Consejos para una estimulación correcta del cachorro
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Es importante que estimulemos correctamente al cachorro, y esto pasa porque haya un equilibrio entre lo físico y lo emocional, y por evitar la sobrestimulación. Los cuidadores pueden tener en dicha estimulación un papel activo o pasivo, siendo ambos roles igual de recomendables: el activo mejorará el vínculo, nos ayudará a establecer relaciones positivas y de confianza con el perro, y facilitará que nos convirtamos en su fuente de bienestar; el pasivo contribuirá a desarrollar su área cognitiva, su musculatura y su sentido de la propiocepción. El objetivo en ambos casos es que el cachorro se convierta en un individuo sano e independiente, y que evitemos problemas de carácter emocional o de hiperapego.
Hay una serie de consejos que los expertos en educación animal recomiendan para una estimulación correcta del cachorro:
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Trabajar la estimulación siempre con refuerzos positivos. Nunca se debe forzar al cachorro y, por supuesto, tampoco castigarle físicamente, porque no nos servirá para nada; al contrario, crearemos desconfianza que más tarde podría acabar en algún tipo de trauma.
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Conseguir que el cachorro se divierta con nosotros. Es positivo convertirnos en su mejor amigo de forma que tenga plena confianza en su cuidador o cuidadores y eso se puede conseguir en parte a través de la diversión y el entretenimiento.
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No exigir al animal ejercicios físicos elevados, o tareas que no puede entender. Esto le podría llevar a la frustración, a tener una mala experiencia, y perder la confianza y el vínculo que el perro tiene con nosotros.
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Evitar perder la paciencia con los cachorros. Es una de las recomendaciones más importantes. Si, por ejemplo, el animal hace sus necesidades donde no debe, no le reñiremos nunca, y menos aún le pegaremos, ya que este tipo de acciones puede traer graves consecuencias. Mejor valorar lo positivo: si las hace fuera de casa le premiaremos efusivamente; de esta forma, en pocos días entenderán perfectamente dónde deben hacerlo.
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Los cachorros necesitan tiempo para aprender y asimilar. Para ello, deberán hacer muchas repeticiones (algunos más que otros). En ocasiones, los animales sólo están pendientes de su premio, muchos incluso obsesionados, y cuando les enseñamos algo puede que salten sobre nosotros para conseguirlo, sin prestar atención a nada más. Sin embargo, es importante tener en cuenta que sólo debemos premiar al perro cuando lo haga bien.
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Evitar un exceso de intervención y protección. Este tipo de actitudes pueden provocar, entre otras, individuos inseguros, dependientes, con una deficiente gestión de la frustración. Así, si por ejemplo un juguete cae bajo un mueble y el cachorro no puede alcanzarlo, debe aprender a renunciar a él. Si siempre le salvamos de las situaciones no le permitiremos madurar. Sin embargo, si una de cada diez veces que esto ocurre le alcanzamos el juguete, su percepción de que somos unos amigos fantásticos se verá acentuada.
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Retirar de su alcance objetos que supongan un potencial peligro. Debemos estar pendientes de que el perro no tenga acceso a objetos peligrosos, como aquellos que contienen piezas pequeñas que se pueden tragar, o que contengan sustancias venenosas para el animal.
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Hay que saber que hay juegos que pueden provocar obsesión si se abusa de ellos. Debemos evitar confundir altos niveles de excitación con diversión: cuando hay adicción y nuestro perro no sabe disfrutar de momentos de calma y relajación, tenemos un problema. Perros adictos a la actividad física y con altos niveles de estrés son frecuentes en las consultas de los especialistas en comportamiento canino.
Creado: 11 de noviembre de 2016