Cómo enseñar a tu perro a no tirar de la correa
Actualizado: 4 de mayo de 2023
Cuando un perro tira de la correa durante los paseos es que algo está fallando en nuestra comunicación con el animal. Lejos de utilizar la correa como una herramienta de control de los impulsos del can, y mucho menos como castigo a sus actos devolviendo esos tirones, debemos analizar qué puede estar ocurriendo: ¿Entiende el perro cuál es su área de actuación? ¿Sabe regular sus emociones? ¿Entiende que debe caminar junto a nosotros? Si el “no” da respuesta a estas preguntas, nos alerta de que necesitamos ayuda de un educador profesional.
Hablamos con dos educadores caninos sobre las razones por la que un perro tira de la correa y las posibles soluciones a este problema.
¿Por qué nuestro perro tira de la correa?
Una de las quejas más habituales entre quienes comparten su día a día con un perro es que su compañero tira de la correa. Situaciones habituales, que no normales, cuando se ha educado al animal desde cachorro en la espera, libre de estrés y tensiones. Los motivos por los que nuestro perro tira de la correa pueden ser múltiples:
Para Gonzalo Trigo, especialista en problemas de comportamiento y en intervenciones asistidas con animales y cofundador de eleducadog.com, uno de los motivos que llevan al perro a tirar de la correa es “que el animal no tenga claro que la correa no es simplemente un tope, sino que es lo que marca su zona de referencia, su zona de confort cuando va caminando con el guía. Al no entender que tiene una zona de referencia, quiere salir, y hasta que no interiorice que su autonomía depende del guía, el perro no dejará de tener expectativas hacia lo que hay fuera”.
Ese deseo de salir fuera de ese zona de autonomía puede ser provocado por numerosos factores de carácter involuntario, como consecuencia de una mala gestión emocional (miedo, estrés, ansiedad, excitación): “en ocasiones, su estado emocional no le permite evaluar que no puede acceder a lo que hay fuera de su círculo de autonomía”.
Marco Moretti, educador canino y fundador de Pelutopia, resume las situaciones habituales que llevan al perro a salir de ese área de confort en cuatro: “el perro tira para llegar a algo que le interesa como un olor, el parque, o comunicar con otro perro; para huir de una situación que les causa miedo, por frustración o, simplemente, porque tirando de la correa consiguen lo que quieren, y consiguiéndolo se auto refuerza la conducta de tirar de la correa; y una conducta que se refuerza tiene más probabilidad de repetirse”.
Por qué enseñar a tu perro a no tirar de la correa
Según Gonzalo Trigo, el problema no es en sí mismo el “tirar de la correa”, sino que el perro no tenga claro lo que es ese círculo de autonomía del que el educador hablaba anteriormente: “la correa no debe ser una herramienta de control de impulsos, es decir, no debe ser una herramienta para que ‘no llegue’ a los sitios, sino que debe ser una herramienta que nos conecte con nuestro perro por si necesita ayuda”.
Cuando le pedimos al educador que indique por qué deberíamos enseñarle a no tirar nos explica que, fundamentalmente, “para que el animal esté cómodo, y para que nosotros también lo estemos, sin que se genere frustración para ninguna de las dos partes durante los paseos sino, por el contrario, bienestar”.
Por su parte, Moretti comparte esa necesidad de generar bienestar en los paseos –“un paseo de calidad necesita ser agradable y relajante tanto para el perro como para el cuidador”–, y añade que es importante que enseñemos al can a no tirar de la correa porque esto podría tener consecuencias físicas para el perro por la tensión del dispositivo cuando se utilizan collares en lugar de arneses: “el cuello es una parte muy sensible y la presión de un collar debida a la tensión de la correa puede resultar perjudicial por daños a tráquea, tiroides, etcétera”.
Por ello, el educador canino insiste en la necesidad de establecer una buena comunicación, con el objetivo de “evitar conflictos entre el perro y el humano, disfrutar plenamente de cada paseo, y salvaguardar la salud del animal”.
