Salud y reproducción del periquito australiano
Actualizado: 28 de junio de 2022
Como cualquier otro ser vivo, el periquito australiano requiere de una alimentación adecuada, algo de ejercicio y mantenerse libre de estrés y de ninguna forma de maltrato. Tres pilares que nos ayudarán a ofrecerle un buen estado de salud a nuestro periquito.
Según el fundador de Aviario Valmayor es cierto que existe alguna dolencia característica en estos pájaros “como puede ser la muda francesa (que es la caída de plumas porque se necrosan sus cañones)”, pero opina que, según su experiencia, “lo más común son enfermedades parasitarias tales como ácaros o coccidios”. Para evitar este tipo de problemas, el criador explica que “basta con una correcta higiene y una desparasitación del animal dos veces al año como medida preventiva”.
Reproducción del periquito australiano
La reproducción de un periquito australiano puede darse en cualquier momento del año, ya que no hay una estación predilecta por estas aves para ella. Además, es sencilla: “Los periquitos no quieren material para hacer nido, y sólo requieren de un cajón nido (sin relleno, ni hojas ni hierba ni virutas). Unido a esto, una buena alimentación rica en vitaminas y agua fresca bastará”, explica el criador Juan Carlos Uria.
Recuerda Uria que hay que tener especial cuidado en no dejarles criar más de una o dos veces al año, “ya que son especialmente prolíficos y cuando hay una pareja formada la hembra intentará hacer una puesta tras otra”.
El proceso es similar al de otras aves. El apareamiento del periquito llega tras un breve cortejo previo del macho. Pasados dos o tres días, la hembra comenzará a entrar y salir del nido durante casi dos semanas hasta que deje de hacerlo. Sabremos entonces que ha llegado el momento de la puesta, y que se producirá en días alternos; una puesta que, en condiciones normales, será de entre 5 y 10 huevos.
La hembra en exclusiva es la encargada de incubar los huevos y, dado su trabajo, apenas saldrá del nido más que para comer. El macho puede llevarle algo de comida al nido, por lo que no debe sorprendernos ver que le ofrece comida desde fuera del nido.
Alrededor de 18 días tras la incubación, llegará el momento de la eclosión del primer huevo. Se producirá a intervalos en función de la puesta de cada huevo, por lo que al igual que la puesta se producirá en días alternos. Los polluelos nacen muy dependientes de su madre: sin plumas, con los ojos sin abrir y necesitando que la hembra les alimente con la conocida como “leche de periquita”. Poco a poco se irán desarrollando, sin que necesiten nuestra intervención para nada, hasta convertirse en un pájaro capaz de desenvolverse de manera autónoma.
Creado: 16 de febrero de 2018