Hipercolesterolemia
La hipercolesterolemia, o exceso de colesterol, perjudica seriamente la salud. Una dieta equilibrada y practicar ejercicio con regularidad ayudan a controlar los niveles de colesterol y a prevenir otros factores de riesgo asociados.

Recomendaciones para la hipercolesterolemia

Por: Estefanía Hernández Benito

Doctora en Farmacia

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

La hipercolesterolemia es una enfermedad que no se cura, lo que se consigue es disminuir los valores de colesterol malo (colesterol LDL), con los fármacos y la dieta, hasta un nivel normal, con lo que se evita este factor de riesgo cardiovascular.

La prevención de la enfermedad en el caso de un origen genético no existe; sí existe en el caso de hipercolesterolemia poligénica, ya que en esta influyen factores medioambientales que se pueden modificar y, sobre todo, los dietéticos.

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La mejor forma de prevención es mantener una dieta equilibrada compuesta por alimentos bajos en colesterol, disminuir el consumo de aquellos alimentos ricos en grasas saturadas, y realizar ejercicio regular moderado; esto también ayudará a prevenir otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular que con frecuencia se asocian a la hipercolesterolemia, como son la hipertensión, la obesidad y la diabetes.

Cuidados del paciente con hipercolesterolemia

Una persona diagnosticada de hipercolesterolemia debe seguir unos controles médicos periódicos, que dependerán de los niveles de colesterol en sangre que presente, y del riesgo cardiovascular o presencia, en algunos casos, de enfermedad cardiovascular; si no tiene enfermedad cardiovascular, empezará con un tratamiento higiénico-dietético, que se mantendrá seis meses para valorar su eficacia y el paso a fármacos si no se ha conseguido el objetivo.

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Recomendaciones para la hipercolesterolemia

Es importante no abandonar nunca el tratamiento, sobre todo el farmacológico, sin que lo haya indicado el médico, ya que el control de la enfermedad es fundamental para disminuir el riesgo de enfermedad coronaria.

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