Consejos para evitar que el perro tire de la correa en los paseos
Una buena comunicación y el respeto físico y verbal hacia el animal deben ser los pilares fundamentales de nuestra relación perro-humano. Lo más aconsejable es que esa comunicación, así como el vínculo, se establezca desde cachorro, de forma que evitemos problemas conductuales a futuro. Los educadores caninos Gonzalo Trigo y Marco Moretti nos dan algunas recomendaciones para que nuestras salidas a la calle no resulten frustrantes, sino un momento agradable que compartir con nuestro fiel amigo. Aquí tienes sus consejos para evitar que tu perro tire de la correa en los paseos:
Cuándo acudir a un educador canino si tu perro tira de la correa
La figura del educador canino tiende a confundirse con la de adiestrador, sin que se sepa muy bien cuál es el papel que cumplen ambos profesionales, y si realmente son necesarios cuando un perro entra en nuestras vidas. En el caso del educador canino, podríamos definirlo como aquel profesional encargado de orientar al cuidador de un perro acerca de su comportamiento, así como de las vías de comunicación que pueden establecerse con su compañero.
Para Gonzalo Trigo, especialista en problemas de comportamiento y en intervenciones asistidas con animales y cofundador de eleducadog.com, lo ideal es acudir a un educador desde el primer día en que el perro llega a casa y se establece una convivencia, porque un educador “es una persona que va a intentar que tú entiendas qué es lo que un perro necesita, y de qué estrategias te puedes hacer valer para hacerte entender, empleando siempre la comunicación bidireccional”. Insiste el experto en que hay muchísimos mitos sobre cómo tratar a un perro, por lo que si no tenemos conocimientos previos, es fundamental conocer todo lo que un educador puede ofrecernos en ese sentido.
Sin embargo, por lo general tendemos a pensar en la figura del educador canino cuando aparece un problema de conducta que genera malestar en la familia y que nos vemos incapaces de solucionar por nosotros mismos. Un ejemplo se ve claramente en el caso de los tirones de la correa, un problema que debemos atajar, según Marco Moretti, educador canino y fundador de Pelutopia, “cuando nos damos cuenta de que el paseo en lugar de ser beneficioso para el perro resulta ser un momento de conflicto con nuestro perro, generando situaciones de estrés y frustración que pueden causar problemas físicos y de conducta”.
Cómo trabaja un educador con el perro en el caso de que tire de la correa
La respuesta a esta pregunta va a depender del educador en cuestión. Para Moretti, por ejemplo, el trabajo se centra en una determinada metodología: “la correa nunca tiene que estar con tensión; si se crea tensión nos paramos, y cuando ésta desaparezca reanudamos la marcha. Si es necesario, también podemos llamar la atención del perro hacia nosotros para eliminar la tensión de la correa, y aprovechamos para cambiar de dirección –mejor al principio si ese cambio es de 180 grados–, y felicitamos al perro cuando lo haga. Lo que tenemos que comunicar a nuestro compañero es que puede conseguir llegar a cualquier sitio siempre y cuando no haya tensión de la correa”.
En ningún caso tenemos que avanzar con la correa en tensión, para evitar que la conducta del perro se refuerce en el momento que consigue llegar donde quería pero con tensión de la correa.
Tenemos que tener paciencia durante los primeros paseos, “ya que enseguida el perro irá aprendiendo que la única forma de conseguir avanzar es sin tirar de la correa. Los perros suelen abandonar conductas que no les funcionan, y entonces elegirán pasear sin tirar de la correa, siendo esta la única conducta que les puede funcionar”, explica.
Gonzalo Trigo insiste en que la gente les pregunta qué tienen que hacer para que el perro no tire de la correa, y responden siempre que ellos no se centran en “que no tiren de la correa”, sino en que sepan que tienen que estar en su círculo de autonomía: “el guía es parte de la solución a cualquier problema que haya fuera: cuando aparece otro perro, una bici, un coche… Nosotros enseñamos a los perros a que en cuanto se tense la correa, rápidamente nos busquen para que nosotros podamos proponerles llegar otra vez a ese círculo de autonomía, volverles a enseñar que tienen que estar dentro. Y no utilizamos nunca ningún tipo de corrección de castigo para ello.”
Creado: 13 de octubre de 2017