Parásitos e insectos: un problema veraniego para tu perro

Los odiosos parásitos externos intentarán un año más hacer la vida imposible a tu mejor amigo. Hay que tomarse este tema muy en serio, pues aparte de las molestias de su picadura, a través de ella pueden transmitirle graves enfermedades a tu perro. Es el caso de algunos insectos que pueden transmitir la filariosis y la leishmaniosis. También pueden provocar molestas reacciones alérgicas.

Antes de salir de vacaciones con tu can, coméntale al veterinario los lugares que vais a visitar, para que él te recomiende los antiparasitarios más adecuados. Los encontrarás en todo tipo de presentaciones: sprays, champús, collares, pastillas, pipetas, polvos… Pero recuerda usarlos sólo tras el consejo de un profesional.

En cuanto al riesgo de contraer filariosis, el veterinario te recomendará el tratamiento preventivo más adecuado para tu mascota. Para la leishmaniosis de momento no existen productos preventivos que tengan la suficiente eficacia. En el caso de que por desgracia el animal contraiga la enfermedad, debes saber que existen tratamientos muy efectivos que consiguen que un perro con leishmaniosis pueda llegar a morir de viejo, y no a causa de la enfermedad.

Si tu can sufriese algún tipo de reacción alérgica a la picadura de un insecto, lo único que puedes hacer es aplicar agua fría en la zona afectada, y acudir cuanto antes al veterinario. Para evitar la acción de las orugas, lo mejor es no visitar zonas de pinos y arboledas frondosas, pues si a tu mascota le diese por probar a lamer o comer el insecto, el resultado sería funesto: desde la pérdida de parte o toda la lengua, hasta la muerte.