoría de las personas resulta insignificante, para un paciente con hemofilia puede constituir un problema, porque su sangre no coagula con normalidad y puede sufrir una hemorragia.

Diagnóstico de la hemofilia

Por: Natalia Dudzinska Camarero

Bióloga, especialista en Microbiología Ambiental y Epidemiología

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

El diagnóstico de la hemofilia se centra en la determinación del tipo de hemofilia y en su nivel de gravedad. El médico deberá realizar un estudio del historial clínico del paciente, y un análisis de sangre en el que se medirán los niveles y el grado de actividad de los distintos factores de coagulación. Así, con esta muestra de sangre se podrá saber si la sangre se coagula de forma correcta. Como hemos comentado anteriormente, la hemofilia A puede diagnosticarse realizando pruebas del grado de actividad de coagulación del factor VIII, mientras que al diagnóstico de la hemofilia B o enfermedad de Christmas, mucho menos común, se llega midiendo el grado de actividad del factor IX.

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Análisis de los factores de coagulación
NivelPorcentaje de actividad normal de factor en la sangreNúmero de unidades internacionales (UI) por mililitro (ml) de sangre entera
Rango normal50%-150%0.50-1.5 IU
Hemofilia leve5%-40%0.05-0.40 IU
Hemofilia moderada1%-5%0.01-0.05 IU
Hemofilia severaPor debajo del 1%Por debajo del 0.01 IU

Para concretar el diagnóstico de la hemofilia los especialistas pueden recurrir a diferentes métodos de detección en sangre, desde un hemograma completo, la prueba del tiempo de protrombina y la prueba del tiempo de tromboplastina parcial activado (ambas miden cuánto tarda la sangre em coagularse) a la prueba de fibrinógeno (permite saber la capacidad del afectado para formar coagulos sanguíneos).

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Si se conoce que la madre es portadora, actualmente existe la posibilidad de realizar un diagnóstico prenatal para la hemofilia mediante el análisis del líquido amniótico extraído por punción (amniocentesis). Esta prueba suele realizarse entre la semana 9 y 11 de gestación.

Una técnica más novedosa es el diagnóstico preimplantacional. Este se basa en el análisis de la presencia de la mutación en una sola célula, lo  que permite seleccionar el embrión sano para implantarlo en el útero materno.

Diagnóstico de la hemofilia sin antecedentes familiares

No en todos los casos existen casos previos de hemofilia en la familia que permitan advertir de una posible herencia de este trastorno de la coagulación. De hecho, se estima que uno de cada tres recién nacidos diagnosticados de hemofilia no tienen ningún familiar que haya padecido este problema. En este sentido, un médico puede realizar la prueba diagnóstica de la hemofilia al bebé si se da alguna de estas situaciones:

  • Tras un parto complicado o intrumental (con fórceps o con ventosa) aparece sangrado en la cabeza del pequeño.
  • Tras una circuncisión se observa un sangrado prolongado en el tiempo.
  • Si después de realizar al recién nacido las pruebas metabólicas o del talón sigue sangrando.
  • Una vez que el niño ya gatea, presenta muchos moretones sin causa aparente.

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