Tipos de juegos para estimular al cachorro
Actualizado: 5 de mayo de 2023
Al cachorro podemos estimularlo a través del juego, pero también mediante otro tipo de actividades sin componente lúdico. En este sentido, si, por ejemplo, como nos explica Inés Jiménez, licenciada en psicología y educadora canina en Ciudadano Can, ponemos diferentes texturas en el suelo, algún obstáculo por el que el cachorro deba subir, ejercitar su equilibrio y sentido de la propiocepción y el tacto, lo estaríamos estimulando “pero el perro no estaría jugando”, ya que realizando esta actividad no tiene por qué experimentar ni diversión ni entretenimiento.
En el caso de los juegos para estimular al cachorro, tienen una ventaja frente a las actividades no lúdicas, y es que facilitan la motivación y, por tanto, la aparición y el refuerzo de conductas o comportamientos. En Ciudadano Can proponen trabajar los éxitos, y no los errores: “hay que facilitar la aparición de conductas que podamos alabar y recompensar, o bien que sean autorreforzantes para el individuo, de ahí la importancia de establecer objetivos fácilmente superables, cuyo criterio iremos elevando hasta lograr el acierto en el comportamiento final deseado”.
Como recuerda la educadora canina, los conocimientos y técnicas aplicadas al mundo del perro han cambiado “radicalmente” en los últimos quince años, pasando del adiestramiento militar, “en el que debía existir una sumisión total por parte del perro”, a unas técnicas en las que han tomado mayor protagonismo “la comunicación, la cooperación, el lenguaje, y el dejar al perro pensar para que sea copartícipe de su proceso de crecimiento y aprendizaje”.
¿Qué tipos de juegos encontramos para estimular el cachorro? El adiestrador Miguel Rodríguez nos explica que algunos tipos de juegos los podemos realizar con juguetes para perros: “en el mercado actual hay infinidad de juguetes caninos para potenciar tanto las habilidades físicas como las intelectuales, como mordedores, pelotas, cuerdas, o juegos de olfato”. No son juguetes excesivamente caros, pero también podemos fabricarlos nosotros mismos.
Para Inés Jiménez, si el juego es entendido como una actividad placentera y entretenida, “los límites los ponen nuestra imaginación y los gustos del cachorro”, y nos propone algunos juguetes caseros: una botella de plástico con un agujero por donde saldrán sus bolas de pienso, por ejemplo, una cuerda trenzada con trapillo o restos de sábanas, y una caja de cartón donde esconderle cosas, pueden ser buenas ideas, muy sencillas de hacer y económicas. También podemos planificar juegos como esconder comida en casa para desarrollar el olfato y su afán de investigación, cubrirle con una tela fina y que sepa encontrar la salida, o guiarle sorteando obstáculos con un trocito de comida o un juguete.
Miguel Rodríguez, adiestrador canino de Todo sobre perros, opina que, dada la corta edad de los animales, “las sesiones deben ser breves” porque la atención de los cachorros es limitada: “Lo que menos deseamos es que pierda la motivación y se aburra con nosotros por lo que lo ideal, para la mayoría de los cachorros, es trabajar varias sesiones de 5 minutos al día”. No se atreve a definir un determinado tiempo de estimulación Inés, quien opina que “cada individuo es único y, por tanto, es difícil entrar en valoraciones de cuánto tiempo es recomendable”.
En lo que sí insiste mucho la educadora es en la importancia de respetar los tiempos de descanso del cachorro, así como sus momentos de calma cuando está despierto. “Los propios cachorritos también nos darán información, abandonando el juego, perdiendo interés o atención, ofreciendo señales de calma, o simplemente cayendo rendidos, lo que no es aconsejable”. Por todo ello, lo ideal es parar antes de que comencemos a detectar señales de hartazgo, cansancio, o aburrimiento.
Creado: 11 de noviembre de 2016