Lupus
Cinco millones de personas en el mundo, cerca de 75.000 españoles, en su gran mayoría mujeres, padecen lupus, una enfermedad autoinmune crónica que tiene graves consecuencias discapacitantes.

Tratamiento del lupus

Por: Silvia Chacón Alves

Médico Especialista en Medicina Intensiva en el Hospital 12 de Octubre

Por: Dr. Pablo Rivas

Especialista en medicina interna

Actualizado: 10 de mayo de 2023

Actualmente no existen fármacos con capacidad de curar esta enfermedad autoinmune, de forma que el tratamiento del lupus consistirá en reducir las crisis agudas y sus síntomas.

El tratamiento debe ser individualizado para cada paciente, en función del tipo y la gravedad de las manifestaciones clínicas; por ello, antes de comenzar con el tratamiento, hay que hacer una valoración de los órganos afectados y de la actividad de la enfermedad.

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A nivel general debe recomendarse evitar la exposición a la radiación ultravioleta, así como los fármacos y las situaciones que pueden precipitar un nuevo brote, como los anticonceptivos orales, las infecciones, las intervenciones quirúrgicas, etcétera.

Tratamiento de las manifestaciones leves del lupus

En el tratamiento de las manifestaciones leves como son la artritis, los dolores articulares y musculares, la fiebre o el cansancio, son útiles los Antiinflamatorios no Esteroideos (AINES). Si estos no resultan eficaces se emplearán corticoides en dosis bajas. Para las manifestaciones cutáneas está indicada la hidroxicloroquina, un fármaco antimalárico que también es útil para el cansancio y la artritis. Los corticoides tópicos (aplicados en forma de pomada) son útiles en las lesiones cutáneas.

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Tratamiento de las manifestaciones graves del lupus

En el caso de alteraciones neurológicas, renales, anemia y otras manifestaciones graves, es necesario el uso de corticoides en dosis altas. En muchas ocasiones es necesario añadir a los corticoides inmunosupresores como la ciclofosfamida o la ciclosporina.

Novedades en el tratamiento del lupus

En los últimos años se han desarrollado con éxito nuevas terapias diseñadas para tratar enfermedades autoinmunes. Son tratamiento dirigidos específicamente contra alguna parte del sistema inmune y que consiguen inhibir su función, lo que conlleva un alivio de los síntomas. Son las llamadas terapias biológicas o terapias dirigidas.

Tratamiento lupus

En el caso del lupus, se están usando con éxito diversos medicamentos que inhiben algunas funciones de los linfocitos B, que son los glóbulos blancos responsables en gran medida de los síntomas de la enfermedad. Entre los fármacos aprobados en los últimos años se encuentra belimumab, indicado para pacientes con un alto grado de actividad del lupus. Belimumab es un anticuerpo que consigue inhibir a los linfocitos B que causan daño al organismo. 

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También se han observado resultados alentadores utilizando rituximab, un anticuerpo diseñado específicamente frente a una proteína de la superficie de los linfocitos B, y que consigue disminuir la actividad de la enfermedad. Rituxan, Truxima (rituximab) puede ser beneficioso para algunas personas que probaron otros medicamentos y no funcionaron. Los efectos secundarios incluyen reacción alérgica a la infusión intravenosa y a las infecciones, según se apunta desde Clínica Mayo.

Existen otros tratamientos en investigación como alentuzimab, epratuzimab, o anifrolumab, que obtuvo buenos resultados en combinación con el tratamiento estándar en un ensayo clínico, cuyos resultados se publicaron en diciembre de 2019 en la revista científica The New England Journal of Medicine (NEJM). Saphnelo (anifrolumab), que fue aprobado finalmente en 2022 por la EMA como tratamiento adyuvante supone una reducción modesta, pero clínicamente significativa, de la actividad de la enfermedad en pacientes con LES. Se administra mediante perfusión intravenosa a pacientes que presentan anticuerpos contra sus propias células (autoanticuerpos) y cuya enfermedad sigue siendo de moderada a grave a pesar del tratamiento estándar.

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Las terapias biológicas se reservan en general a pacientes que han tenido mala respuesta con las terapias habituales o que sólo han obtenido una respuesta parcial. Son en general bien toleradas aunque, al inhibir el sistema inmune, hay que vigilar la posible aparición de infecciones o tumores.

Uno de los problemas que suele conllevar el lupus a los pacientes es la intolerancia a la radiación ultravioleta causada por la exposición al sol, lo que se conoce como fotosensibilidad. Una de las soluciones empleadas en los últimos tiempos para hacer frente a este problema es el uso de luz pulsada o láser vascular que tiene un efecto antiinflamatorio en las lesiones cutáneas causadas por lupus subagudo y lupus tumidus.

Recientemente, una innovadora terapia CAR-T ha sido probada con éxito en unos pocos pacientes que no respondían al tratamiento habitual, y que tras recibirla han experimentado una remisión de la enfermedad hasta 17 meses después, tal y como muestran los resultados publicados en Nature Medicine. En esta terapia se extraen del paciente linfocitos T, se modifican en el laboratorio haciendo que sean capaces de reconocer otras células del propio sistema inmunitario dañinas y, posteriormente, esos linfocitos T modificados se vuelven a infundir en el mismo paciente. En palabras del Dr. Ricard Cervera Segura, Vicepresidente 2º de la SEMAIS, esto abre la puerta a un nuevo enfoque para efectuar el tratamiento de esta enfermedad, que esté más dirigido a atacar las células patológicas productoras de la enfermedad.

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