Caída libre en gatos, cómo actuar
Actualizado: 20 de julio de 2022
Por muchas vidas que diga el refrán que tengan, los gatos aún no saben volar, por lo que conviene que sepas cómo paliar las consecuencias que una caída acarrea en tu querida mascota:
No resulta nada extraño que un gato vuele desde la terraza o alguna de las ventanas de su casa, ni tampoco verle con los huesos debajo de un coche. Si el animal sobrevive, este tipo de accidentes llevan aparejadas graves lesiones.
Cómo actuar si tu gato sufre una caída fuerte
Aunque te resulte muy difícil, lo primero que debes hacer es conservar la calma, para que valores la situación con la mayor objetividad. Aunque a simple vista tu gato no tenga síntomas de haberse roto nada, debes llevarle al veterinario, pues podría padecer graves lesiones internas. No le muevas innecesariamente, y si no queda más remedio, procura no hacerlo de forma brusca. Si ves que una de sus extremidades o cualquier otra parte de su cuerpo está deformada, u observas un hueso sobresaliendo en la piel, o si al mover al gato puedes escuchar un sonido parecido a un crujido, entonces la fractura es prácticamente segura. Ni se te pase por la cabeza intentar colocar el hueso en su posición normal. Lo que debes hacer es inmovilizar al gato en la posición en que lo encontraste hasta que lo vea un profesional.
Observa también sus encías
Si tienen un aspecto pálido en lugar de sonrosado, probablemente sufra una hemorragia interna. Coméntale esto al veterinario, al igual que cualquier cambio del que te hayas dado cuenta durante el traslado hacia la clínica. Así facilitarás el diagnóstico, agilizarás la cura y evitarás que tu gato sufra más.
¡No le muevas!
Hasta que le vea el veterinario, lo mejor es no moverle. Sobre todo en el caso de fracturas, la mejor forma de ayudar a tu gato es moverle lo menos posible. Pero ante un gato que se revuelve por el dolor y que lanza zarpazos a diestro y siniestro, ¿cómo hacerlo? Sin que él se dé cuenta de lo que quieres hacer, y por detrás, envuélvele con una toalla grande, una manta, una cazadora… Con esto también te protegerás de sus posibles arañazos o mordiscos. Colócale después sobre una superficie plana, por ejemplo su propia cesta o un libro grande. Ni se te ocurra tomarle entre tus brazos, pues en el caso de tener fracturas o lesiones internas esto podría ser fatal.
Creado: 12 de mayo de 2015