El juguetón hurón es un pequeño mamífero domesticado que no exige demasiados cuidados, lo que ha hecho que su presencia como mascota se multiplique en los hogares donde no se dispone de mucho tiempo libre.
Si has decidido que el nuevo miembro de la familia sea un hurón debes tener en cuenta varios factores, tanto personales y económicos como normativos, pues el abandono de uno de estos animales puede causar diversos problemas. Antes de comprarlo recuerda:
Infórmate si son legales en la zona en la que vives, actualmente no son lícitos en Hawái, California y Nueva York, entre otras regiones.
Piensa si este animal es el que te apetece tener. Los hurones son muy juguetones e inquietos y en algunas ocasiones pueden llegar a ser molestos, ya que suelen meterse detrás de los electrodomésticos y muebles. También suelen coger objetos y esconderlos en sitios ocultos. Tenlo en cuenta si no eres una persona paciente.
Aunque se trate de una mascota que no necesita grandes cuidados, es imprescindible que salga de la jaula al menos tres horas al día, y durante esas horas deberás estar pendiente de sus movimientos.
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Si tienes otras mascotas debes saber que los hurones aceptan a los perros y a los gatos, sin embargo, no se llevará bien con los conejos, pájaros, hámsteres o cualquier otro roedor, ya que los hurones siguen manteniendo su instinto cazador.
Cómo preparar el hogar del hogar en tu casa
La compra de un hurón supone un gran gasto inicial, ya que necesita una jaula con bastante espacio para poder diferenciar las zonas:
En el área de higiene colocaremos una bandeja llena de lecho higiénico, papel reciclado que venden en tiendas, para que haga sus necesidades.
También contará con el área de juegos, con sus correspondientes juguetes (tubos, pelotas…).
La zona de comer, con un bebedero y un comedero.
Para terminar, la zona de dormir, donde podremos poner una casita, un tubo de tela o una hamaca.