Necesidades nutricionales del perro anciano

La alimentación del perro mayor no varía excesivamente respecto a la dieta del resto de las etapas de la vida del can. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, llegado a anciano, un perro necesita más proteínas de calidad, menos grasas, y muy pocos carbohidratos, ya que la disminución de actividad física y la pérdida de masa muscular marcarán la senectud. En este artículo explicamos cuáles son las necesidades nutricionales de un perro mayor y qué alimentos son más recomendables, y te ofrecemos una serie de claves y consejos para su correcta nutrición.

Podemos considerar que un perro se adentra en la tercera edad entre los 7 y los 11 años de vida. Al igual que en los seres humanos, se trata de una nueva etapa llena de cambios, tanto a nivel físico como de comportamiento; cambios a los que debemos prestar atención para poder brindarle todos los cuidados necesarios. Algunos signos de envejecimiento evidentes en nuestro compañero podrían ser cierta pérdida de movilidad o menos resistencia a determinados juegos, deterioro del pelaje, o problemas dentales, pero también es probable que aparezcan comportamientos nuevos como un mayor apego a la figura del cuidador, cierta apatía, o mal humor.

Suele decirse que las razas de perro de mayor tamaño son menos longevas que las menores. Es una simple cuestión de genética. Sin embargo, los hábitos de vida y los cuidados del animal también van a influir en su longevidad. Así, la práctica de ejercicio rutinaria, el cariño y los buenos tratos, junto con las revisiones veterinarias necesarias, van a ser claves en la calidad y duración de la vida del perro.

Menos grasas, y más proteínas de calidad para el perro mayor

También juega un papel destacado su alimentación, por lo que debemos prestar atención a la calidad de la misma y a los requerimientos nutricionales del perro, ya que estos van a ir cambiando con cada etapa. Para Carlos Alberto Gutiérrez, veterinario y experto en nutrición canina de nutricionistadeperros.com, un perro mayor, uno adulto, o un cachorro, tienen necesidades nutricionales diferentes “en esencia y científicamente”, por lo que insiste en que debemos ser más cuidadosos con la alimentación y adecuarla a la edad del animal, “sobre todo con un cachorro y con un perro anciano”.

Si bien un cachorro o perro joven a partir del destete (la leche materna les aporta no solo una nutrición óptima, sino también defensas inmunológicas) necesita una alimentación rica en grasas y proteínas, a medida que va madurando, las grasas perderán poco a poco el protagonismo. Las proteínas, sin embargo, seguirán siendo muy importantes para que nuestro can cumpla años con mayor salud: “La esencia de la dieta es la misma para todas las edades, pero en el caso de un perro anciano y de un cachorro es importante dar más proteína y de mejor calidad”, explica el veterinario. El motivo es que en el caso del cachorro las proteínas son necesarias para su desarrollo y, en el caso del perro más viejo, para renovar las pérdidas de masa muscular que se producen como consecuencia del envejecimiento.