Síntomas de la malaria
Médico experto en Enfermedades Parasitarias, Medicina Tropical y Parasitología
Actualizado: 25 de abril de 2024
La fiebre es el síntoma de la malaria por excelencia, y el más frecuente, de ahí que se considere una enfermedad febril aguda. Aunque no viene sola, ya que suele acompañarse de otros signos:
Como puede verse los síntomas de la malaria son muy inespecíficos, pudiendo ser similares a una gripe o a una gastroenteritis, por ello conviene ser muy cautos y evitar estas confusiones, especialmente en el caso del paludismo falciparum, ya que puede ser fatal en uno a dos días, provocando un fallo multiorgánico (paludismo grave y complicado) si no se diagnostica y trata precozmente. Por lo tanto, cuando un viajero procedente de áreas endémicas de paludismo comienza con fiebre debemos asumir que tiene malaria mientras no demostremos lo contrario.
Los niños con enfermedad grave, tal y como indica la OMS, suelen manifestar uno o más de los siguientes signos: anemia grave, sufrimiento respiratorio relacionado con la acidosis metabólica o paludismo cerebral.
El tiempo que media entre la picadura del mosquito y la aparición del cuadro clínico (periodo de incubación) es de 10 a 15 días para P. falciparum, P. vivax y P. ovale, y de 7 a 30 días para P. malariae, pero puede ser mucho más prolongado en pacientes semiinmunes o en personas que ha estado tomando medicamentos antipalúdicos como quimioprofilaxis. En zonas con alta transmisión palúdica, la presencia del parásito en la sangre no significa necesariamente que el paciente tenga paludismo y la fiebre puede corresponder a otra enfermedad.
Síntomas de malaria por P. falciparum (terciana maligna)
La infección por Plasmodium falciparum es la forma más peligrosa de malaria y se conoce comúnmente como malaria terciana maligna debido a la gravedad de sus síntomas y su potencial para causar complicaciones graves, incluida la muerte si no se trata de manera adecuada y oportuna. Esta grave forma de paludismo puede mostrar un cuadro clínico muy variado que incluye, además de los síntomas clásicos (fiebre, escalofríos, sudoración y cefalea), síntomas específicos asociados con esta cepa del parásito, como tos, diarrea, dificultad respiratoria e incluso evolucionar hacia el shock con coagulopatía de consumo, insuficiencia renal y hepática, edema pulmonar y encefalopatía aguda que puede llegar al coma y muerte (paludismo cerebral):
- Fiebre alta: puede alcanzar hasta los 40 °C o más y a menudo es acompañada de escalofríos intensos y sudoración profusa cuando la fiebre disminuye.
- Paroxismos febriles: la fiebre causada por P. falciparum no siempre sigue un patrón cíclico predecible como en otras formas de malaria. Los paroxismos (episodios de fiebre seguidos de una disminución de temperatura) pueden ser menos regulares y más frecuentes.
- Anemia severa: la anemia en casos de infección por esta cepa puede ser particularmente grave debido a la alta tasa de destrucción de glóbulos rojos.
- Complicaciones cerebrales: la malaria cerebral es una complicación grave de la infección por P. falciparum. Los síntomas incluyen confusión, convulsiones, coma y puede ser fatal sin tratamiento inmediato.
- Síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA): puede ocurrir en adultos y es una forma de edema pulmonar que requiere atención médica urgente.
- Insuficiencia renal aguda: la malaria por P. falciparum puede afectar los riñones, llevando a una disminución de la función renal que puede ser temporal o permanente.
- Hipoglicemia: en particular en mujeres embarazadas y niños, la hipoglicemia puede ser un riesgo debido tanto a la malaria como a los efectos secundarios del tratamiento con quinina.
- Hemoglobinuria: conocida como "orina negra", es el resultado de la hemólisis masiva y el posterior colapso de glóbulos rojos.
- Ictericia: puede ser más evidente en casos severos debido a la afectación hepática.
- Acumulación de fluidos (edema): en casos severos, puede haber acumulación de fluidos en el abdomen y otros tejidos.
El tratamiento rápido es esencial, incluso en los casos leves, y requiere medicamentos antimaláricos potentes y a menudo hospitalización para manejar los síntomas, ya que pueden aparecer de forma repentina complicaciones irreversibles. En los niños no tratados y en los adultos no inmunes la tasa de letalidad es superior al 10%.
Síntomas de tipos de malaria más leves
Las otras formas de paludismo, como la causada por P. vivax (terciana benigna), P. malariae (cuartana) y P. ovale, por lo regular no amenazan la vida, excepto en los niños de muy corta edad, los ancianos y los pacientes con enfermedades concurrentes o inmunodeficiencia. Después de un lapso sin fiebre se repite el ciclo de escalofríos, fiebre y sudoración todos los días, en días alternos o cada tercer día. La duración del ataque primario no tratado varía desde una semana hasta un mes o más.
Las recaídas verdaderas después de periodos sin parasitemia son frecuentes (en el caso de las infecciones por P. vivax y P. ovale) y pueden surgir a intervalos regulares durante cinco años o más.
Las infecciones palúdicas por P. malariae pueden persistir hasta 50 años, con crisis febriles recurrentes. Las personas parcialmente inmunes o que han estado tomando medicamentos profilácticos pueden mostrar un cuadro clínico atípico y grandes variaciones del periodo de incubación.
Creado: 27 de junio de 2011